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El capo narco que eligió Uruguay

"El Chupeta". Uno de los traficantes de cocaína más poderosos del mundo se estaba por mudar al país. Seguridad para su familia y facilidad para operar eran sus argumentos para radicarse

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EDUARDO BARRENECHE

El narcotraficante más buscado del mundo se iba a mudar a Uruguay. Según Juan Carlos Ramírez Abadía (44), eso facilitaría las "transacciones de cuentas bancarias". Además, estiman fuentes locales, pensaba en la seguridad de su familia.

Unos días antes de ser capturado en su lujosa mansión de Sao Paulo, el capo del cartel del Norte del Valle envió dos camiones con sus pertenencias hacia Uruguay.

Planeaba retirarse de los negocios y vivir como un millonario manejando varias empresas que abrió en Brasil. Su fortuna personal está estimada en U$S 1.800 millones.

La Policía Federal brasileña afirmó que uno de los líderes del mayor cartel colombiano de tráfico de cocaína entró varias veces a Uruguay, desde Brasil, como si hubiese sido su "lugar de descanso".

El viernes fueron congeladas dos cuentas en el Banco República que la policía brasileña había identificado. Una de ellas está a nombre de los brasileños André Telles Barcelos y Elaine Barcellos, detenidos en Brasil el mismo día que Ramírez.

En la otra figura como titular la colombiana Milareth Torres Lozano, un nombre ficticio para Jessica Hojas, la esposa de "el Chupeta". Altas fuentes del BROU señalaron a El País que ya entregaron información sobre esas cuentas a las autoridades de la Brigada Antidrogas que investigan las conexiones en Uruguay que contaba Ramírez Abadía.

Las mismas fuentes indicaron que los movimientos de dinero fueron "sigilosos", "discretos" y descartaron que "hubo omisión" de la entidad en los controles de las transacciones.

Según una alta fuente de la investigación, la Policía busca armar un "organigrama" de las empresas de Ramírez Abadía que actuaron en Uruguay y luego enviará esa información a la Policía Federal, quien se encarga de las investigaciones sobre el narco en San Pablo y otros cinco estados de Brasil.

Agregó que la investigación demorará varios días, ya que se deberá analizar todos los movimientos de las cuentas bancarias de personas allegadas a la organización delictiva.

Además, la Justicia y la Policía uruguaya sospechan que los bienes del narco en Uruguay se encuentran disimulados bajo una maraña de testaferros de bajos ingresos de nacionalidad brasileña, así como sociedades anónimas y de responsabilidad limitada de Uruguay.

"Los delitos de `cuello blanco` son de alta sofisticación. Poseen una ingeniería que hay que desmantelar. Puede llevar meses o años", dijo un investigador. En caso que la Policía de Uruguay encuentre indicios sobre el accionar del cartel colombiano en Uruguay, en los próximos días llegarán a Uruguay delegados de la Policía antidrogas de Estados Unidos (DEA), que colaboró en la captura del Chupeta en Brasil. Según se informó, fue identificado por la voz.

Los diarios brasileños O Globo y Folha de San Pablo consignaron que el dinero era transferido a Uruguay desde México y España. Ingresaba en las cuentas del Banco República y luego salía hacia Brasil mediante negocios ficticios realizados por empresas de exportación e importación, de ventas de embarcaciones, piscicultura, elaboración de alimentos que el narco poseía en Brasil. En Colombia tuvo una empresa, distribuidora farmacéutica, que se llamaba sugestivamente Disdrogas Ltda.

El viernes 10, tres órdenes de allanamiento firmadas por el juez penal Pedro Salazar permitieron a la Brigada Antidrogas incautar documentos en estudios jurídicos de Montevideo sobre posibles negocios que empresas de Ramírez Abadía y testaferros habrían realizado en Uruguay.

Fuentes de la investigación indicaron que aguardan nuevos datos que fueron solicitados a Brasil para realizar nuevos procedimientos.

Teniendo en cuenta que el narco estaba a punto de instalarse en Uruguay se presume que contaría en el país con una infraestructura logística mínima para moverse, que incluye seguridad.

PRINCIPIO DEL FIN. En el año 2006, una potente lancha cargada de cocaína fue interceptada en el Caribe por helicópteros de Estados Unidos. La embarcación fue abandonada en los Cayos de la Florida.

Días después, la Policía colombiana allanó un depósito y encontró un video: el capitán de la lancha había sido descuartizado con una sierra eléctrica. La droga incautada en la lancha era del cartel del Valle del Norte, cuyo líder era Juan Carlos Ramírez Abadía (44).

El traficante es considerado un hombre muy violento. Era el segundo hombre más buscado del mundo después de Osama Bin Laden y sobre su cabeza pesaba una recompensa de U$S 5.000.000. Ya había sido investigado en el pasado por la Policía uruguaya, dijo a El País el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani.

Las agencias policiales de la región no cuentan con indicios acerca de que Ramírez Abadía -considerado el sucesor de Pablo Escobar- estuviera vinculado al tráfico de drogas en el Cono Sur. Sin embargo, los indicios encontrados por la Policía Federal brasileña sí lo relacionaban con el lavado de "dinero sucio".

A mediados de 2006, el narco conocido por los alias de "Chupeta", "Tonho" o "Lollipop" según las múltiples identidades que utilizaba, estuvo a punto de ser atrapado por la policía de Buenos Aires, pero un movimiento en falso de los agentes argentinos echó por tierra la operación, dijo el director de la Policía colombiana, general Óscar Naranjo.

El jerarca señaló que, luego la cacería del traficante se extendió a Uruguay y a Paraguay e incluso informes de inteligencia indicaban que, durante unos meses, se había escondido en Tijuana (México).

Durante varios meses, montó en Brasil una red de lavado de dinero mediante la creación de 16 empresas. Para ello contó con la colaboración de un amigo del narcotráfico: Juan Carlos Ortiz Escobar, sobrino de Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín asesinado en 1993, según informó el noticiero brasileño Jornal Nacional.

Para poder escapar de la vigilancia brasileña, Ramírez Abadía se hacía pasar como ciudadano italiano residente en Argentina con el nombre de Marcelo Javier Unzué.

En dos años, "Chupeta" se realizó por lo menos cuatro cirugías estéticas en los pómulos y la nariz para dificultar su identificación. Su captura fue planificada luego que la Policía Federal recibiera la confirmación de su voz realizada por agentes estadounidenses. Además, el narco confesó su nombre durante el allanamiento policial. El video filmado por los policías lo mostró con el torso desnudo, exhibiendo un tatuaje que lo identifica con el cartel del Norte del Valle.

Además, según la filmación policial que fue compartida con agencias de noticias como BBC o Reuters, el detenido fue obligado, ya con las esposas puestas, a abrir cajas fuertes y cajones que estaban con llave.

Siguiendo un mapa hallado en el allanamiento, los policías ubicaron U$S 1,5 millones en bolsas enterradas en el jardín de una casa en la ciudad de Campinas, cerca de So Paulo.

Horas más tarde, un equipo de la DEA intentó interrogarlo. Ramírez Abadía respondió: "tengo toda la vida para hablar con ustedes". Al otro día, miércoles 8, su abogado señaló que el traficante prefería ser extraditado a Estados Unidos lo antes posible y que estaba dispuesto a colaborar con la Justicia de ese país porque tenía miedo de ser asesinado en Brasil. Ayer fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad en Campo Grande, Mato Grosso.

Las cifras

U$S 5: era el monto de la recompensa que EE.UU. ofrecía por el detenido: la Policía brasileña dijo en un comunicado que no la aceptará

16 es la cantidad de empresas de diversos rubros que Ramírez Abadía maneja en Brasil y que pretendía administrar desde Uruguay

Llegó con 4 millones en la valija

La caza del traficante comenzó en Curitiba, dos años atrás. Un incidente menor con un avión en el aeropuerto "Bacacheri" alertó a la Policía Federal: una enorme cantidad de dinero había sido transportada en el avión.

El diario "Gaceta del Pueblo" señaló que el piloto André Barcellos, oriundo de Rio Grande del Sur, fue detenido por el ingreso ilegal de fondos a Brasil.

En Curitiba operaba uno de los principales "brazos" de la organización. Entre las detenciones realizadas por la policía esta semana se encuentran tres colombianos muy ligados a Ramírez Abadía . Citando a la Policía Federal, el diario informó que la investigación vinculó a Barcellos con Ramírez Abadía.

El piloto resultó ser el brazo derecho del narcotraficante y responsable del transporte de dinero. Tras ser capturado, "Chupeta" confesó a la Policía que llegó a Brasil en 2004 en barco. Luego de desembarcar en el litoral de Ceará, fue trasladado en un pequeño avión a la ciudad de Barretos, a 424 kilómetros de San Pablo. En una valija de mano, confesó, traía U$S 4.000.000.

Usó el documento de un médico argentino

La Nación / GDA

"No lo puedo creer", reaccionó, perplejo, Marcelo Javier Unzué, el verdadero, un médico nacido en Bolívar en enero de 1963 y que hoy reside en Lomas de Zamora, al enterarse sobre la detención en San Pablo del narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, que tenía una licencia de conducir con su nombre.

Unzué, que trabaja en un servicio de hemoterapia en Temperley, dijo que nunca perdió ese documento pero que, si bien no recordaba con precisión la fecha, hace unos tres años y medio había sufrido el robo de varias pertenencias del interior de su auto en Lanús. En ese episodio, entre otras cosas, le desapareció su registro de conductor.

Sin embargo, ese hecho no termina de cerrar la historia ya que la fecha de expedición del documento que tenía Ramírez Abadía era de noviembre de 2005.

Según comentó Unzué, el registro tiene algunos datos ciertos como el número de documento (16.036.657) o la fecha de nacimiento (3 de enero de 1963), y otros que habrían sido fraguados como la fecha de expedición. Las alteraciones pueden apreciarse también en la fotografía que lleva el documento, ya que Unzué dijo nunca haber usado lentes.

Desde el Ministerio de Gobierno bonaerense, organismo responsable de la documentación, se informó que, en principio, se trata de un documento verdadero que había sido adulterado. En este sentido, la Justicia del municipio de Bolívar investiga desde hace un tiempo la aparición de una importante cantidad de licencias de conducir apócrifas. Se sospecha que existe una organización dedicada a conseguirlas y venderlas.

Por otra parte, la Policía argentina estaría revisando datos de la Dirección de Migraciones para establecer si existen salidas del país con el nombre de Unzué. Si bien no está confirmado que Ramírez Abadía viviera en algún momento en Argentina, la prensa colombiana informó hace unos días que estuvo allí a mediados de 2006. En dicha oportunidad, habría estado a punto de ser detenido.

Diplomado traficante millonario

Juan Carlos Ramírez Abadía (44) nació en una familia de clase media colombiana y se diplomó en Economía en Bogotá. A partir de 1986 se vinculó al narcotráfico. "Chupeta" armó su propia red de comercialización de cocaína en Nueva York y las ganancias del tráfico las invirtió en negocios legales a nombre de familiares y terceros.

Mientras fue investigado por la Policía Federal, el narco vivía en mansiones muy bien equipadas, de las que salía poco. No se relacionaba con sus vecinos de los barrios privados, pero ninguno sospechó que fuera traficante.

Según la Policía Federal, la mansión de "Chupeta" en Aldeia da Serra (San Pablo) estaba valuada en casi U$S 2.000.000. La mayoría de los livings de la casa tenían televisores plasma, incluso en una de las salas había uno de 72 pulgadas con home theatre. El patio de la residencia tenía una piscina de agua caliente.

"Chupeta" también era dueño de estancias en Minas Gerais y Río Grande del Sur, de distintos comercios en San Pablo y una lancha de más de U$S 1.000.000. Contaba con casas en Porto Alegre, Curitiba, Angra dos Reis y Jureré, una de las cuales vale U$S 1.500.000.

Durante su captura el martes 7, los policías brasileños encontraron escondidos dentro de parlantes y bafles, unos U$S 544.000, 250.000 euros y 55.000 reales. Además, se incautaron seis autos blindados, jet skis, lanchas, 150 celulares y una colección de relojes de marca.

Gracias a la información recabada en la mansión, la Policía supo que Ramírez Abadía era el propietario de los más de U$S 80.000.000 en efectivo y cerca de 350 lingotes de oro que halló la Policía colombiana a comienzos de este año en varias viviendas de la ciudad de Cali.

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