Publicidad

Desde que Musk lo compró, Twitter se llenó (aún más) de discurso de odio

Compartir esta noticia
Elon Musk concretó la compra de la red social Twitter: Foto: AFP

REDES

Twitter se está transformando en algo muy distinto a lo que conocíamos. Un lugar, para muchos mejor, para otros peor, donde las reglas sobre lo que se puede decir y lo que no ya no son tan estrictas.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Antes de que Elon Musk, comprara Twitter, los insultos racistas contra afronorteamericanos se producían en un promedio de 1.282 veces por día. Después que el magnate de origen sudafricano se convirtió en dueño de la plataforma, esa cifra pasó a 3.876 veces por día.

Algo similar ocurrió con los insultos hacia integrantes de la comunidad gay que pasaron de recibir un promedio de 2.506 agresiones por día a 3.964 agresiones por día luego de la compra por parte de Musk.

Los comentarios antisemitas crecieron más de 62% en las dos últimas semanas según un artículo publicado en The New York Times en base a un estudio del Centro para el Control del Odio Digital, la Liga Anti-Difamación y otros grupos dedicados al analisis del acoso, el racismo y la xenofobia en línea.

Los investigadores aseguran que aunque los números son relativamente pequeños, las subas crecieron de forma muy atípica. El cambio en el discurso es solamente la punta del iceberg en una serie de cambios de servicio que han ocurrido en los últimos meses en los que Musk se instaló en la plataforma del pajarito.

Las cuentas que usualmente Twitter eliminaba (como aquellas clasificadas por el gobierno norteamericano y su Departamento de Estado como relacionadas directamente con el ISIS y otros grupos terroristas) ahora están activas y funcionando. Cuentas asociadas al movimiento conspiracionista QAnon han incluso pagado por sus grifas de verificación, lo que ha supuesto para muchos usuarios un aumento en la legitimidad de lo que dicen.

Estos cambios, sobre los que esta autora ya ha escrito varias veces en las últimas semanas, son alarmantes pero la idea de que lejos de reducirse el nivel de violencia y agresión en Twitter, los últimos meses han marcado un crecimiento, eso preocupa aún más.

“Elon Musk le ha enviado una suerte de batiseñal a todos los racistas, misoginos y homofóbicos sobre que Twitter está abierto para ellos, aseguró Imran Ahmed, el jefe ejecutivo del Centro para el Control del Odio Digital en un artículo del New York Times. Agregó: “Su reacción a eso es la esperable”.
En Twitter, los investigadores aseguran, que el crecimiento del discurso de odio, los posteos antisemitas y otro tipo de contenido complicado empezaron mucho antes de que Musk flexibilizara las reglas de funcionamiento de la red. Por ende, sostienen, el futuro con esas reglas más laxas promete una situación muchísimo peor.

Si eso ocurre, es poco lo que sabemos acerca de lo que Musk hará (o no hará) para combatirlo. De hecho en las últimas semanas, el millonario ha despedido o dejado ir a más de la mitad de sus empleados, muchos de ellos integrantes de los equipos de moderación de contenido. Entre los que renunciaron y se fueron, figura por ejemplo Yoel Roth, el jefe de confianza y seguridad de Twitter.

La Liga Anti-Difamación, que regularmente reporta la presencia de tuits antisemitas en la red así como hace seguimiento de cuáles son removidos y cuáles no, aseguró al New York Times bajó su tasa de acción sobre contenidos de un 60% de ellos a un 30% en las últimas semanas.

Lo cierto es que Twitter se está transformando en algo muy distinto a lo que conocíamos. Un lugar, para muchos mejor y para otros peor, donde las reglas sobre lo que se puede decir y lo que no ya no son tan estrictas como en otras redes. Para algunos, como quien esto escribe, eso puede ser muy peligroso. Pero para otros es un experimento que como humanidad necesitamos para entender hasta dónde puede llegar el odio empujado por un algoritmo y millones de seres humanos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad