Aqumadre: la uruguaya de 62 años que juega Minecraft y es streamer

Fanny Buelmo

VIDEOJUEGOS

Tiene miles de nietos virtuales alrededor del mundo que entran a su canal para jugar con ella.

Después de jubilarse, Fanny Buelmo decidió que dedicaría su tiempo libre a tres actividades: tejer, cuidar sus plantas y convertirse en streamer, que es como se le llama a la persona que realiza transmisiones en vivo mediante una plataforma digital. Fanny –o Aqumadre, su nombre de streamer– hoy tiene 62 años, 21.132 seguidores en Twitch y miles de “nietos” alrededor del mundo que se conectan a sus transmisiones en directo de Minecraft, un videojuego de aventuras.

La primera vez.

El interés de Fanny por los videojuegos surgió por querer conectar más con sus dos hijos. “Al principio jugaba con ellos a los autitos o a la escondida, pero un día me di cuenta de que habían dejado todo eso y estaban más en la computadora”, contó en diálogo con El País. Entonces, empezó a sumarse también y ellos comenzaron a incluirla: “Me decían cosas como ‘vení mamá, mirá qué pasa si apretás este botón’ o ‘mirá esto que hice’”.

El tiempo pasó y ambos niños se convirtieron en streamers: el menor con el nombre de “Aqu”, y el mayor con el de “ElAsdart”. Como Aqu (así le dicen también fuera de los videojuegos) vive con su mamá, ella muchas veces aparecía en sus transmisiones en vivo. Una vez, en una de esas transmisiones, dijeron que si el usuario @Aqumadre llegaba a 50 seguidores en Twitch, entonces empezaría ella misma a stremear. Dicho y hecho: llegaron a 100.

Entonces, el 31 de julio del año pasado su hijo le regaló una computadora: “Me mostró todos los juegos que tenía y el que más me gustó fue Minecraft. Me lo fue explicando y después dijo: ‘Bueno, a partir de mañana, 1º de agosto empezás a hacer directos’”, contó.

Ese día fue histórico para ella. “Me estaba enfrentando a algo nuevo y no te imaginás el susto que tenía”, admitió.

Pronto, empezó a ver que “entraba gente y más gente” y cada día más. “Cuando quise acordar era un boom, una cosa increíble”. Los chicos y chicas que entraban a los directos le enseñaban aspectos del juego y muchos le decían cosas como “ay, qué abuela tierna, quiero ser su nieto”. “Cuando quise acordar, tenía un montón de nietos”, expresó.

Fanny Buelmo
Fanny Buelmo. Foto: Juan Manuel Ramos.

Vida de jugadora.

La mayor cantidad de tiempo que Fanny estuvo stremeando sin parar fue 11 horas y 57 minutos. “Corté porque llegó mi hijo y no me dejó seguir”, aseguró. Cuando hace transmisiones se lleva el termo, su taza, el azúcar y los sobrecitos de té, cuestión de no tener que levantarse para nada. “No me levanto porque me parece que retirarme de la pantalla es una falta de respeto para los que me están mirando”, explicó a El País.

Empieza a stremear todos los días después de almorzar, entre las 15 y 15:30hs. Acordó con su hijo que no puede pasar más de cinco horas diarias jugando, pero a veces sigue de largo porque “los chicos piden que les cuente historias o quieren mostrarme las casitas que hicieron o las vacas que pusieron porque es mi animal favorito”.

A través de Minecraft, Fanny interactúa con niños, niñas y adolescentes de Chile, Perú, El Salvador, Ecuador, España, Argentina, Canadá y, por supuesto, Uruguay. También está en contacto con un chino que está aprendiendo español y practica con ella mientras juegan. “Lo que me gusta de Minecraft es la comunidad que se forma y cómo todos ayudan, por ejemplo, si estás haciendo una casa te traen los materiales”, contó.

El segundo videojuego que más le gusta se llama Rust, que es de supervivencia, pero para poder jugarlo necesita una tarjeta de video más potente que no tiene todavía. Además, comentó que como ya se siente “un poquito más ducha” con Minecraft, está empezando a meterse en el juego League of Legends (LOL).

Fanny Buelmo
Fanny Buelmo rodeada de su animal favorito, la vaca.

En familia: Aqumadre y sus nietos virtuales.

Para Fanny, una de las mejores cosas del streaming es la relación que ha formado con sus nietos alrededor del mundo. “Me piden que les cuente anécdotas de cuando era chica y tengo muchísimas porque en mi familia somos seis hermanas”, contó.

A veces incluso le piden consejos de amor: “Me han preguntado cómo hacer para conquistar a una chiquilina que les encanta y algunas cosas les digo, pero soy de la época de las flores y los bombones y hoy capaz que le regalás flores a una chiquilina de 12 años y dice: ‘Este de dónde salió’”. Sin embargo, aseguró que “hay una cosa que nunca falla, por lo que me dicen los chiquitos: un corazoncito de chocolate”.

La interacción con los niños y niñas le ha mostrado “la diferencia que hay entre la juventud de hoy y la de antes”. En este sentido, expresó: “No es lo mismo tener 12 años hoy que tener 12 años antes. Ahora van más rápido, a esa edad yo jugaba con las muñecas, pero hoy en día ya están con novias o novios”.

También ha tenido que dar consejos en situaciones no tan felices. Un día, un chico entró a su canal a jugar y le contó que tenía un problema de salud y que le habían dado dos meses de vida. “Tuve que hablarle a ese chiquito desde el lugar de la abuela y las palabras fluyeron. Él quedó encantadísimo tan solo con que le haya contestado”, relató. El niño estuvo un rato en la transmisión en directo y luego Fanny no supo más de él.

No obstante, las interacciones en su mayoría son más alegres: “Por lo general me río y tratamos de tener aventuras que nos lleven a la diversión, pasar un buen momento y que todos disfruten”, señaló.

Fuera del stream.

“Me he vuelto una abuela nocturna”, afirmó Fanny, y tiene razón. La han invitado a eventos y fiestas de streamers y gamers. Estuvo en la Montevideo Comics, una convención anual de historietas que se hizo por última vez el 11 y 12 de junio, y también en la presentación de la colaboración entre Lacoste y Minecraft que tuvo lugar el pasado 29 de junio.

Sin dudas, el ritmo de vida de Fanny tuvo un cambio de 180 grados. “Antes, a eso de las ocho de la noche ya estaba pensando en irme a la cama, pero ahora a veces me quedo stremeando hasta tarde y entro de puntitas de pie al cuarto”, contó.

Para ella, estos juegos agilizan su mente y mantienen sus neuronas en actividad porque está “constantemente tratando de solucionar problemas”. En este sentido, afirmó: “Si no fuera por esto sería una abuelita toda quejosa, y ahora es al revés, me sigo realizando incluso a mi edad”.

Aqu, su hijo, es quien maneja sus redes sociales, se encarga de instalar los juegos y prepara todo lo necesario para que su madre pueda stremear. “Ella siempre me tiró para adelante en todo lo que quise hacer, por más locura que fuera, así que ahora cómo no voy a apoyarla a ella en todo lo que quiera hacer”, sostuvo.

El próximo 1º de agosto va a hacer un año desde el primer stream de Fanny –o, mejor dicho, de Aqumadre– y Aqu comentó que van a preparar “algún tipo de especial”, aunque aún no tienen claro cómo será. También tienen pensado que a partir de esa fecha van a empezar a subir contenido a todas las redes sociales de Aqumadre, ya que TikTok, por ejemplo, “está medio pausado”. Y Aqu añadió: “Va a estar a las corridas porque tendrá que generar mucho contenido”.

Está en Instagram, YouTube, TikTok y Twitch como @Aqumadre.

La mirada de Aqumadre sobre la adicción a los videojuegos.

Hoy en día es moneda corriente escuchar sobre la adicción a los videojuegos o a las pantallas, sobre todo en los jóvenes. Para Fanny, la diferencia entre ella y los niños y niñas radica en “las actividades que tiene que desempeñar cada uno”. En este sentido, explicó: “Yo ya no tengo que estudiar ni trabajar, pero los niños por lo general descuidan sus estudios”.

De hecho, relató que a veces los chicos le dicen ‘Abuelita, hoy voy a entrar un poquito más tarde porque tengo que hacer unos trabajos para la escuela’ y ante eso ella siempre les contesta que “primero es el estudio”.

Y agregó: “Un día una chica me dijo: ‘Abuelita, no estoy hablando mucho porque estoy en la escuela’, y le dije: ‘De ninguna manera. Te pido, por favor, que saques el directo de tu celular porque tenés que atender lo que te están explicando y tenés que salir adelante en la vida, porque sin estudiar no salís a ningún lado’”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona puede ser diagnosticada como adicta a los videojuegos cuando su patrón de comportamiento provoca “un deterioro en el funcionamiento personal, familiar, social, educativo u ocupacional y normalmente habría sido evidente durante al menos 12 meses”.

De esta manera, es importante “estar alertas a la cantidad de tiempo que dedican a estos juegos, particularmente cuando excluyen otras actividades diarias”, señala la organización.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar