Una mujer entre dos fuegos Michelle Williams

La ex de Heath Ledger protagoniza "El engaño", estreno del viernes

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GUILLERMO ZAPIOLA

En "El engaño", película que se estrena el viernes, es el vértice femenino de un triángulo pasional. Pero Michelle Williams se ha convertido en el último par de años en algo más que eso.

Williams encarna en El engaño a una misteriosa mujer, designada apenas con la inicial "S", que se convierte en el centro de una intriga que involucra a dos hombres que son también dos actores muy interesantes (Hugh Jackman, Ewan McGregor). El primero encarna a un carismático abogado corporativo. El segundo es un anónimo agente perdido en medio de la megalópolis neoyorkina.

Tras un encuentro casual, los dos terminan en un refugio para privilegiados: un decadente local de juegos para ejecutivos de clase alta de Manhattan. El paquete incluye un club de sexo cuyos servicios se obtienen por celular: allí asoma el personaje de Williams, a partir de lo cual los tres se involucran en un mecanismo de mentira y asesinato. No corresponde ser más explícitos sobre el argumento de la película, pero la presencia de la actriz remarca de una intérprete en ascenso.

ELECCIÓN. Martin Langeneg- ger, el director de El engaño, comento que supo desde el principio que Williams era la actriz ideal para encarnar a la misteriosa "S". El cineasta recordó que la primera vez que se conocieron, ella se sentó frente a él y le hizo sentir "que tenía el material". Langenegger creyó percibir en ella la mezcla de vulnerabilidad, fragilidad y fuerza que requería "un papel muy complejo".

Según el director, "S" puede parecer, superficialmente, la mujer fatal convencional de una película de suspenso, pero él quería proporcionarle al personaje una mayor profundidad, añadir elementos que no se esperan de un papel así. A su juicio, la vulnerabilidad de Michelle resultaba perfecta para sus intenciones, permitiéndole crear una figura "que puede ser manipulada y herida". Hacía falta una actriz muy especial para comunicar todo esto en sólo unas pocas escenas, afirma Langenegger, y Williams lo era.

Michelle se ha declarado encantada con el personaje, de quien dice que "toma malas decisiones, está con las personas equivocadas", y que es "algo así como una chica nómada que viaja de noche". La actriz añade que nunca había interpretado antes a alguien como "S", y que el papel representó un reto totalmente nuevo para ella.

Naturalmente, uno de los factores que ha determinado la notoriedad de Williams resulta ajeno al cine. Fue pareja de Heath Ledger, tuvo con él una hija (Matilda) que hoy tiene tres años, y la muerte del actor, de quien ya estaba separada cuando se produjo la tragedia, la convirtió en personaje secundario pero activo del cuadro. Algunos periódicos sensacionalistas, incluso, quisieron hacer de ella la villana de la historia, atribuyendo el cuadro de depresión padecido por Ledger (que derivó en sobredosis accidental) al dolor provocado por la separación.

Dentro del cine, Williams (quien dicho sea de paso actuó junto a Ledger en dos films, Secreto en la montaña y I`m not there) ha venido labrándose un perfil propio, con cuidadosa elección de papeles, trabajo para directores prestigiosos y una tendencia hacia los roles creativos y autorales. Es probable que nunca integre el "club de los veinte millones", esa minoría de estrellas supertaquilleras que pueden llamarse Brad Pitt, Angelina Jolie o la resucitada Julia Roberts, pero no es difícil augurarle una carrera de calidad. Cuando una actriz llama la atención de gente como Ang Lee, Todd Haynes o Martin Scorsese (para quien está trabajando actualmente), es porque tiene el "algo" al que aludía Langenegger.

Williams nació en Kalispell, Montana, el 9 de septiembre de 1980. Es la mayor de cinco hijos, a los quince años se graduó en la secundaria y salió en pos de una carrera como actriz. Obtuvo varios papeles pequeños, pero su primera fama provino de su encarnación del personaje de Jen Lindley en la serie de televisión Dawson`s Creek (1998-2003).

Al mismo tiempo comenzaba su carrera cinematográfica. Fue una de las víctimas del recurrente asesino Michael Myers en una de las tantas películas de la serie Halloween (1998), y obtuvo su primer protagónico para la pantalla grande en Dick (1999), una comedia en la que también actuaron Kirsten Dunst y Will Ferrell.

En poco tiempo se convirtió en una suerte de figura estelar del cine independiente, y comenzó también a llamar la atención de la crítica y los jurados de los festivales internacionales. Se la vio en Me Without Me (2001), una producción anglogermana dirigida por Sandra Goldbacher que compitió en los premios británicos Bafta, y en The United States of Leland (2003) de Matthew Ryan Hoge, un drama coral con elenco de famosos (Lena Olin, Kevin Spacey, Don Cheadle, Ryan Gosling), presentada en el Sundance y en Deauville.

CONSAGRACIÓN. Tras otros trabajos menores, fue convocada por el alemán Wim Wenders para integrar el elenco de Land of plenty (2004), uno de los usuales ajustes de cuentas (esa mezcla de amor/odio) del cineasta con la sociedad norteamericana, que se está exhibiendo en estos días en la televisión para abonados. La actriz obtuvo una nominación a los premios Independent Spirits por su trabajo en esa película.

La historia de amor `gay` de Secreto en la montaña (2005) significó un quiebre en su carrera. Allí conoció a Heath Ledger, que se convirtió en su pareja, y obtuvo nominaciones pare el Oscar, el Bafta y el Independent Spirit como actriz secundaria. De alguna manera, esa labor reafirmó su perfil "independiente", reiterado en títulos más cercanos como I`m not there (2007) de Todd Haynes, el múltiple retrato de Bob Dylan, o Wendy and Lucy (2008, por el que obtuvo un premio en Toronto y otra candidatura a los Independent Spirits. Más cerca actuó en Synecdoche, New York (2008), el debut como director del libretista Charlie Kaufman (Independent Spirit a opera prima y elenco), y actualmente tiene en postproducción Shutter Island, un policial de Martin Scorsese en el que también actúan Leo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley y Max von Sydow. Lo del principio: se trata de una chica en ascenso.

Un triángulo de compañeros de juegos

Hugh Jackman y Ewan McGregor se han declarado muy satisfechos por su trabajo con Michelle Williams en El engaño, y ambos la consideran una actriz fuera de lo común.

"Su belleza te provoca un shock", afirma Jackman. "Y lo misteriosa y seductora que es. Te cautiva y no hay nada que puedas hacer. Sólo te enamoras de ella, y Jonathan (el personaje de McGregor) lo hace totalmente". Jackman comentó además que la química entre Michelle y Ewan es tan increíble, que los convierte en una de esas parejas de las películas "que te cautivan". El actor no duda en señalar que en las escenas de Ewan con Michelle hay "tanta chispa" que el efecto es contagioso: se los ve como una pareja de verdad y uno quiere que sigan juntos.

McGregor comparte el entusiasmo de su colega. Sobre sus escenas con Williams asegura que cuando la cámara estaba filmando, ellos estaban "creando y trabajando juntos". El actor escocés alude igualmente a lo que denomina "un sentido del juego", donde los actores intentan realmente descifrar el significado de las escenas que deben interpretar, y que el resultado puede ser "delicioso". Michelle está de acuerdo: "lo mejor que te puede pasar con un actor es que realmente te conectes con él delante de la cámara", afirma, y está convencida que eso es lo que ocurrió entre ella y McGregor.

Peñarol y Nacional ambientan escena en historia de suspenso

¿Quién dijo que el fútbol uruguayo no interesa a nadie? En una escena de El engaño, el personaje encarnado por Ewan McGregor llega a una habitación de hotel, se quita la chaqueta y se pone a contemplar un partido de fútbol en la televisión. En buena parte del planeta probablemente no vayan a enterarse, pero en Uruguay la escena va a ser reconocida. Se trata de un clásico, un partido entre Peñarol y Nacional en el año 2006, y para fastidio "bolso" la escena elegida para la cámara es la de un gol de Peñarol.

Habría que estar en la cabeza de la diseñadora de producción Patrizia von Brandenstein (responsable entre otros del diseño de Amadeus, A chorus line, Todos los hombres del rey y Los fantasmas de Goya) para saber si la elección de esa imagen en particular fue deliberada, o simplemente lo que pensó fue "habitación, televisor prendido", quizás, un poco más específicamente "partido de fútbol", y el gol de Peñarol fue lo primero que encontraron. Por supuesto, el dato no es esencial para la película pero no deja de resultar llamativo. Pero es inevitable el efecto sobre los "manyas": van a salir a decir que efectivamente son lo más grande del mundo, y que hasta el cine internacional lo demuestra sin lugar a dudas.

Madre e hija: el dolor, la pérdida y el acoso de los periodistas

Tras haber mantenido un largo silencio, Michelle Williams ha comenzado a hablar del impacto que produjo en ella la muerte del padre de su hija, Heath Ledger. En una entrevista concedida a la revista Newsweek ha dicho que en ese aspecto, se siente "cada vez peor".

"Me despierto cada día en un lugar totalmente distinto. La pena es como un río que fluye, y a eso me refiero con que el sentimiento que llevo está siempre cambiando. Es raro para mí decirlo porque soy una persona optimista, pero de alguna forma u otra, las cosas están cada vez peor. Creo que mientras más tiempo pasa, más echas de menos a la persona que se ha ido", agrega la actriz.

Williams se declara igualmente extremadamente molesta con el periodismo sensacionalista, que las persigue a ella y a su hija con una persistencia digna de mejor causa. Se trata, dice literalmente, de "basura", y está dispuesta a dejar la actuación si el acoso no cesa. Le importa más la niña que el cine.

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