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La vida mirando al cielo: así funciona el día a día de los meteorólogos

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Sala donde se hacen los pronósticos en Inumet
MARCELO BONJOUR

INUMET

En Inumet trabajan meteorólogos, climatólogos, estadistas y observadores. Se dedican a mirar el cielo y monitores de radares para hacer un pronóstico o a analizar datos para conocer el clima.

Seguramente su día empieza, más o menos, así: se levanta, se baña, desayuna, mira cómo estará el tiempo, decide cómo vestirse y sale de su casa. O quizás miró el pronóstico la noche anterior y dejó, a los pies de la cama o el sofá del living, la ropa lista para la jornada. O quizás no lo hizo nunca, no chequeó si iba a llover y salió sin paraguas y justo antes de llegar a la parada del ómnibus empieza a llover. O quizás se toma un taxi y el taxista le comenta lo lindo que está el día, le dice “y eso que daban frío para hoy”.

El pronóstico del tiempo es parte de la vida de los uruguayos: está en la conversación de todos los días. O lo que es lo mismo: la meteorología está en todas las cosas. El agro necesita de la meteorología, la aeronáutica necesita de la meteorología, la arquitectura necesita de la meteorología, la salud necesita de la meteorología y las personas, todas, necesitan de la meteorología.

Desde 2013, el pronóstico de tiempo y el clima en Uruguay están a cargo del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) -antes se denominaba Dirección Nacional de Meteorología- que tiene su sede en el centro de Montevideo, sobre la calle Barrios Amorín.

Sin embargo, la meteorología se trata, en primera instancia, de recolectar datos: son los que hacen posible todo análisis posterior. Y eso no ocurre allí, en Barrios Amorín. Eso pasa lejos del centro de Montevideo y sucede en 18 lugares distintos del país en simultáneo. Se trata de las estaciones meteorológicas: los sitios en los que todo comienza.

La recolección de datos

Es un día celeste a las diez y media de la mañana en el Prado. Ya comenzó el otoño, pero el calor aún sigue intenso. Allí, entre el Rosedal, el estadio José Nasazzi y el Círculo de Tenis, se encuentra la Estación Meteorológica. En total Inumet tiene 18 estaciones en todo el país. Son los sitios desde los que los observadores meteorológicos recogen datos y los envían para el análisis posterior que realizarán meteorólogos y climatólogos.

“Los datos que obtenemos en las estaciones meteorológicas son la materia prima de todo lo que viene después”, explica Alfredo Maggiolo, jefe de la estación del Prado. “Sin estos datos que obtenemos acá no habría nada más”.

Allí solo trabajan observadores, personas encargadas de mirar el cielo y la visibilidad, de controlar los pluviómetros y de medir las variables que dan los abrigos meteorológicos o las estaciones de medición convencionales: se trata de una especie de caja rectangular ubicada sobre el césped a 1,50 metros del suelo, a la sombra y mirando hacia el Sur, que adentro tiene un termómetro seco y uno húmedo -de la relación entre ambos se sabe cuánta es la humedad- un evaporímetro, un termógrafo y un hidrógrafo que va marcando las humedades.

Alfredo Maggiolo, director de estación meteorológica del Prado.
Alfredo Maggiolo, director de estación meteorológica del Prado. Foto: Leonardo Mainé.

Todos los días del año, cada una hora, el observador de guardia sale, mira hacia arriba, mide, anota los datos del abrigo meteorológico, y los manda a la central de análisis.

También hay estaciones automáticas, que envían información cada diez minutos. Además, cada tres y cada seis horas, hay un intercambio de datos a nivel regional y a nivel mundial, respectivamente. Así se va armando el archivo que permite entender, por ejemplo, de qué manera ha impactado, a lo largo de los años, el calentamiento global en Uruguay. Porque el clima es eso: una acumulación de datos.

El análisis de los datos

La sede central de Inumet, sobre la calle Barrios Amorín, está en un edificio antiguo en el que alguna vez funcionó un hospital. Allí, en una habitación de ventanas blancas, funciona el Departamento de Pronóstico del Tiempo y Vigilancia, en el que trabajan 13 meteorólogos que se dividen para hacer guardias de 12 horas en equipos que, en general, son de dos personas.

“Ellos son los responsables de emitir los pronósticos generales para la población, el pronóstico marino, el del agro y las alertas”, diceNéstor Santayana, meteorólogo, director del área de Meteorología y Clima para la Sociedad. Del pronóstico para la aeronáutica se ocupa el Departamento de Predicción que funciona en el Aeropuerto de Carrasco.

Para hacer esos pronósticos y poder emitir alertas, los meteorólogos están todo el tiempo observando ocho monitores que les ofrecen diferentes datos: en uno se muestran sensores para detectar tormentas en tierra, en otro hay datos de las estaciones meteorológicas, en otro hay información de radares brasileños que tienen cobertura en la frontera Norte de Uruguay y radares argentinos, que cubren la frontera Oeste —el país no tiene radares propios y esa es una lucha que vienen dando desde hace años— y en otro hay telepluviómetros que detectan las lluvias en tiempo real —Inumet cuenta con más de 60 instalados en todo el país—.

“Todo son herramientas fundamentales para el monitoreo de la atmósfera, para saber qué está pasando y qué puede pasar en las próximas horas”, explica el meteorólogo.

Néstor Santayana mirando un mapa
Néstor Santayana mirando un mapa. Foto: M. Bonjour.

Porque la meteorología, también, se trata de adelantarse en el tiempo: de poder entender cuando una tormenta se aproxima y avisarle a la población, de saber cuándo emitir una alerta amarilla o una naranja o una roja, incluso cuando el fenómeno del que se alerte finalmente no ocurra.

“Siempre preferimos avisar, porque es una forma de prevenir. Por ejemplo, en las inundaciones de 2016 empezamos emitiendo alerta amarilla, pasamos a alerta naranja y un día ya había miles de evacuados y sabíamos que iba a seguir lloviendo. Así que emitimos alerta roja. Esa noche evacuaron cerca de 12 mil personas. Al otro día nos llamaron del Sinae y nos dijeron que gracias a la alerta pudieron actuar de forma distinta, más eficiente”, dice Santayana. Para eso también está Inumet.

Hay otros departamentos que forman parte del instituto, como el de pluviometría, que lleva el registro de las lluvias en todo el país. Y también, en paralelo al de pronóstico, está el de Variabilidad Climática y Cambio Climático. Allí se encargan de analizar, estudiar y comparar los datos históricos que avalan, por ejemplo, eso de que en Uruguay tenemos un clima templado. Para eso también está Inumet.

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