Vacaciones a pura animación

GUILLERMO ZAPIOLA

Arañas, ogros, vacas, gatos y un indiecito patagónico. En cuatro de los cinco casos se trata de personajes provenientes del ‘comic’. Se inician las vacaciones de julio, y la cartelera cinematográfica se puebla de ofertas destinadas a un público infantil y adolescente.

Una franja por lo menos del público adulto, que ha disfrutado durante años los sarcásticos comentarios del gato más egoísta, perezoso y comilón de lasañas del mundo va a querer ver Garfield, la película, largometraje que combina actores de carne y hueso con animación digital para dar vida al personaje titular según historieta original de Jim Davis. Los dolores de cabeza empiezan para Garfield cuando su amo (Beckin Meyer) lo lleva a la veterinaria (Jennifer Love), se siente atraído por ésta y acepta en su casa al más bien tonto perro Odie, para horror del felino protagonista que ve invadido su espacio. Sin embargo, ese es apenas el comienzo: a cierta altura el perro será secuestrado, y Garfield reconocerá de mala gana que el bicho le gusta. No tendrá más remedio que sacudir su pereza e involucrarse en un operativo de rescate.

El historietista Davis ha contado que en los últimos años había recibido varias ofertas para llevar a Garfield al cine, pero que siempre se opuso a que fuera un largo de animación tradicional. El perfeccionamiento de los procedimientos de animación por computadora le hicieron cambiar de opinión: ahora era posible crear un personaje que pareciera un dibujo, y hacerlo evolucionar en un ambiente "real". El resultado de esos esfuerzos puede verse desde hoy en pantallas montevideanas.

INDIECITO. Otro de los estrenos de hoy es Patoruzito. Era probablemente inevitable que el universo imaginado hace más de siete décadas por el historietista Dante Quinterno llegara a la pantalla. Se trata sin duda de una de las creaciones más populares y duraderas del ‘comic’ argentino, cuya vigencia se ha sostenido a lo largo de las décadas.

La versión mayor del indio, Patoruzú, nació como personaje secundario en el diario Crítica el 19 de octubre de 1928. Pronto fue ascendido a protagonista de una historieta propia, y Quinterno estableció sus rasgos básicos, un idealizado indio terrateniente (dato que contradice ampliamente a la verdadera historia de la Patagonia), de fuerza legendaria, valiente y de buenos sentimientos. En 1942, el indio efectuó su debut cinematográfico: el propio Quinterno dirigió el mediometraje de animación Upa en apuros, filmado en un sistema cromático bipack, el Alexcolor.

Con el paso de tiempo, la historieta generó un par de derivados: las "correrías" de Patoruzito (con los mismos personajes en su versión infantil) y las "locuras" de Isidoro, en las que el indio no aparecía y el padrino desempeñaba el papel protagónico. De las "correrías" desciende el libreto del film que ahora se estrena, escrito por Axel Nacher y Omar Quiroga y dirigido por José Luis Massa, en el cual el indiecito se dispone a asumir la función de cacique de los tehuelches y debe enfrentar varias amenazas por parte de los villanos de turno. Por supuesto, gente como Isidorito Cañones, Ñancul, la Chacha y otros lo ayudarán en la aventura.

DISNEY. Y no puede haber unas vacaciones de julio sin un largo animado de la empresa Disney. El de este año se llama Vacas vaqueras, una historia del viejo Oeste en la que los bovinos del título se ponen en campaña para proteger la granja lechera en la que viven de las amenazas del villano local. La película constituye el debut en la dirección de Will Finn y John Sanford, quienes han trabajado en tareas de menor responsabilidad en varios largos de animación previos de la empresa.

Finn fue supervisor de animación en films como La bella y la bestia, Aladdin y El jorobado de Nôtre Dame. Sanford se unió al equipo en 1993 y contribuyó al desarrollo de las historias de El jorobado de Nôtre Dame, Mulan y Lilo & Stitch. Ambos escribieron la historia de Vacas vaqueras junto a Michael LaBash, Sam Levine, Mark Kennedy y Robert Lence.

En palabras del codirector y colibretista Sanford, la meta del equipo fue "hacerla muy divertida para nosotros y para el público". El realizador agrega: "A Will y a mí nos apasionan los dibujos animado y sentimos que hacerlos es un magnífico arte. Nuestra historia tiene valores que son buenos, pero no quisimos ser demasiado severos con ningún mensaje. Nos sentimos orgullosos de haber realizado una película de dibujos animados muy divertida y entretenida". Su colega Finn redondea la idea: "Al crear una comedia del Oeste tuvimos que remangarnos y analizar los temas del género para poder trabajar con ellos, utilizarlos y luego ponerlos al derecho y al revés". Conociendo la apelación que el sello Disney tiene sobre los pequeños aficionados, ya debe de haber gente haciendo cola para ver el resultado.