A Tesla (y a Musk) ya no le interesa fabricar autos

De autos eléctricos a robots humanoides y taxis autónomos: el nuevo plan de Elon Musk

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, hablan con la prensa sentados en un vehículo Tesla en el Pórtico Sur de la Casa Blanca el 11 de marzo de 2025 en Washington, D.C.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, en un vehículo Tesla
Foto: AFP

Tesla ya no se define como un fabricante de autos eléctricos. Un nuevo paquete de compensación propuesto por el directorio podría otorgar a Elon Musk hasta 1 billón de dólares si cumple una serie de objetivos que buscan transformar el modelo de negocio de la compañía.

El plan coloca el foco en robots humanoides, robotaxis y sistemas de conducción autónoma, con la intención de que Tesla sea evaluada como una empresa de robótica y software más que como una automotriz.

El paquete establece 12 metas a alcanzar en los próximos 10 años. Entre ellas, entregar 20 millones de vehículos, alcanzar 10 millones de suscriptores activos para el sistema Full Self-Driving, poner en operación un millón de robotaxis y vender un millón de robots Optimus. Además, Tesla debería alcanzar un EBITDA ajustado de 400 mil millones de dólares y llegar a una valuación de mercado de 8,5 billones de dólares.

El cambio de estrategia responde a un contexto de ventas en descenso y creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos.

La participación de Tesla en Estados Unidos cayó a niveles similares a los de 2017, mientras otros fabricantes, como Mercedes-Benz, BMW, GM y Hyundai, avanzan con nuevos modelos.

Frente a esto, el plan de Musk desplaza el centro de crecimiento hacia los desarrollos de autonomía y robótica.

En junio de 2025, Tesla lanzó un servicio limitado de robotaxis en Austin (Texas). Los vehículos, sin embargo, aún requieren monitores humanos en el asiento delantero, lo que indica que la autonomía total todavía no está disponible.

La compañía también presentó los prototipos de Cybercab, un vehículo autónomo de dos plazas, y Robovan, una furgoneta diseñada para transporte de hasta veinte pasajeros. La producción de ambos modelos se proyecta para 2026 o 2027.

El proyecto Optimus busca introducir robots humanoides destinados a tareas industriales y domésticas. Los prototipos actuales muestran capacidades básicas, como caminar, doblar prendas o realizar movimientos coordinados.

Musk ha afirmado que Optimus podría comenzar a producirse en cantidades limitadas este 2025, con un precio estimado de 30.000 dólares por unidad. La meta es que estos robots tengan un rol central en la estrategia de crecimiento y generen una parte sustancial de los ingresos futuros.

La compañía enfrenta, sin embargo, desafíos técnicos y regulatorios. Los sistemas de conducción autónoma de Tesla están bajo revisión por parte de autoridades de seguridad vial en Estados Unidos, y el desarrollo de Optimus ha tenido retrasos por dificultades técnicas, especialmente en la movilidad y el diseño de las manos.

El plan proyecta que una parte importante de los ingresos provenga de una red global de robotaxis. Tesla aspira a retener entre 40% y 60% de las tarifas generadas por estos vehículos autónomos, un modelo que, de concretarse, podría superar en escala los ingresos actuales de empresas de transporte como Uber.

Para alcanzar la valuación de 8,5 billones de dólares, la compañía deberá expandir de manera masiva tanto su flota de vehículos autónomos como la producción de robots humanoides.

La propuesta de compensación será sometida a votación de los accionistas en noviembre.

Si Musk cumple las metas, Tesla pasaría de ser un fabricante de autos eléctricos a una compañía centrada en sistemas autónomos y robótica, con un modelo de negocio distinto al que la hizo crecer en los últimos 15 años.

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