Una fiesta iluminada por la reina del disco

| La estrella recorrió sus mayores éxitos en un concierto que prescindió de la parafernalia

IDOLA. Summer conserva la be lleza de sus años mozos y su privilegiada garganta 200x250
IDOLA. Summer conserva la be lleza de sus años mozos y su privilegiada garganta

FABIÁN MURO

"La música bailable nunca va a morir", dice Donna Summer por teléfono desde Punta del Este. Ella, si alguien, debería saberlo. Luego de un comienzo como integrante de una banda de rock bajo el nombre de Donna Gaines, esta cantante nacida en 1948 en Boston se mudó a Alemania para probar suerte en el musical Hair en 1968 y el resto es, como se dice, historia. Luego de varias participaciones en otros musicales, conoció al productor Giorgio Moroder. Juntos definirían buena parte del sonido "disco" en canciones como Love to love you baby, Bad girls y Hot Stuff. El estilo fue la banda de sonido de mediados y fines de los setenta hasta la irrupción del punk. En esos años, la discoteca se convirtió en un imán para miles, un lugar para acudir producido con esperanzas de "levante" y entregarse al sensual ritmo que sustentaban canciones de Summer, Bee Gees, Gloria Gaynor y otros.

La estrella vino a Uruguay a ofrecer un show exclusivo para los clientes preferenciales del Hotel Conrad y el manager de la diva es estricto. "Por favor, sólo cinco minutos", piden desde el Conrad con insistencia antes de facilitar la comunicación con Summer. "Es un show muy simple, donde canto todos mis hits, por supuesto, y también algunos temas que son menos conocidos", dice la cantante acerca de su presentación y explica las razones por las cuales ha prescindido de la parafernalia: "No podía traer un show muy grande, eso es cierto. Pero creo que los artistas de verdad pueden prescindir de las luces y los efectos. O sea, en mis épocas de éxito tenía un gran show visual, pero no creo que eso sea imprescindible para ser un artista".

A pesar de que lleva sin problemas el mote "Reina Disco", Summer siempre aspiró a trascender las fronteras de ese corriente musical. Prueba de ello se pueden encontrar en varios de los discos que Summer editó luego de que el furor discotequero amainara. En álbumes como Donna Summer, de 1982 y producido por Quincy Jones, y She works for the money, editado un año después y producido por Michael Omartian hay sobradas pruebas que la privilegiada garganta de Summer podía abarcar registros diferentes que la música para la discoteca. "Mi referente artístico es Judy Garland, una mujer que podía hacer de todo, cantar, bailar, actuar. A eso aspiro yo, si bien me encanta la música bailable y no reniego de mi etapa ‘disco’. Pero yo entendí pronto que ese furor no iba a durar. No se puede ser el número uno todo el tiempo, pero sí se puede tener una trayectoria respetable. Ahí están los ejemplos de gente como Frank Sinatra o Tony Bennett. Ellos no siempre estuvieron en la cima, pero sí tuvieron una carrera que perduró y que los hizo clásicos. Además, yo ya estoy en otra etapa de mi vida. Tengo tres hijos y dos nietos. Me preocupan otras cosas además de la música".

Si bien Summer nunca dejó de grabar y actuar en vivo, sus momentos de mayores glorias están íntimamente ligados a la era disco. ¿Fue complicado regresar al llano luego de haber visitado la cúspide? "No, para nada. La verdad es que no extraño esos días de furor y vida rápida. Además, todo vuelve en algún momento u otro. El revival de la música disco es comprensible, porque se trata de una música alegre, que incita al baile y que la gente sea feliz al menos un rato. Pero, como decía, yo ya estoy en otra etapa. Ahora estoy pensando en armar el repertorio para un nuevo disco, aunque me tomo las cosas con tranquilidad. Cuando tenga algo realmente extraordinario para grabar lo haré. Por ahora sigo de escenario en escenario", concluye la Reina del Disco.

siete años en numeros

100 MILLONES DE DOLARES. El Hotel Conrad se transformó en una locomotora de la economía de Punta del Este. Baluma S.A., propietaria del complejo, lleva pagado al Estado unos 100 millones de dólares en impuestos, tasas y cánones. "Desde 1998 hasta la fecha, Baluma ha efectuado los siguientes pagos: Dirección General Impositiva U$S 29 millones, Banco de Previsión Social U$S 38 millones y por canon U$S 32 millones", reveló el gerente general Ramiro Roldós.

556 SHOWS. Con el concierto de Donna Summer, a lo largo de 7 años, se han presentado en el resort 556 shows. Se incluye una gran variedad de espectáculos desde la apertura, box, eventos deportivos la Senior Cup, figuras de la música internacional, exposiciones, desfiles de moda, torneos deportivos, recitales para más de 4.500 espectadores. En el casino del Conrad se han organizado eventos de ruleta, baccarat, punto y banca, slots, entre otros.

1 MILLON DE DOLARES. Este año se entregó el mayor premio en un torneo fuera de Las Vegas: un millón de dólares en un torneo de baccarat que fue ganado por un apostador brasileño. En el 2004 se concedieron premios por un total de 4 millones de dólares.

1 MILLON DE PERSONAS. Entre enero y octubre de este año ingresaron al casino del complejo 942.150 personas. Sólo en enero fueron 250 mil. En la actualidad el mercado brasileño representa el 42 % en todos los servicios del complejo en tanto que los argentinos trepan al 48 %.

100.000 HUESPEDES. En el 2003 se hospedaron 123.523 personas en el hotel. Entre enero y octubre de este año fueron 122.242.

* Producción Marcelo Gallardo

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