Yoko Ono canta a los 74 años "Sí, soy una bruja"

Disco. La viuda de Lennon acaba de editar una nueva placa

El próximo domingo 18 cumplirá 74 años. A esta altura, Yoko Ono podría celebrarlos en la más absoluta de las tranquilidades. Pero no lo ha querido así: lo hará en medio de la campaña promocional de su muy reciente disco.

Sí, soy una bruja. Ese es el nombre de la placa que en realidad recuerda el de una canción que compuso a comienzos de los años 70. La mala fama que por entonces alimentaban multitudes, sobre todo desde la separación de The Beatles, la habían llevado a componer ese tema, con un espíritu de frustración que abría las puertas a la rabia por todo lo que se decía de ella.

Reconoce haber recuperado el título con un cierto sentido del humor, "como diciendo `bien, sigo siendo una bruja y ¿qué hay de malo en ello?`, según una entrevista publicada por el diario español El Mundo.

"Se han dicho tantas cosas de mí, y tan falsas, que no me he tomado siquiera la molestia de rebatirlas una a una. Pero hay algo que me fastidia especialmente y es que la gente crea que no soy capaz de cantar, que digan que no canto, que en todo caso grito, o doy alaridos... Mi manera de cantar tiene mucho de mi educación musical en Japón", sostiene la artista en la referida entrevista. Para ella la voz es un instrumento que tiene una amplitud de usos que deben admitirse.

El clima de hostilidades, para la artista, no ha cesado pese al tiempo transcurrido. Sostiene que se siguen metiendo con ella con acusaciones de "vieja". Pero la música le ha enseñado que la vida empieza de verdad a los 70, sobre todo cuando no se han perdido las inquietudes creativas.

Los años no han permitido que Yoko se libere de la sombra de John Lennon. Ella, explícitamente, reconoce que tampoco quiere hacerlo. De hecho, sigue viviendo en al edificio Dakota de Nueva York donde estuvieron juntos hasta el asesinato de Lennon.

De la tutela de su esposo tampoco quiere liberarse cuando le preguntan qué hubiera pensado de Sí, soy una bruja. "Le encantaría", dice. "Él siempre quiso hacer lo posible para que se conociera mi arte y mi música. A comienzos de los `80 se implicó mucho en el proyecto de Every man has a woman, con versiones de mis temas cantadas por Elvis Costello, Roberta Flack y Harry Nilsson, entre otros. John era un explorador infatigable y tenía siempre el deseo de romper moldes. Creo que le gustaría de veras este disco por lo que tiene de innovador y de experimental".

La aparición del disco no es la única novedad en torno a Yoko. El Centro de Creación Experimental de la Universidad de Castilla-La Mancha acaba de editar, por primera vez en español, el libro Pomelo que la artista publicó por primera vez en Tokio en 1964.

Se trata de una obra que invita a los lectores a tener un papel activo en el proceso de elaboración artística. La edición original japonesa había sido con una cantidad muy reducida de ejemplares, lo cual contribuyó para que pasara sin mayores repercusiones públicas. Después de 1970 Pomelo consiguió ser editado en Nueva York y en Londres.

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