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Viernes Santo: qué se puede comer y qué no

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Plato de pescado y mariscos. Foto: Pxhere

SEMANA SANTA

La tradición se basa en una normativa de la Iglesia Católica que tiene su origen en la práctica del ayuno como signo de penitencia y purificación.

Cada año, la Iglesia Católica acostumbra a celebrar una de las festividades más importantes en su calendario: la Semana Santa. Durante la Semana Santa, los fieles cumplen con diversas tradiciones, entre las que se encuentra evitar el consumo de carne, especialmente las llamadas carnes rojas, como la de vaca. Tal es así que esto va de la mano de la costumbre de comer pescado, cuyo consumo suele aumentar en estas fechas. Pero, ¿por qué no se come carne en Semana Santa y cuáles son los días en que no se debe hacer?

La costumbre se basa en una normativa de la Iglesia Católica que tiene su origen en la práctica del ayuno como signo de penitencia y purificación, algo común con otras religiones desde hace milenios. Se dice que la carne roja representa el cuerpo de Cristo crucificado, por ello los católicos practicantes para honrar el sacrificio hecho por Jesús y cumplir con las Sagradas Escritura evitan la carne y cualquier otro derivado.

Alimentos para sustituir la carne en Semana Santa

En los días de Semana Santa muchos fieles suelen comer pescado para sustituir la carne y cumplir con las tradiciones de la Iglesia Católica. Pero ¿qué otros alimentos puedo consumir durante esta festividad? A continuación, te damos algunas opciones nutritivas:

Garbanzos. Los garbanzos son una excelente fuente proteínas, fibra, vitaminas B y minerales, por lo tanto, un alimento nutritivo y recomendable en la dieta, sin importar se obtengan secos o enlatados.

Tienen un índice glucémico bajo y contienen amilosa, un almidón resistente que se digiere lentamente. Estos factores ayudan a prevenir aumentos repentinos en los niveles de azúcar en sangre y de insulina, lo que puede mejorar el control general del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2.

Lentejas. Las lentejas poseen un alto contenido en proteínas de origen vegetal. Además, tienen un índice glucémico bajo, pocas grasas, y están libres de gluten y colesterol.

De acuerdo a la Escuela de Salud Pública de Harvard, además de proteínas, las lentejas son ricas en: folato, fibra (tanto insoluble como soluble), hierro, potasio y polifenoles (antioxidantes).

Seitán. Seitan proviene del gluten de trigo, “vital wheat gluten”. Es un ingrediente muy usado para preparar productos que simulan carne, tiene una textura similar a la del pollo y un sabor suave. Es rico en proteínas, riboflavina, niacina y vitamina B-6, pero no contiene calcio ni hierro. No es seguro para las personas con enfermedad celíaca.

Una porción de 4 onzas de seitán contiene 28 gramos de proteína, 140 calorías y 2 gramos de grasa.

¿Por qué se come pescado?

Durante algunos pasajes de la vida de Jesús, plasmada en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, el pescado ha estado presente por encima de la carne de otro animal. Por ejemplo, cuando multiplicó los panes y el pescado para alimentar a un pueblo entero.

El animal también aparecería en el Evangelio de Juan (21:5) en el que se menciona: “Entonces Jesús les dijo: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No”. Además, es mencionado en la denominación que le otorga a Pedro tras La Pesca Milagrosa, llamándolo ‘Pescador de Hombres’.

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