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Asteroide en caída captado en Uruguay

Astronomía. Evento de alto interés científico

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Durante tres horas dos jóvenes astrónomos uruguayos vieron la implacable trayectoria del asteroide 2008 TC3. Por primera vez la NASA pudo prever un impacto en la Tierra. Sólo el observatorio uruguayo pudo seguir toda la trayectoria.

Fue la primera oportunidad que se pudo predecir el impacto en la tierra de un asteroide. El primer alerta partió del programa de búsqueda de asteroides del Catalina Sky Survey, en Tucson, Estados Unidos. Luego fue confirmado por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, que previó su impacto sobre el Norte de Sudán, África, aunque no se esperaba que ningún fragmento lograra traspasar la capa atmosférica.

Esto puso en marcha a los astrónomos observadores Santiago Roland (26) y Sebastián Bruzzone (27) en el Observatorio Los Molinos, en el Norte rural de Montevideo. Con el potente telescopio de la Facultad de Ciencias pudieron ver toda la trayectoria del 2008 TC3 antes de que llegara a la atmósfera terrestre. Fueron tres horas intensas para los astrónomos que tomaron un total de 313 fotografías del evento.

"Las imágenes servirán para un posterior análisis y estudio de la evolución del brillo del objeto, conforme se fue acercando a la Tierra", explicó a El País Santiago Roland.

Tanto él como su colega sabían que debido a las pequeñas dimensiones del cuerpo celeste era virtualmente imposible que su impacto representara algún tipo de riesgo.

"Este tipo de eventos se producen cada algunos meses. Muchas veces no se perciben, ya que los bólidos no son avistados por gente en zonas pobladas", explicó Roland.

"Si pensamos en objetos más grandes, del orden de varias decenas de metros el panorama cambia porque entonces ya atravesaría la atmósfera terrestre, provocaría un impacto y explosión similar al que ocurrió en Tunguska, Siberia, en 1908", estableció el observador.

No era, por cierto, el caso del 2008 TC3, un objeto de apenas dos metros, que se desplazaba a una velocidad estimada en 12,8 kilómetros por segundo. Pero si bien la trayectoria fue atentamente monitoreada por cuatro observatorios en el mundo, sólo al uruguayo le tocó esta vez tener un tiempo de apreciación tan prolongado: más de tres horas, entre las 20 del lunes y la medianoche.

Para la comunidad de astrónomos de la Facultad de Ciencias -donde Roland y su colega Bruzzone son estudiantes avanzados de la materia- el evento reviste especial importancia. El grueso de las observaciones hechas en la bóveda celeste, en cualquier país del mundo, tiene a cometas y asteroides dentro del Sistema Solar como principales materias de estudio e investigación.

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