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¿Dónde se esconden las serpientes cascabel en Uruguay?

Últimos ejemplares aparecieron solo en Rivera; expertos creen que se extinguió al sur del Río Negro

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Serpiente Cascabel. Foto: Pixabay

Por María de los Ángeles Orfila

Crotalus durssus terrificus. El nombre suena imponente. Y es lo que parece al verla: una víbora cascabel puede medir hasta 160 centímetros. Pero aunque es una de las cuatro serpientes venenosas que habita nuestro territorio (las otras son la crucera, la yarará y la coral) hay dos noticias para dar, una buena y una mala. La buena es que “no tiene la conducta de morder”, según explicó Irasema Bisaiz, codirectora del Centro Educativo de Cría y Rescate de Reptiles Alternatus Uruguay (Piriápolis, departamento de Maldonado). La mala es que la especie parece haber tenido “una crítica retracción y posible extinción al sur del Río Negro”.

Esa es la principal conclusión de un reciente estudio de Bisaiz que comparte con los expertos Ignacio Etchandy, Carlos Prigioni y Álvaro Sappa y en el que repasan los últimos 11 registros de este animal que han sido exclusivos para el noreste de Uruguay. Pero uno extra, que Bisaiz publicó en Instagram el martes 24 de enero, resume la realidad de la especie: apareció atropellada sobre la ruta 30 (Rivera), mismo destino de varios de los casos publicados.

Serpiente cascabel

En retirada.

“Uruguay es el punto más austral de la distribución de la especie en el mundo”, dijo Bisaiz. Antes eran más frecuentes los registros en el Cerro Pan de Azúcar o en las sierras de Lavalleja pero eso ya es casi un recuerdo. “Hace más de 10 años que no se ven allí”, contó. Muchas personas piden rescates a Alternatus pero las confunden, principalmente, con las cruceras y yararás.

No obstante, la especialista pidió prestar atención porque existe la posibilidad de que aparezcan individuos que se escapan de los incendios forestales de la zona.

Aunque la especie ha sido citada también para Artigas, Tacuarembó y Rivera en el pasado –siempre asociada a los terrenos de mayor altura–, los reportes de los últimos cinco años corresponden únicamente al último de esos departamentos, la mayoría dentro del Valle del Lunarejo.

“Se ven en algunos lugares puntuales. Los vecinos ya las tienen identificadas y no tienen conflictos. Jamás hubo ningún problema, por ejemplo, por mordeduras a caballos, y esto es diferente a lo que sucede con las yaras o las cruceras. La gente no las busca para matarlas. Las muertes han sido todas accidentales”, comentó Bisaiz.

En el trabajo publicado por Acta Zoológica Platense se lee: “Las serpientes son muy susceptibles de morir en carreteras ya que, al atravesarlas, se extiendan a lo ancho” sobre el asfalto, ocupando más espacio; en el caso particular de las cascabel sucede que son largas y lentas.

Los atropellamientos ocurren más en verano y por la tarde o primeras horas de la noche debido a que el calor que emana el pavimento, que ha estado expuesto al sol durante el día, atrae a las víboras que se posan sobre él para calentar sus cuerpos; además, es cuando los machos incrementan sus desplazamientos en busca de una pareja para reproducirse.

¿Recuerda la buena noticia? La cascabel, aunque despierte miedos por su robustez y por la mala fama que puede darle el cine como el animal letal de los desiertos de Estados Unidos y México, prefiere estar lejos del hombre. Su naturaleza no es agresiva. “El único y último ataque fue en los años 50”, agregó la codirectora deAlternatus.

Además, “poco y nada” se sabe sobre el comportamiento de esta especie en Uruguay. Bisaiz explicó: “No se investiga la modificación de su hábitat que ha sido rapidísima ni porqué la población importante que estaba en Pan de Azúcar ya no aparece. Del último animal que apareció muerto, por ejemplo, no se tomó ninguna muestra y hay que hacerlo. Debemos conocer las características genéticas de la especie”. En este sentido, la especialista recordó que en otros países se aprovecha el veneno de la cascabel para fabricar fármacos contra el cáncer.

Las cuatro especies de serpientes venenosas de Uruguay

En Uruguay hay más de 30 especies de serpientes; cuatro de ellas son venenosa. Al año ocurren unas 100 mordeduras. Estas son sus características:

Crucera: Mide entre 25 y 150 cm. Manchas castaño oscuras o casi negras y un fino trazo blanquecino. Vientre claro. Vive en pajonales, pastizales, bañados y cursos de agua.

Yarará: Mide entre 22 y 92 cm. Coloración dorsal castaño oscuro a ceniciento con manchas oscuras en forma de trapecio. Vientre claro. Vive en sierras, montes, costados de senderos, médanos.

Cascabel: Mide de 30 a 160 cm. Coloración dorsal castaño, pardo claro o amarillo verdoso, con rombos castaño grisáceos con borde claro. Vientre claro. Monte de serranías y quebradas.

Coral: Mide de 18 a 80 cm. Cuerpo brillante, tríadas de anillos negros con finas líneas amarillentas; separados por bandas de color coral. Cabeza negra. Pradera abierta, sierras pedregosas, arenales.

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