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"Estoy esperando hacer de mala"

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2008-04-22 00:00:00 500x595

Matías Castro

Natalia Oreiro visitó su país en plena campaña promocional para Sedal, al mismo tiempo que diversifica su carrera. Se estrenó como diseñadora, está por editar un nuevo disco, planea una película en Tacuarembó, conduce honorariamente un programa ecológico en TV y en entrevista con El País, confirmó que escribirá esporádicamente en una revista.

Susana Giménez editará una revista con su nombre en Julio, según se anunció unos días atrás. En el mismo lanzamiento, la conductora le propuso a Natalia ser columnista fija. Ayer Oreiro confirmó que escribirá, pero no como columnista, sino que hará colaboraciones sin tema fijo. Esa era la faceta que le faltaba para mostrar que tiene cuerda para hacer muchas cosas. En persona sorprende un poco su trato elegante y amable, acorde a las tareas promocionales que le tocan, con cierto tono de chica de barrio que conserva todavía algo de la sencillez con la que se crió, y con gestos de diva, justificados con mucha cintura. Al comenzar la entrevista, le pide a las chicas que la acompañan que no hablen, ya que la desconcentran. Lo hace con mucho tacto y con una gran sonrisa, pero sabe que se la va a respetar. Después de todo, ella es el centro de toda una campaña publicitaria que la pone a la par que figuras como Marilyn Monroe, Shakira, y Madonna. Y del mismo modo que actúa así, cuando hace un comentario sobre detalles de su trabajo en la comedia Sos mi vida, se interrumpe para decir, "Perdón, yo te hablo como si la hubieras visto". El gesto es poco común y expresa la sencillez que le ha ganado una gran fama y arraigo popular. Si bien no es la figura más compleja de la farándula argentina, es alguien difícil de definir, especialmente para sus críticos. "Ecléctica" es el adjetivo con el que define lo que hace, dos veces a lo largo de la conversación. Y eso se constata fácilmente cuando se ve que al mismo tiempo que hace comedias románticas con Facundo Arana, milita honorariamente por causas ecológicas, o que a la vez que hace candombe, se declara admiradora de Bettie Page y de Alfred Hitchcock. Media hora de conversación con ella deja gusto a poco.

- ¿Encontrás vínculos entre tu nuevo perfil de diseñadora y tus roles conocidos como actriz y cantante?

- Con Adriana, mi hermana, estudiamos corte y confección juntas y nos llevábamos muy bien y decíamos de chicas que íbamos a diseñar ropa cuando fuéramos grandes. La vida luego nos llevó por distintos caminos. Mi hermana se radicó en México y se recibió de diseñadora. Lo más lindo del proyecto fue encontrarme con ella, más allá de que quería que funcionara. Ahora me considero una actriz que canta y una actriz que diseña, pero la actuación es el eje para todo lo que hago. Yo por mi lado venía encargándome de diseñar mis vestuarios en las películas y en las telenovelas. Siempre me encargué de mi ropa, nunca fui consumidora de una marca, porque no quería copiar sino tener algo personal. Nuestra idea con todo esto es apostar a un tipo de mujer más voluptuosa, un modelo años 50. Es un juego, y por otro lado entendemos que tenemos veinte familias en la empresa que están viviendo de esto. Yo disfruto mucho cuando podemos contribuir a que alguien se sienta bien, ya sea con la ropa o lo que sea.

- Este año no actuás en comedias, pero te lanzás como diseñadora, preparás un disco nuevo, vas a escribir en una revista y hacés un programa de ecología en televisión. ¿Hacia dónde te gustaría seguir con tu carrera luego de diversificarte tanto?

- Me gustaría ver esto de la actuación desde afuera, hacer dirección. Ahora hice el vestuario para una obra que dirigió Norma Aleandro, una obra under. Creo que lo de la ropa tiene que ver con tratar de entender lo que necesita el otro, que es como meterme como actriz en un personaje. Por eso pienso que pasar a la dirección puede ser un buen paso en el futuro. Además me gusta el tema de la dirección de arte. Pero son cosas que pienso para dentro de mucho tiempo, porque si bien soy muy ecléctica en mis preferencias, quiero esperar y hacer cada cosa en su momento.

- ¿Cómo trabajan a la hora de diseñar la ropa?

-La que dibuja bien es mi hermana, por herencia de mi madre que pinta super bien. Yo sólo hago figuras tipo Olivia, la novia de Popeye. Lo que pasa es que a mí me gusta mucho el cine, lo mío surge siempre desde la actriz y no tanto del mundo de las modas. Me atrae el cine de los 30 a los 40, también las actrices y las películas en blanco y negro.

- ¿Desde cuándo te involucrás en el vestuario de las producciones en las que actuás?

- En todos mis trabajos he metido cosas de vestuario. En Sos mi vida le hice la ropa a la Monita, y parecía impensable lo que propuse pero al final la veías y funcionaba. También lo hice en la última película que presenté en el Festival de Cine de Punta del Este, Las vidas posibles, en la que me tocó vestir a un personaje que tenía mucha angustia, muy sufrida, y su vestuario era como el de un oso con ropas que reflejaban eso, que es lo primero que se lleva el espectador.

- Pero esos ejemplos son más o menos recientes y de trabajos en Buenos Aires. ¿En tu etapa en Uruguay también?

- Desde siempre me involucré en el tema. Cuando empecé haciendo publicidad, con mi hermana íbamos a los castings con la ropa nuestra. Me acuerdo de haber ido a desfiles en la discoteca Locomotive con mi hermana. ¿Existe todavía la Locomotive? Es más, en el aviso de O.B. que grabé de chica, la remera a lunares que usaba la hizo mi hermana. Yo le agarraba la ropa vieja y la de mi mamá y hacía cualquier cosa. Un amigo de mi papá trabajaba en una textil y cada dos por tres le regalaba tela, y con eso mi mamá nos hacía cosas. Creo que de ahí lo heredamos. En eso tenemos una mezcla de dos chicas del Cerro que se fueron a vivir a España, seguimos manteniendo esas cosas de barrio, de hacer lo que se puede con los recursos que tenemos. Por ahí si hubiéramos nacido en otro lugar seríamos más "chicas Polo". Creo que eso de poder viajar mucho desde pequeñas nos hizo muy eclécticas, no somos ni modernas ni de alta sociedad pero tenemos mucho retro.

- Hablaste hoy de que uno de tus referentes es el cine de los 50. ¿Todas tus marcas estéticas vienen de ese período del cine?

-Cuando vi Gilda, de chica, me impresionó mucho. Fue de las cosas que más me pegaron. Después con los años me impactaron las películas de Marlene Dietrich, una mujer muy elegante. También me han gustado las películas de Hitchcock, aunque de hecho lo primero que vi de él fue la serie de televisión, y después me metí en sus películas, con sus mujeres como en Los pájaros. En la música me atraparon siempre Aretha Franklin, Billie Holliday. Otra mujer que me marcó, pero es más reciente, fue Sonia Braga, que tenía esa cosa de mujer con mucho carácter. Antes no lo entendía bien, pero siempre tuve predilección por lo antiguo o más bien retro. Verónica Castro fue otra figura, aunque no sea retro, y de hecho su telenovela Rosa salvaje es muy parecida a Muñeca brava. Esa la veía cuando mi mamá tenía la peluquería en casa, tomando la leche con pan.

- ¿Vas a hacer algún personaje así?.

-Tengo un proyecto para Internet. Será una serie de cortos de 8 minutos. Esto es algo terrible para mí, porque no tengo computadora, pero al mismo tiempo creo que es una forma de llegar al mundo sin atarte a determinado canal. La idea es hacer una serie sobre la vida decadente de una actriz, muy mala y despótica, que un día pierde todo. La idea es que descubra que la única manera en que se la acepte es que deje de ser esa arpía. Y ahí regresa.

- Has tenido personajes fuertes, pero en persona no parece que seas así.

-Siempre he interpretado a mujeres fuertes. También se busca que la heroína sufra un poco, pero que después se reivindique. Yo estoy esperando el personaje de mala, que nunca me llega. Ahí voy a ser como en Mamita querida, ¿la viste? Era aterradora pero era una historia real.

Cuatro artistas que han afectado su carrera

Bettie Page | Esta famosa modelo estadounidense de los `50, se volvió una figura de culto con los años, y Natalia la recreó para su disco "Veneno", en 2001. "Me empecé a copar con ella de adolescente. Era cuando uno se pone más rebelde, porque la descubrí como icono erótico. Era como el negativo de Marilyn. Le tomé el famoso cerquillo pero le puse un ángulo para hacerlo mío".

Marilyn Monroe | La diva del cine y la cultura popular estadounidense es otra de las figuras de la campaña publicitaria en la que participa Natalia. "Tenía 6 años y me encerraba en el galpón de mi abuela en el Cerro para remarcarme el lunar. Había algo en su look que me llamaba la atención, porque sólo veía sus fotos, no sus películas. Es un referente como mujer real, más voluptuosa que la actual. Eso es algo que me gusta de la década del 50".

Dani Umpi | "Daniel (Umpi) es muy divertido, y su novela (Miss Tacuarembó) tiene eso de él", comentaba ayer sobre este artista uruguayo, al que trata desde hace varios años, cuando la homenajeó con el Movimiento Sexy. Ahora Natalia tiene un compromiso para filmar la adaptación de esa novela y precisamente antes de venir a Uruguay, el director, Martín Sastre (también ex miembro del Movimiento Sexy) le dejó un mensaje confirmándole que la coproducción con Rosario está en marcha.

Madonna | Hace unos años, cuando filmó el video de Tu veneno, Natalia lo hizo con animación, tal como Madonna había hecho un año antes en el video de Music. Coincidencia, influencia o como se quiera llamar, ese fue un punto en común. "Para todas las mujeres que cantamos es un referente de cambio total. Es una persona que se reinventa todo el tiempo", comenta. De algún modo Oreiro mantiene también ese mismo interés por presentarse siempre con algún cambio.

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