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John Travolta y un cambio de imagen

Identidades. Regresa al cine con "Hairspray", el viejo éxito musical iconoclasta del realizador John Waters. En esta oportunidad, John Travolta reemplaza al icónico travesti Divine.

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NEW YORK TIMES | CINDY PEARLMAN

¿Un gran musical con John Travolta, que maravilló a toda una generación con sus bailes en "Saturday Night Fever" (1977), "Grease" (1978) y "Pulp Fiction" (1994)? Eso no parece muy arriesgado.

Pero bueno, pensándolo bien, el musical Hairspray, que se estrena el próximo viernes en Montevideo, quizá sí sea un poco arriesgado. Después de todo, Travolta hace el papel de una mujer. De hecho, interpreta a la insolente y enorme madre de la heroína, que pesa alrededor de 135 kilos.

"Mire, yo luché por sus curvas", dice el actor de 53 años. "Los productores estaban empeñados en que pareciera un refrigerador. Yo quería que se viera como una mujer espléndida de tamaño extra grande, como Liz Taylor entrada en carnes. Una y otra vez devolví el traje de gorda hasta que lo corrigieron. Ella tenía que ser hermosa y llena de curvas."

En cuanto al baile, la experiencia de Travolta con la música disco no fue de gran ayuda.

"Fue una tortura", dice gesticulando. "Ni siquiera podía bailar y tuvimos que cambiar mis zapatos de tacones de aguja por unas zapatillas más de baile. Esa gente me traía tacones altos y delgados, como los que usaba mi madre cuando yo era niño. Yo les decía: Cuando yo era chico, las chicas usaban un tacón más grueso. Tráiganme de esos zapatos. De todos los colores. Esos tacones gruesos no matan al pie."

Basada en el musical que aún se presenta en Broadway, que a su vez es una adaptación de la comedia cinematográfica de John Waters, de 1988, en la que el papel de Travolta estuvo interpretado por el travesti Divine, Hairspray está ambientada en el Baltimore de 1962, donde Tracy Turnblad (Nikki Blonsky) es una adolescente de gran tamaño que sueña con bailar en The Corny Collins Show. Además de Travolta, que interpreta a Edna, la madre que siempre apoya a Tracy, la película está protagonizada por Amanda Bynes, Zac Efron, Queen Latifah, Michelle Pfeiffer y Christopher Walken, que interpreta al padre de Tracy.

En la entrevista en un hotel de Los Ángeles, Travolta se ve en forma, esbelto y para nada femenino, metido en unos pantalones negros y una camiseta negra. Entonces, ¿qué se necesita para que un hombre que siempre ha aparecido en las listas de los más sensuales se convierta en una matrona de gran tamaño?

"Fue una educación", responde Travolta suspirando. "Al meterme en este papel, ya sabía de las horas en la silla de maquillaje que serían necesarias y que sería un infierno sobre ruedas. La verdad es que no me importó, pues consideraba que el tiempo que pasaba en la silla era mi evolución para convertirme en mujer. Si uno lo ve de manera positiva, entonces es mucho más fácil cuando nos están poniendo encima capas de polvo y pestañas postizas."

"Cuando finalmente miré, después de que ya tenía el maquillaje y estaba usando un vestido, no me reconocí", agrega riendo. "Hice la prueba con otras personas, me paraba enfrente de ellas y les decía: `échenle un vistazo a esta chica. ¿Qué piensan de ella?` Y me daba gusto cuando escuchaba: `Es graciosa. Es chispeante. Incluso es un poco linda`."

"Yo estaba emocionado", agrega Travolta. "También sabía que tenía al personaje con los ojos, que se ven a través del maquillaje. Uno veía su ternura. Yo quería que ella fuera agradable al estilo de Delta Burke. Tenía también que ser hermosa como Liz Taylor. Necesitaba ser atractiva y observable."

"Creo que me veo mejor en el vestido de lunares", asegura el actor. "Me recuerda las imágenes que tengo de Sophia Loren de los años sesenta. La mayoría de la gente piensa que me veo mejor en mi vestido resplandeciente a la Tina Turner. Ese también me gusta, pero el vestido a lunares irrevocablemente me lo define todo."

FAMILIA. Kelly Preston, la esposa de Travolta, no tuvo problemas con esta transformación temporal. "Kelly estaba muy metida en esta película aún antes de que me contrataran", recuerda Travolta. "Le encantó la idea y adoró el libreto."

"Corte a meses después", continúa. "Kelly una vez vino al foro y me vio haciendo el número de baile y cantando Welcome to the `60s. Miré al lado del escenario y vi que ella estaba llorando. Fui con ella y le pregunté por qué. Ella me dijo: `No lo sé. Es que es una canción tan feliz, y refleja un momento de la relación entre madre e hija en la película`."

"Fue chistoso, pues era su esposo el que le estaba mostrando el máximo momento madre hija a ella", comenta Travolta. Y además, había que lidiar con el cónyuge del personaje en la pantalla, Walken.

"Chris fue mi primera opción para que interpretara a mi marido", dice Travolta. "Los dos somos viejos bailarines y hay un entendimiento común cuando nos juntamos."

Los dos brillan en una escena de baile, que literalmente detiene la película y es extrañamente conmovedora, en la que los Turnblad bailan por toda la casa hacia un callejón, al ritmo de la canción You`re Timeless to Me.

"Para mí es un punto culminante", dice Travolta, "pues Chris y yo tenemos los pies ligeros. También tenemos el sentido de la historia del baile. La verdadera clave fue que Chris y yo entendimos que este baile es acerca de un hombre muy enamorado de su esposa Edna. Una vez que Chris se comprometió a estar apasionado por su esposa, o sea yo, ya la habíamos hecho."

"Chris finalmente me dijo: `Oh, ya entiendo, John. Él está loco por ella. Él la quiere. Son unos salvajes en la cama`, recuerda Travolta. "Yo le respondí: `Sí, ya entendiste. Los dos están apasionados uno por el otro.` Entonces Chris me dijo: `Siendo así ahora puedo actuar coquetamente contigo y tú puedes reaccionar.`"

"Esa energía que me llegó fue lo que lo hizo funcionar," agrega. "Si Chris hubiera actuado distante o excéntrico, no hubiera sido tan bueno. Pero fue excelente, pues él me ve bailar y sonreír. Es maravillosa la idea de que él prefiera a una mujer talla 60 y piense que es muy sensual."

Muy bien, entonces, de esos dos veteranos bailarines, ¿quién llevaba a quién al bailar? "Creo que él tuvo que llevarme", responde Travolta riendo, "pues él era el hombre."

MOVIMIENTOS. El actor también inventó un movimiento de baile durante el final de la película, sacudiendo las caderas, deslizando dos dedos por las cejas y después apuntándolos hacia la madre de la chica mala (Michelle Pfeiffer).

"Todos piensan que ese movimiento de la mano es un homenaje a Tiempos violentos", dice Travolta. "En realidad es una manera de decirle que la traigo entre ojos. Es un movimiento con dos dedos que da la impresión de que yo la estoy observando y que más le vale no ser mala con mi hija, porque si no ..."

Las perspectivas de Hairspray parecen promisorias, pues Travolta ha estado en el candelero últimamente. El maestro de los regresos exitosos a la pantalla se volvió a apuntar un éxito este verano, cuando marcó uno de los más grandes éxitos de taquilla de su carrera con Rebeldes con causa, una comedia sobre un motociclista de edad madura, protagonizada también por Tim Allen, Martin Lawrence y William H. Macy.

"Quedé gratamente sorprendido, aunque la verdad no tan sorprendido, de que esta película hubiera tenido tanto éxito", revela Travolta. "La razón por la que hice esa película es que yo quería verla, ya fuera que yo estuviera en ella o no. Me encanta la idea de cuatro tipos de edad madura recorriendo las carreteras en motocicleta. El libreto era gracioso y la selección de actores lo hizo más gracioso."

Proyectada para ganar 20 millones de dólares en el fin de semana de su estreno, Rebeldes con causa recaudó el doble y ganó 250 millones de dólares en todo el mundo. "Muy de vez en cuando tengo un instinto acerca de una película", dice Travolta. "Lo tuve con Grease, lo tuve con Fenómeno (1996), con Contracara (1997) y ahora con Rebeldes con causa."

Aunque no ha hecho un musical desde Grease, su corazón está con el género. "Han tratado de que participe en musicales desde hace años, incluso en Chicago (2002), que desafortunadamente rechacé. Esta vez, los mismos productores me dijeron: `No te vamos a dejar ir`."

Los varios vaivenes de un tema

"Hairspray" comenzó siendo un film musical dirigido en 1988 por el iconoclasta John Waters, un hombre que ha sido definido diversamente como un provocador, un Almodóvar norteamericano o el rey del mal gusto. Entre otras cosas, fue la película que convirtió al travesti Divine, que encarna al mismo personaje que Travolta repite ahora, en un ícono "gay".

La película de Waters inspiró en 2002 el musical de Broadway del mismo nombre, ganador de ocho premios Tony. Ahora el círculo se cierra, y ese musical (como en el caso de "Los productores", que también empezó siendo una película antes de llegar al escenario y volver al cine) vuelve a la gran pantalla.

Ubicada en 1963, la historia se centra en Tracy (Nikki Blonsky), una joven soñadora que sueña con bailar en el show de Corny Collins (Zac Efron, de High School Musical), el programa de baile más famoso de Baltimore. Su madre Edna (John Travolta), tan generosa de cuerpo como Tracy, continuamente le recuerda con la mejor de las intenciones que debido a sus características físicas no podrá bailar nunca en un programa de televisión.

Sin embargo, Tracy no cesa en sus ganas de cumplir su sueño, logra participar en el programa y de un día para otro se vuelve famosa. Esto, lógicamente, la hace enfrentar con toda clase de perdedores y envidiosos.

El modelo original de Travolta

Se llamaba realmente Harry Milstead, nacido en Towson, Maryland, el 19 de octubre de 1945. Murió el 7 de marzo de 1988. Con el seudónimo de Divine, tuvo su cuarto de hora interpretando papeles femeninos para el grupo teatral Dreamlanders, de donde saltó a varios films de su amigo desde la infancia, el transgresor cineasta de Baltimore John Waters, para quien participó en películas como Pink Flamingos, Female Trouble, Polyester y Hairspray.

En los años 1980 se introdujo con éxito en la industria de la música. Su máximo triunfo fue el sencillo You think you`re a man.

En 1988, fue elegido/a para participar de la serie televisiva Matrimonio con hijos, pero falleció inesperadamente mientras dormía. Los productores mandaron a su entierro flores con una tarjeta que decía, con sarcástico humor negro: "Si no querías hacer el show, podrías haberlo dicho antes".

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