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Un genocida oculto tras la medicina alternativa

| Karadzic. Aun prófugo, dictó conferencias de bioenergía

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El País

BELGRADO | AGENCIAS Y SERVICIOS

Radovan Karadzic estaba prófugo. Pero no se puede decir que vivía escondido. Un hombre de profusa barba blanca y largos cabellos canos, conocido como Dragan Dabic, se desplazaba tranquilamente por las calles y ómnibus de Bel grado.

Este hombre practicaba la medicina alternativa, daba conferencias sobre bioenergía y meditación, e incluso era colaborador de revistas especializadas. Pero Dragan Dabic era una identidad falsa.

El hombre cuya última dirección conocida estaba en Novi Belgrado, un moderno barrio de la capital serbia, era nada menos que "El carnicero de Sarajevo", un hombre por quien el Departamento de Estado de EE.UU. ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares, a quien las tropas de la OTAN jamás pudieron encontrar, el responsable intelectual de la mayor matanza ocurrida en Europa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, y que era buscado por genocidio y crímenes de guerra desde hacía 13 años: el ex jefe político de la República Serbia de Bosnia, Radovan Karadzic.

El paradero de Karadzic había sido un misterio desde su "desaparición". Se presumía que estuvo oculto en monasterios y cavernas en sectores remotos del este de Bosnia.

Luca Karadzic, hermano del acusado de haber orquestado las ejecuciones de Srebrenica, dijo que mientras estaba perseguido por la justicia internacional, este psiquiatra de profesión vivió en varias localidades de Serbia, Bosnia y en la propia Belgrado.

Las autoridades que intervinieron en su captura afirmaron que estaba "irreconocible". Tan irreconocible era, que el tal Dabic había realizado numerosas conferencias sobre bioenergía y meditación.

En un apartamento en Belgrado había instalado un consultorio de medicina alternativa. Incluso era colaborador habitual de la revista "Zdrav zivot" (Vida Saludable). El editor en jefe de esta publicación, Goran Kojic, decía tener trato personal con su columnista, "pero jamás llegué a suponer que se trataba de Karadzic", agregó, sin haberse repuesto de su asombro. "El hombre tenía una apariencia muy curiosa, los cabellos largos y blancos, recogidos de una manera muy rara en la cabeza", recordó Kojic. Era un aspecto muy diferente del de su última aparición pública, en 1996. En ese entonces llevaba el pelo gris despeinado, y tenía un característico mechón cayéndole sobre la frente.

También para ese entonces, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), lo había acusado -junto a los aún prófugos Ratko Mladic, jefe militar de los serbobosnios, y al ex político serbio Goran Hadzic- de genocidio. Quien gustaba de la poesía y de escribir piezas de teatro o música popular, había ordenado el asedio de Sarajevo, que duró 43 meses y causó la muerte de diez mil personas, y daba luz verde a la matanza de Srebrenica, cuando fueron asesinados ocho mil varones bosnios musulmanes, en julio de 2005. Esta fue la mayor masacre en Europa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Karadzic utilizaba el transporte público. Tenía un pase mensual. Según la prensa serbia, fue en un ómnibus donde fue detenido el lunes por la noche. Según la versión oficial su captura fue producto de "una acción de los servicios de seguridad serbios``. Sin embargo, otras fuentes hablan de la acción de servicios de inteligencia extranjera que llevaban semanas vigilando el último domicilio conocido de un experto en medicinas alternativas, un tal Dragan Dabic.

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