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Antártida: sector privado financiaría investigación

Parlamento. Alientan medidas para bajar el alto déficit

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DANIEL ISGLEAS

Una novedosa idea se está manejando a nivel parlamentario: la instrumentación de vuelos hacia y desde la Antártida con pasajeros interesados en el desarrollo de proyectos científicos

La necesidad de recursos en dependencias de las Fuerzas Armadas lleva a que surjan ideas. Una de ellas es que el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) organice vuelos al continente helado llevando a visitantes y contribuyentes. Puede estar gestándose el turismo científico antártico.

Desde el Parlamento se está promoviendo ahora una iniciativa para darle al Instituto el instrumento legal que permita una auto generación de proventos en busca de atenuar el pronunciado déficit de gestión que tiene el organismo, que rondará los U$S 500.000 a fines de año y que se acentúa ejercicio tras ejercicio.

La idea básica es que el Instituto pueda organizar el desarrollo de un programa de visitantes antárticos, formando una especie de club de contribuyentes para los proyectos de investigación y desarrollo en distintas áreas, explicaron a El País fuentes legislativas.

Esta iniciativa se podría viabilizar en el proyecto de Rendición de Cuentas a estudio del Parlamento, estableciéndose una disposición que autorice al IAU a embarcarse en ese tipo de proyectos.

En la previsión presupuestal que el Instituto presentó el año pasado al Ministerio de Defensa Nacional, se le propuso impulsar un artículo para que se permitiera la generación de proventos a fin de utilizarlos en beneficio propio, pero el Ministerio no lo envió en la Rendición de Cuentas. Lo mismo sucedió este año.

Ahora, la iniciativa puede prosperar dado que surgió en el propio ámbito legislativo de la bancada de gobierno.

MáS VUELOS. Pero, desde el punto de vista logístico, la concreción de estos viajes no aparece sencilla. Para hacerlos con un rédito se ha calculado que se necesitan al menos 10 vuelos por año. Ahora, con las limitaciones presupuestales que afronta el Instituto, se realizan solamente cuatro vuelos por año. Esos vuelos hoy en día van repletos porque la capacidad de las aeronaves se aprovecha al máximo. De modo que no se podría incluir visitantes en ese esquema de transportes.

El 65% del presupuesto anual del IAU se destina al pago de combustibles, ya sea para el avión o el barco que hacen los traslados. Y también se destina al funcionamiento de los generadores con que se mantiene habitable la propia estructura de la base científica Artigas.

Adicionalmente a los vuelos que llevan suministros y relevo del personal. El traslado de pasajeros dentro del programa de visitantes antárticos podría verse complementado con el envío de carga para bases de otros países ubicadas también en la isla Rey Jorge.

El Instituto Antártico tiene un problema serio de recursos. Al cerrar el año 2007, el déficit será de U$S 500.000. A esta altura del año es de U$S 250.000, cifra que se duplicará con el viaje en barco que se hace en el mes de diciembre.

CUARTO DE SIGLO. La presencia de Uruguay en la Antártida ha cumplido 27 años.

Uruguay ingresó como miembro adherente del Tratado Antártico el 11 de enero de 1980 y fue aceptado como miembro consultivo el 7 de octubre de 1985.

Ha realizado la instalación de la Base Antártica Artigas, y un refugio en la Península Antártica donado por el Reino Unido y ha desarrollado actividades científicas en diversas áreas.

La Base Científica Antártica Artigas se encuentra ubicada en la Isla Rey Jorge, perteneciente al grupo de islas conocidas como Shetland del Sur. Este grupo de islas se encuentra a unos 100 km al norte de la Península Antártica y a unos 1.000 km al sur del extremo sur del continente sudamericano.

La Base uruguaya está a 3.700 km de Montevideo y 3.104 km aproximados del Polo Sur geográfico.

Las bajísimas temperaturas y los fuertes vientos, son las características predominantes del clima en la zona.

La temperatura promedio en el interior del continente es de 50° C bajo cero en invierno y de 20° C bajo cero en verano, habiéndose registrado el récord de frío en la Base Antártica rusa de Vostock con 89° C bajo cero.

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Vázquez aún no pudo ir a la Base

El presidente Tabaré Vázquez no tuvo tanta suerte como el diputado Víctor Semproni. Al menos, Semproni pudo visitar la Base uruguaya en abril, mientras el mandatario debió suspender una visita que tenía previsto en febrero pasado. Miembros de las comisiones de Defensa del Senado y Diputados han visitado la Base, quedando impresionados por el nivel de trabajo e investigaciones que se realiza en el lugar. La visita de los políticos pretende despertar la conciencia de los gobernantes. Un informe elaborado por diputados de todos los partidos fue entregado en febrero de este año a la Presidencia de la República, y en él se alerta sobre la falta de recursos para la Base. Además, propone suscribir convenios con otros países a fin de obtener financiamiento para equipamiento tecnológico necesario.

Un tipo de turista especial

Actualmente, hay 18 agencias de viaje que están oficialmente autorizadas a organizar actividades en la Antártida. Los viajes están estrictamente regulados de acuerdo con las reglamentaciones vigentes dentro del Sistema del Tratado Antártico y el Protocolo de Madrid. Una excursión al Glaciar Collins, avistamiento de fauna autóctona, convivencia con el personal de la Base Científica Antártica Artigas e involucramiento con los proyectos en desarrollo, figuran entre las ofertas más atractivas que para un turista en el hasta el continente helado. Pero lo que se persigue con este proyecto del Instituto Antártico Uruguayo es algo más que un turista común: es una persona comprometida con los programas científicos al punto tal de patrocinarlos con su aporte financiero. En la base -ubicada a 3.700 km. al Sur de Montevideo- se desarrollan proyectos sobre la salud humana, en particular acerca de su adaptación al medio ambiente antártico, biológicos, del Glaciar Collins como sensor natural del calentamiento global, y otros estudios oceanográficos, atmosféricos y físicos.

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