Viuda sin besos en la frente

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Matías Castro

El título original en inglés, La señora Palfrey en el Claremont, no podía ser más específico. La historia trata exactamente de eso. El personaje de Joan Plowright se muda al hotel londinense luego de quedar viuda. Y lo que cuenta el resto del film son sus días allí, junto a otros veteranos que viven en el lugar. Con toques de comedia agridulce y con un ritmo narrativo que honra la edad de su protagonista, la película se enfoca en lo que hace una mujer adulta cuando queda sola y decide resolver su vida por su cuenta.

Lo que ocurre no será ajeno a muchos espectadores. Y no necesariamente a los espectadores viudos y jubilados en exclusiva, sino también a los jóvenes. Claro que la película se sitúa en el extremo opuesto al ritmo que las producciones actuales, del origen que sean, suelen tener. En cierto sentido la propuesta obliga a adaptarse al tiempo de la viuda, tranquilo, pausado, sin apuros. Plowright está perfecta en su papel, e incluso el gesto de sus ojos le da una naturalidad inusual a su personaje. La contrapartida está en Desmond, el joven al que conoce. Entre los dos actores la relación funciona perfectamente y parece haber un gran entendimiento. En esto el mérito corresponde en parte a acertados toques de guión (la base, hay que recordarlo, está en una novela). Pero el ritmo, si bien se ajusta al ritmo vital de la protagonista, padece de un defecto serio. La edición genera ciertas pausas de espanto en muchos diálogos, que tienen como efecto la sensación de que cada personaje está hablando por separado. No pasa en todas las escenas. Por suerte.

Una dama digna

ficha

Inglaterra, EE.UU. 2005. Título original: Mrs. Palfrey at The Claremont. Director: Dan Ireland. Guión: Ruth Sacks. Música: Stephen Barton. Fotografía: Claudi Rocha. Elenco: Joan Plowrightm, Rupert Friend, Zoe Tapper.

atención a...

El cambio del título es terrible.

El origina, La señora Palfrey en el Claremont, es claro y bastante británico por lo específico de su significado. Quien haya rebautizado el film como Una dama digna debe haber tenido ideas extrañas, ya que sugiere ideas que no tienen nada que ver con lo que se ve en pantalla. Pero ya es

costumbre que las

traducciones de los títulos tengan

motivos imposibles de entender.

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