Londres - Las mujeres que aumentan más de tres kilos entre embarazos pueden ponerse a sí mismas y a sus bebés en riesgo de salud, inclusive aunque llegan a tener sobrepeso, sugiere un estudio que abarcó a miles de mujeres.
Los investigadores hallaron que aumentar de peso durante ese intervalo, no durante el embarazo mismo, elevaba el riesgo de complicaciones tales como diabetes e hipertensión arterial durante el segundo embarazo, e incluso partos en los que el feto nace muerto.
Mujeres embarazadas con diabetes o hipertensión arterial corren el riesgo de sufrir convulsiones o daños a órganos, que en casos severos, pueden ser fatales.
Los resultados demuestran una vez más que las mujeres con sobrepeso u obesas que planean embarazarse deberían bajar de peso, y que las mujeres con peso justo deberían evitar el aumento de peso antes del embarazo, dijeron investigadores.
El trabajo apareció en la gaceta médica británica, The Lancet, firmado por los doctores Eduardo Villamor de la Facultad de Salud Pública de Harvard y Sven Cnattingius del Instituto Karolinska en Suecia. Examinaron los registros entre 1992 y 2001 de más de 150.000 mujeres suecas que parieron dos bebés.
Los investigadores se concentraron en índice de masa corporal, o IMC, un cálculo de la proporción entre la estatura y el peso de una persona. Examinaron la diferencia entre el IMC de la mujer al principio de los dos embarazos consecutivos. Y examinaron la probabilidad de complicaciones en el segundo embarazo tales como hipertensión, diabetes, la probabilidad de parto por cesárea, y partos en los que el feto nace muerto.
Un hallazgo notable fue que el riesgo de complicaciones se elevó en mujeres que no acababan con sobrepeso, dijo Villamor el jueves.
La conclusión a la que se llegó en este nuevo estudio es que subir 1 o 2 unidades IMC incrementa el riesgo de diabetes e hipertensión durante el embarazo hasta en 40%. Si se sube 3 o más unidades se eleva el riesgo de tener un parto en el que el producto nazca muerto en 63%.
AP