Con información de El Tiempo/GDA
Recientemente se viralizó en redes sociales el hecho de que el año 1582 tiene la ausencia de 10 días en el mes de octubre. De esta forma, salta del jueves 4 directamente al viernes 15. El culpable de su eliminación se trataría del cambio de calendario.
Según el portal de National Geographic, es necesario comprender que al principio de ese año se utilizaba el calendario juliano, que fue introducido por Julio César y representaba una reforma del calendario romano.
Sin embargo, el juliano tenía un pequeño error: establecía el año en 365 días y 6 horas, cuando realmente era de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. Este desfase de 11 minutos y 15 segundos anuales acumuló casi 10 días en más de 1.600 años de uso.
Aunque el error del calendario juliano era conocido desde el siglo IV, se toleró porque el calendario importante en la Europa cristiana era el litúrgico, no el civil. Sin embargo, el desfase comenzó a ser problemático cuando afectó la fecha de la Pascua, fijada para el domingo siguiente a la primera Luna llena de primavera.
Para resolver este problema, el papa Gregorio XIII creó una "comisión del calendario" con estudiosos como Christophorus Clavius y Luigi Lilio, cuyo trabajo llevó a la promulgación del calendario gregoriano en setiembre de 1580. Sin embargo, su aplicación se retrasó hasta octubre de 1582.
Este cambió no fue adoptado por todos los países, pues inicialmente solo Italia, Francia, España y Portugal la implementaron de inmediato, mientras que otros países católicos adoptaron el nuevo modelo en los años siguientes. Por otro lado, la naciones no católicas continuaron usando sus propios calendarios, y algunas aún mantienen un sistema dual.
Como era de esperarse, este cambio trajo varios problemas, especialmente con los documentos oficiales, pues las fechas anteriores a la reforma se mantuvieron con el otro calendario, y las fechas administrativas, como juicios y pagos, se retrasaron 10 días, causando complicaciones.
El otro ajuste al calendario que permaneció
Julio César decidió ajustar el calendario anual conforme a la "rotación del cielo", apoyado por el astrónomo Sosígenes, por la duración del año solar, de aproximadamente 365 días y un cuarto.
De esta manera, se decidió añadir un día más cada cuatro años y en la última semana de febrero, al que se le llamó "bisextus", que derivó en que se lo llame como "bisiesto" en español.
2024 fue bisiesto, por lo que 2028, 2032 y 2036 también tienen esa fecha extra.