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Cómo detectar (y cómo no detectar) el cáncer de mama

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Mamografía. Foto: Archivo

SALUD

Hay diferentes técnicas que prometen una detección temprana del cáncer de mama, pero la única validada es la mamografía.

Para reducir la mortalidad por cáncer de mama se requiere una detección temprana de la enfermedad y un tratamiento efectivo.

Si bien existen diversas técnicas y estudios que se pueden realizar en las pacientes para prevención y diagnóstico, así como productos que han aparecido en el mercado que prometen detectar esta enfermedad, los médicos aseguran que la única técnica validada hasta ahora para la detección temprana es la realización de mamografías de manera regular (cada uno o dos años) y dentro de un sistema estructurado que garantice la calidad de todos las acciones y los procedimientos.

¿Qué sucede con las otras técnicas?

Existen otras técnicas aparte de la mamografía llamadas “emergentes”, que se encuentran en etapas de investigación y optimización, pero cuya precisión no es concluyente.

También hay determinados productos cuya efectividad no ha sido demostrada, pero que se ofrecen al público como capaces de detectar el cáncer de mama de manera oportuna. Pero la mamografía es la única validada.

Sobre este tema, el pasado 12 de noviembre se realizó en el auditorio Mario Benedetti del Complejo Torre de las Telecomunicaciones una charla titulada “¿Cómo se detecta (y cómo no se detecta) el cáncer de mama?” La oratoria estuvo a cargo de la doctora en Física María Esther Brandan de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Brandan describió la técnica de la mamografía como “la única herramienta que ha sido validada para detectar tempranamente el cáncer de mama”, aunque se apoya en técnicas complementarias.

En el encuentro se mencionaron algunos datos generales sobre esta enfermedad que cada año es la causa de muerte de unas 700 mujeres uruguayas. Se señaló, por ejemplo, que el cáncer de mama también ocurre en hombres, pero que suele ser el 1% de los casos. Se trata de la principal causa de muerte de las mujeres en muchos países del mundo y su detección temprana es clave para realizar un tratamiento con éxito.

“Un cáncer de mama detectado en una etapa temprana puede tener una mejor probabilidad de curación”, aseguró.

La investigadora señaló que en algunas partes del mundo se utilizan métodos que se presentan como de detección temprana pero, en realidad, no lo son: se trata de la impedancia eléctrica y la termografía.

La tomografía por impedancia eléctrica es una técnica que genera un mapa de propiedades eléctricas del tejido mamario. Pero no hay pruebas de que sea efectiva. En cuanto a la termografía, esta tecnología se basa en la localización de patrones anormales de calor en la superficie del cuerpo y regiones cercanas a la piel.

Según Brandan, esta tampoco es una técnica probada al 100% por los científicos porque el incremento de temperatura en una zona no es necesariamente indicador del crecimiento de un tumor y las lesiones mamarias pueden aparecer en tejido mamario profundo, alejado de la piel.

Detección temprana.

Brandan explicó que la detección temprana se refiere a que se detecte la enfermedad antes de que produzca síntomas en la paciente: de esta manera los tratamientos suelen ser menos traumáticos y hay menos cantidad de células malignas, por lo que pueden destruirse más fácilmente.

La profesional nombró algunos indicadores que hay que tener en cuenta para lograr una detección temprana: si hay microcalsificaciones, si se observan cambios en la mama con determinadas características o si hay cambios en el tejido mamario.

Por otra parte, la edad es un factor que también puede incidir en la aparición de esta enfermedad: la física detalló que, “como en cualquier cáncer, la probabilidad de desarrollarlo implica al tiempo que hemos vivido”, ya que se suele disparar por un llamado “evento inicial” pero que luego es seguido de otros y esto es algo que se va acumulando en el tiempo.
También, señaló, incide tener antecedentes familiares de esta enfermedad (si una tía, abuela o la madre la tuvo) o, si se desarrolló en una mama, puede ser que en el futuro lo haga en la otra.

Asimismo, no haber tenido hijos o no haber amamantado pueden también ser considerados factores de riesgo. De cualquier manera, la mexicana aclaró que “ninguno de estos factores es totalmente determinante” para el desarrollo del cáncer de mama.

Sobre las técnicas complementarias a la mamografía, la doctora mencionó algunas y explicó cómo funcionan y qué datos aportan: habló de la resonancia magnética, los rayos X y la imagen óptica.

La experta mexicana insistió en que ninguna técnica complementaria es de tal importancia y precisión como la mamografía para una detección temprana del cáncer de mama.

¿Un soutien que detecta el cáncer de mama?

Brandan habló sobre algunos productos que los vendedores ofrecen al público asegurando que son capaces de detectar el cáncer de mama de manera oportuna. Un caso es “Eva Brasier”, un soutien diseñado por un mexicano que promete que puede determinar qué tipo de cáncer es y en qué fase se encuentra.

La prenda tiene unos 200 pequeños biosensores que, en teoría, mapean la superficie de la mama y determinan la conductividad térmica por zonas. Si se detecta más calor en una zona que en otras significa que allí hay mayor flujo de sangre, lo que estaría representando que hay algo que se está alimentando de esos vasos sanguíneos y normalmente eso correspondería a un cáncer.

La doctora sostuvo que estos métodos no son confiables y recordó que la Food and Drug Administration (FDA) en 2017 advirtió que la termografía no sustituía a la mamografía. Nuevamente, en 2019, la FDA advirtió que el riesgo en este tipo de productos es que la gente deposita en ellos confianza y, según Brandan, “el problema es perderse la oportunidad de tener una detección adecuada”. La venta del Eva Brasier está suspendida en México, pero no su uso.

Investigadora en varias áreas.

La licenciada en Ciencias Físicas María Esther Brandan es investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Su perfil académico incluye varias áreas, desde la investigación básica en física nuclear y dosimetría, hasta las aplicaciones de la física en medicina.
Brandan publicó más de 120 artículos de investigación en revistas de circulación internacional, así como más de 30 artículos de congresos.

El proyecto más reciente de Brandan se desarrolló en el ámbito de la clínica en física médica, destinada a desarrollar una técnica de sustracción de imágenes de mamografía digital para obtener información sobre la angiogénesis en el desarrollo de nueva vasculatura alrededor de los tumores.

La mamografía es una técnica de estudio radiológico en la que se utiliza un mastógrafo, que es un equipo de rayos X diseñado para obtener imágenes de la glándula mamaria comprimida, según explica en la página web del Instituto de Física de la Universidad de México.

Los expertos agregan que esas imágenes obtenidas deben ser de alta calidad porque se requiere visualizar y analizar lesiones u objetos muy pequeños. La detección la realiza un radiólogo.

Brandan aseguró que para establecer un programa efectivo de detección temprana en una población, el ejemplo dado por los países industrializados es que se debe organizar un programa de tamizaje dirigido a la población de mayor riesgo, que está conformada por las mujeres adultas, aunque las mismas no presenten síntomas de la enfermedad.

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