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Campo adentro a pintar murales

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Leo Arti, artista francesa en Uruguay. Foto: Leo Arti

Iniciativa artística

La francesa Leo Arti propone una travesía artística y familiar de un mes por varios pueblos.

Tiene alma de gitana: se mudó 25 veces en dos décadas, pero lleva una entera en 25 de Agosto, y siente que es hora de moverse un poco. La artista francesa Leo Arti le puso color al pueblo de Florida: empezó a dictar talleres artísticos apenas llegó a Uruguay, y pintó junto a sus alumnos 80 murales en un lustro. Hace diez años que no explora otros sitios y para ella es mucho tiempo.

"Me gusta hacer cosas nuevas y raras. Ahora que el pueblo donde habito está lleno de pinturas, quiero llevar mis murales a otro lado", dijo en diálogo con El País, un poco a las corridas, porque está en plena organización de una travesía que durará cuatro semanas e incluirá arte, familia, caballos y carruajes.

El 10 de febrero tomará su carro acondicionado para la ocasión y tirado por su caballo Pintao, y "una carpa para dormir sin mosquitos", y partirá desde 25 de Agosto campo adentro.

Hará esta aventura junto a su nieta Diane, de 12 años, el tropero Diego, el cocinero Juan, su alumno Washington, que la ayudará a pintar, una señora del pueblo que acompañará con su guitarra, y otros artistas que se sumarán sobre la marcha.

"No podemos saber cuántas personas irán, pueden ser 5 o 50, dependerá también del trayecto porque hay tramos más interesantes que otros. Hay sitios desiertos, con poco paisaje, y algunos más atractivos, como Boca de Cufré".

Leo propone pintar 12 murales por distintos poblados en un mes. Harán 280 kilómetros, y la invitación se extiende a una troupe de artistas (músicos, bailarines, poetas, pintores) que quieran adherirse en distintos puntos. Todos serán bienvenidos siempre y cuando hagan los 10 kilómetros diarios por los caminos de tierra a pie, a caballo o en bicicleta, no se permitirá ningún tipo de motor, para cuidar el medio ambiente.

Su mentora no persigue fines de lucro con la actividad. No cobrará un peso a quienes se prendan porque "no puedo dar a la gente seguridad de dónde voy a estar en cada fecha. Es imposible saberlo, dependemos de las cuestiones climáticas, si un caballo se molesta, o si un carro se rompe", explica la francesa.

Lo financia ella, y aunque pidió apoyo a algún banco, no lo consiguió. Pero es un sueño que tiene hace muchos años y quiere concretarlo. "Antes vivía en una isla del Caribe y era imposible hacerlo porque había pocas rutas, y eran peligrosas. En Uruguay hay mucho camino vecinal y eso facilita para armar un buen circuito y juntarse con personas que trabajan en el campo".

El carro de Leo recién salido del taller mecánico y pronto para partir. Foto: Leo Arti
El carro de Leo recién salido del taller mecánico y pronto para partir. Foto: Leo Arti

Viajeros.

Mary Peraza pasó toda su vida en Montevideo, pero hace cuatro años y medio le surgió la posibilidad de mudarse a Villa Rodríguez (San José) y no dudó porque es hincha de la naturaleza.

Se enteró de los talleres de pintura que dicta Leo apenas se instaló en su nuevo hogar: tomó contacto con su veta artística a los 66 años.

Está feliz de ir todos los sábados hasta 25 de Agosto y vive esta travesía como un regalo por su aniversario número 70. Mary no hará todo el viaje porque el físico no le da, pero acompañará en algunos tramos, como a Cerro Negro, la primera parada, que además queda cerca de su casa.

Llegará a los destinos en su vehículo porque no puede caminar o andar en bicicleta. Volverá a su casa para descansar, salvo que haya lugar disponible en las estancias donde se hospedará el resto del grupo. "En carpa no porque al otro día me va a doler", se ríe. También se animará a dar una mano pintando murales.

"Vengo de una familia que vivió en el campo, no había autos, ni motos, se caminaba mucho, y se andaba a caballo. Todo eso que era tan sano y libre desapareció. Por eso esta experiencia me pareció tan pintoresca", dice Mary.

Otras tantas alumnas se unirán sobre la marcha, cuando su trabajo se los permita. Y lo están manifestando en el grupo de WhatsApp que Leo armó ayer y lo tituló con el mismo nombre que la travesía: "El camino de los murales".

"Nos vemos en alguna de las etapas del viaje. Vive LArt", rompió el hielo Jime. "Estupenda expedición de arte, voy a sumarme unos días para lo que me necesites", anticipó Cristina. "Tengo ganas de ayudar y mucha alegría. Un honor ser parte de este sueño. Gracias Leo", escribió Cecilia.

Washington tiene 49 años y lleva un lustro como alumno de Leo. Viaja todos los sábados desde Las Piedras hasta 25 de Agosto para tomar las clases y su familia "le hace el aguante". El domingo 10 agarrará una mochila liviana de equipaje, un sobre de dormir, una carpa y una bicicleta, a falta de caballo propio, para unirse a la aventura de su profesora.

Pidió licencia sin goce de sueldo en la carpintería donde trabaja y está decidido a hacer el viaje completo. "Tengo esposa y dos hijos, de 13 y 15 años, pero voy a arrancar solo, y ellos irán a visitarme los fines de semana porque es difícil coordinar las licencias. Mi familia respeta mi decisión, son muy compañeros", comenta.

Salir al campo, estar en contacto con la naturaleza y "dejar algo plasmado en un pincelazo" es lo que más entusiasma a este carpintero de Las Piedras.

"Vivimos rodeados de consumismo, pero estas experiencias te hacen dar cuenta de que está bueno darte un tiempo para vos y hacer lo que te gusta. Es sano vivir con un poquito menos".

Plan piloto.

La salida está marcada para el domingo 10 de febrero a las 7:00 desde 25 de Agosto. Harán 15 kilómetros hasta Cerro Negro y se instalarán en Granja de Cabras. La segunda fase será el 13, y pararán en una estancia privada de Fraigon. En Paso del Carretón los recibirá un vecino, y en Boca de Cufré pernoctarán en el Club Náutico. Bajarán al departamento de Colonia y pasarán por Boca de Rosario, Brisas del Plata, Colonia Valdense, y Nueva Helvecia. Volverán por Cardal e Independencia.

La idea es contar la historia de cada parada y grabarla. Paso del Carretón, por ejemplo, es interesante porque tiene apenas tres casas, un almacén antigua de 150 años, que es "casi el único atractivo del lugar. Está sola en medio del desierto".

Lopecito seguirá el circuito para emitirlo en su programa Americando. Hay radios locales interesadas en difundir y periodistas independientes que tomarán esta travesía para hacer reportajes.

Leo utilizará esta primera experiencia como plan piloto. Evaluará la reacción de la gente y si la respuesta es positiva, repetirá la aventura junto al gobierno de San José, que mostró interés, pero lo hará "con más organización y apoyos".

Varios europeos se comunicaron con Leo vía Facebook interesados en ser parte de "El camino de los murales", pero la francesa tuvo que rechazarlos. "No soy organizada. Si a alguien de turismo quiere trabajar conmigo y encargarse de lo comercial, la publicidad y la planificación, bienvenido sea, yo me haré solo cargo de lo artístico". Ella considera que Uruguay es ideal para desarrollar el turismo gauchesco por contar con caminos vecinales.

Ya se sabe qué diseño tendrá cada mural porque lo eligieron los propietarios de las casas, clubes, y estancias donde se pintará. "No voy a plasmar mi arte si no los deseos de la gente. Le pedí a cada uno que eligiera su modelo para que tuviera que ver con su historia personal", dice Leo. Se harán en el exterior de las casas, y no en el interior, con el fin de que "El Camino de los murales" se convierta en un atractivo turístico.

Chef propio con asado y comida para veganos

Juan Pintado es cocinero, dueño del restaurante sustentable Don Juan en 25 de Agosto, y amigo de Leo Arti hace años. Su especialidad es la comida artesanal, casera y al fuego. En su negocio "todo es natural. No tengo luz, usamos faroles y velas de noche", dice Juan Pintado. Su amiga artista lo invitó a ser el cocinero personal de "El camino de los murales" porque su ideología coincidía con lo que ella buscaba y enseguida contestó, "contá conmigo". Dejar el negocio un mes es parte del espíritu aventurero, "pero puede abrirse otra puerta". El domingo 10 se subirá a un caballo por primera vez, y tendrá su propio carruaje. Allí cargará una garrafa, toda clase de hornos a leña, mucho disco de arado, y provisiones. "Llevo todo producido por mí: licores, miel, hongos, morrones, duraznos en almíbar, aceite de oliva, ajos. El enfoque del viaje también es mostrar mi marca". Cocinará empanadas, tacos, y pasta. Tendrá menú para veganos, y mucho se resolverá sobre la marcha: "dependerá de lo que me pidan". Pero el asado y las torta fritas serán infaltables.

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