TREINTA Y TRES | MARCO RIVERO

Parecía una película de acción de bajo presupuesto o una comedia metafísica de Woody Allen: el recluso en fuga se mimetizó con los policías que lo perseguían y se buscó a sí mismo. Hasta que lo encontraron.

El preso, trasladado del Comcar a la capital olimareña, fugó por los pasillos del hospital: en sus dos horas de libertad robó dos motos, una bicicleta, se disfrazó de policía, se hizo de un arma de juguete y se sumó al grupo que procuraba su captura. Roberto Darwin Cruz había sido trasladado a Treinta y Tres junto a otros 10 presos por la medida que dispuso el Ministerio del Interior para descongestionar Comcar y Libertad. Ahora volverá al Comcar pero tendrá una historia que contar durante las horas muertas de la reclusión.

No es el único caso de los 189 presos que fueron trasladados a cárceles del interior que está complicando a las autoridades. En Paysandú dos presos volvieron al Penal de Libertad luego que se descubrió un plan de fuga que incluía el ingreso de armas al establecimiento y un auto que los iba a estar esperando.

DE PELÍCULA. El 21 de agosto Cruz llegó a Treinta y Tres desde el Comcar. El viernes dijo que tenía un fuerte dolor en los ojos y lo trasladaron al hospital.

Cuando le sacaron las esposas para que el médico lo revisara, inició una loca aventura que terminó dos horas después.

A las 19 huyó del hospital. El plan que tenía en principio era llegar hasta la casa de su esposa, que está embarazada, y que se había mudado a Treinta y Tres en la misma fecha en que su pareja había llegado a la cárcel. También estaba su madre. Ya se había dispuesto el cierre de fronteras, pero al parecer Cruz no pensaba abandonar enseguida el departamento.

En la carrera lo primero que se procuró fue un vehículo más rápido que las piernas. Así, robó primero una bicicleta pero la dejó algunas cuadras después: la cambió por una moto. En un momento se sintió cercado y se metió en una casa que, casualmente, era de un agente policial. Cuando vio el uniforme la idea vino sola: se vistió de policía, se subió a la moto y en minutos se unió al grupo de uniformados que lo buscaban, comandados por el propio Jefe de Policía, Luis Martinelli. No tuvo problemas en mimetizarse y durante varios minutos, a la manera borgeana, colaboró con esmero en la búsqueda junto a otros hombres.

PASAJE DE VUELTA. El apuro por llegar a la casa donde estaba su esposa le jugó en contra. En un momento se despegó del grupo de policías y pasó al frente a gran velocidad, rebasando incluso al Jefe de Policía que iba a la cabeza. Lógicamente, llamó la atención.

El propio jerarca inició la persecución que se prolongó unos 15 minutos hasta que Cruz perdió el dominio de la moto y cayó. Aunque se paró y corrió hacia un campo, minutos más tarde era recapturado, a pesar de que intentó amedrentar a los policías con un arma de juguete que también había robado de la casa del policía. Martinelli anunció que el lunes efectuará el trámite para que el recluso sea devuelto al Comcar.

"Yo había dado directivas específicas sobre cómo manejarse en los traslados, pero este hecho, evidentemente, se produce por fallas en la operativa", indicó el jefe de Policía.

Dos reclusos que fueron transferidos a la cárcel sanducera el mes pasado, en el marco de la redistribución de presos dispuesta por el Ministerio del Interior, fueron nuevamente trasladados al Penal de Libertad el pasado jueves. Las autoridades carcelarias habrían detectado que los reclusos planeaban fugarse y que para ello contaban con el apoyo de personas, que desde el exterior del establecimiento les proporcionarían armas y un vehículo. Fuentes oficiales consultadas por El País señalaron que el nuevo traslado fue producto del seguimiento y evaluación que se realiza sobre los internos. Se trata de dos reclusos poseedores de profusos antecedentes penales provenientes del Comcar y de La Tablada, que llegaron con otros ocho presos a Paysandú el pasado 23 de agosto.