Redacción El País
Kawasaki Heavy Industries presentó Corleo, un asombroso vehículo robótico inspirado en el lobo que sustituye las ruedas por cuatro patas robóticas independientes. Corleo usa hidrógeno como combustible y se conduce montándose encima como si fuera una moto o un caballo. El sistema tiene un cerebro de IA que detecta los movimientos del cuerpo para desplazarse y permite transitar terrenos accidentados, montañosos o irregulares, ofreciendo una experiencia de transporte digna de una película de ciencia ficción.
La inteligencia artificial de Corleo analiza el terreno y elige en milésimas de segundo dónde colocar cada una de sus patas de manera segura, según reportó El Confidencial. Esto le permite saltar entre rocas, escalar pendientes pronunciadas y moverse con agilidad y seguridad por superficies que serían imposibles para los vehículos con ruedas. Corleo no tiene manillar para dirigir al robot, sino que responde a los movimientos corporales del piloto, ajustando sus pasos en tiempo real cuando éste cambia su centro de gravedad.
Sin embargo, todavía faltan unos años para poder montarse en este futurista medio de transporte. Kawasaki asegura que Corleo se encuentra actualmente en fase de prototipo y que, aunque han producido un modelo capaz de mantenerse en pie y posar, hasta 2050 no será capaz de realizar los espectaculares movimientos que muestra en sus vídeos promocionales.
Un caballo mecánico de hidrógeno
Corleo se mueve gracias a una pila de combustible de hidrógeno y un motor de 150cc que genera la energía necesaria para mover sus cuatro patas robóticas. El diseño está inspirado en la biomecánica de animales como lobos, ciervos y panteras. Sus patas traseras parecen tener una articulación adicional que le permite realizar saltos impresionantes entre obstáculos y mantener la estabilidad en terrenos extremadamente irregulares. También cuenta con unas pezuñas divididas en dos secciones que están hechas de caucho para aumentar el agarre en diferentes superficies. Los pies del piloto se apoyan sobre estribos ajustables que se adaptan a los distintos usuarios.
El asiento es flotante y lo suficientemente amplio para que se pueda cabalgar con un acompañante sin problemas. La compañía no especifica cómo harán los pasajeros para no caerse con los movimientos extremos que ejecuta el robot en el vídeo, pero dicen que el asiento se mueve independientemente de las articulaciones traseras del robot, proporcionando mayor comodidad y estabilidad. Corleo lleva una pantalla que muestra información como los niveles de hidrógeno, detalles de navegación y datos sobre la estabilidad del movimiento, incluida la distribución del peso. Durante la noche, el sistema de IA del robot ilumina el camino a seguir con una serie de pequeñas flechas, para que el piloto conozca las intenciones de movimiento de la máquina.
Un concepto absolutamente futurista
El cerebro del Corleo es un avanzado sistema de inteligencia artificial que analiza constantemente el entorno para identificar la ruta más segura y eficiente. Cuando el piloto elige una dirección moviendo su cuerpo, los sensores y cámaras del robot detectan obstáculos, evalúan la estabilidad del terreno y toman decisiones en milisegundos sobre dónde colocar cada pata.
🇯🇵 Japanese company Kawasaki has unveiled CORLEO, an innovative robotic horse powered by a hydrogen engine and equipped with artificial intelligence.
— Lord Bebo (@MyLordBebo) April 5, 2025
It constantly analyses the position of both the robot and the rider, ensuring that the rider is securely held in the saddle. pic.twitter.com/w8Lu4CqQEg
Aunque Kawasaki no ha revelado especificaciones técnicas detalladas sobre velocidad máxima, autonomía o duración de la batería, New Atlas apunta que el carenado que se ve en el diseño sugiere que este vehículo está diseñado para soportar el viento que se alcanza velocidades superiores a 80 km/h. Kawasaki estableció su división de robótica en 1989, y desde entonces se ha convertido en uno de los líderes mundiales en este campo, con productos que van desde robots industriales hasta sistemas educativos como el Astorino, que ayuda a los estudiantes a aprender robótica.