Unos bichos resistentes y algo desencantados de rock & roll

Disco. Los Kafkarudos retoman el legado de los Travelling Wilburys

FABIÁN MURO

Cuatro músicos y el halo de un quinto integrante conforman este inusual proyecto colectivo, que reúne a artistas de varios perfiles en torno a un espíritu de resignado desencanto.

Las referencias a Kafka -o a lo que a menudo se percibe como el carácter de los relatos del autor de La metamorfosis y El proceso- está en muchos lados en este disco editado por Bizarro.

Desde el nombre del grupo hasta el tema que abre el álbum, La metamorfosis del kaf-karudo, donde la letra de Walter Bordoni dice, hacia el final del tema: "No somos nada, salvo ruido los aguafiestas amargados de la cuadra...no somos nada, salvo ruido molesto en la frecuencia modulada...". El derrotismo y la resignación son tan pronunciadas que Tabaré Rivero parece sentirse forzado a meter un "¡vamo arriba!" antes que concluya el tema. Sin embargo, se trata de una canción de rock contagiosa y, por momentos, intensa, que contrasta con el tono resignado y antiheroico de la letra.

WILBURYS. Más allá de las alusiones al checo que escribía en alemán, la mayor parte de este Volumen II está edificado sobre lo que fue ese gran grupo que duró sólo dos discos, de los cuales el primero se llamó Volumen 1 y el segundo Volumen 3: The Travelling Wilburys. Éste reunía a George Harrison, Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne y Roy Orbison, y tuvo un enorme éxito hacia fines de los años ochenta.

Cuando a Rivero se le ocurrió la idea de armar a Los Kafkarudos, Eduardo Darnauchans aún vivía e iba a for- mar parte de la banda. Pero la muerte se lo llevó antes que pudiera grabar, y el Darno se convirtió en el Orbison de Los Kafkarudos (aunque Orbison participó en Volumen 1). Aún así, el Darno está presente a través de Milonga filipina (compuesta a medias con Walter Bordoni) y en la preciosa letra de Quisiera llamarme olvido, a la que Rivero le puso una buena melodía. También en lo que hace al reparto de autorías e interpretaciones, Los Kafkarudos retoman el esquema equitativo de los Travelling, por no hablar de lo estrictamente musical.

En Volumen II predomina el rock clásico, con pinceladas de blues y country. Hay armónicas y armonías vocales que refieren en forma poco disimulada a lo hecho por bandas como Crosby, Stills, Nash & Young, por ejemplo. También hay una vuelta de tuerca milonguera en varias partes, posiblemente como el resultado de la presencia de Dino, quien contribuye con voz, un par de letras y una melodía.

La voz del autor de Milonga de pelo largo, junto a la de Rivero, reiteradamente enfática, son las que más sobresalen en un álbum en el que, como dicen las "liner notes" del periodista y escritor Fernando Peláez, todo se gestó "con modestia y sin liderazgos"; además del apoyo de la bajista Shyra Panzardo -durante años integrante de la banda de Darnauchans, como Ferradás-, y el ex-Los Tontos Leonardo Baroncini en batería.

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