Mi novia Emma
El protagonista (Alain Chabat) es un cuarentón experto en la creación de perfumes que adora su libertad, le encantan las mujeres, está muy seguro de sí mismo, y es el único hombre en su casa. Aunque vive solo, sus hermanas y su madre siguen lavándole y planchándole la ropa. Están hartas, claro, y se empeñan en casarlo.
Tanto lo cargosean presentándole mujeres que el personaje decide alquilar una esposa para que dejen de molestarlo. La idea inicial es que la mujer (Charlotte Gainsbourg) lo plante el día de la supuesta boda: se supone que sus parientas no volverán a insistir con el matrimonio luego de esa desilusión. Pero luego hay cambios en el plan y todo se complica.
La mujer regresa, y lo que sigue es una elaborada representación en la que él es el "bueno" y ella la "mala" para justificar una ruptura posterior. El enredo crece, y comienza a interponerse una molestia llamada amor.
Definida como una comedia a la vez "lírica" y "ácida", esta película francesa ha sido dirigida por Eric Lartigau a partir de un libreto de Laurent Zeitoun, Philippe Mechelen, Laurent Tirard, Grégoire Vigneron y Alain Chabat, a partir de una idea de este último. El elenco incluye a la veterana Bernadette Lafont como la madre.
Cómo celebré el fin del mundo
Rumania, 1989, tiempos finales de la dictadura de Ceaucescu. La adolescente protagonista (Doroteea Petre, ganadora como mejor actriz en la sección Un Certain Regard de Cannes 2006) sueña con la inexistente libertad y con mejorar la vida de su hermano, diez años menor. Sus sentimientos y afectos se escinden entre el hijo de un policía miembro del partido y un joven al que tildan de idiota, aunque sus padres son lo suficientemente listos como para ser disidentes.
La acción está hecha de pequeños detalles cotidianos (trabajos, fiestas, amores, rencores), con alguna pincelada de absurdo en torno a un niño que piensa en un asesinato político para mejorar las cosas, e intenta periódicamente suicidarse para llamar la atención. Pero por atrás de la historia individual corre el hilo invisible de la tiranía, insistido en el diálogo ("No hables mal de Ceaucescu"; "No voy a dejar que Ceaucescu te haga mal") y personalizado en un accidente trivial que genera empero consecuencias graves.
Debut en el largo del director Catalin Mitulescu, y otra muestra (con La noche del señor Lazarescu, Bucarest 12.08 ó 4 meses, 3 semanas y 2 días) de la vitalidad del nuevo cine rumano.