La admonición del rey Juan Carlos al insoportable bocazas que preside Venezuela va en camino de constituirse en "la frase del año".
Surgió espontánea y educada ante la catarata de palabras y agravios con que acostumbra a expresarse Hugo Chávez y será un recordado episodio de esta Cumbre Iberoamericana de Santiago. Es que el Rey, en esa corta intervención, resumió el pensamiento de millones de habitantes de esta región -e incluso de otras partes del mundo- que están hartos de escuchar las baladronadas y provocaciones de este ex golpista, con ínfulas de convertirse en presidente vitalicio de ese engendro tan especial que es la "democracia bolivariana".
En España -y, también en Uruguay, por lo menos- esa frase ya ha sido incorporada al lenguaje diario.