MATÍAS CASTRO
Tras "Medianoche en París" y "Sherlock Holmes", la actriz gana su primer gran protagónico. "Votos de amor" llega precedida de un fuerte éxito de público en Estados Unidos y se estrena este viernes. Y tal vez, confirme el sitio de esta actriz.
La trama de Votos de amor, al menos de acuerdo a cómo se la anticipa, recuerda a la de Como si fuera la primera vez, aquella película con Adam Sandler y Drew Barrymore. Pero acá la cosa es en clave de drama y romance, con una pareja formada por dos actores más conocidos por su perfil de "lindos" que por otra cosa. McAdams interpreta a Paige, una mujer que tras un accidente de auto pierde la memoria y ya no recuerda a su esposo. Él, encarnado por el ascendente Channing Tatum (conocido por Querido John, Gi-Joe y otras) tiene que encontrar la manera de recuperarla y al mismo tiempo convivir con una persona que lo desconoce y que reconoce pocas cosas de su vida anterior al accidente. En la película de Sandler y Barrymore, la pérdida de memoria de parte de ella se resolvía de forma humorística.
"Por lo general me gustan las películas que tienen algún tipo de historia de amor..." contó McAdams en una reciente entrevista, previa al lanzamiento en Estados Unidos. "No necesariamente tiene que ser una relación romántica obvia. Pero me agradan las películas que tratan del amor. Es lo que todos buscamos y deseamos".
Si bien su filmografía ha logrado cierta variedad en los diez años que lleva actuando, se inclina más hacia el lado que ella comenta. La película Te amaré por siempre (The time traveler`s wife), que hizo con Eric Bana, tenía varios puntos de contacto con esta al plantear una historia de amor casi imposible con un hombre que involuntariamente vivía saltos temporales y desaparecía de la vida de su mujer. Los grandes dramas de amor parecen estar convirtiéndose en la especialidad de esta chica de treinta y cuatro años.
"Pienso que es una historia increíble, aunque le ocurrió realmente a dos personas", había comentado en la misma entrevista con respecto al nuevo film. "La idea de que esta mujer olvidó completamente a su esposo, pero reencontraron su camino y lograron estar juntos es extraordinaria. De verdad llamó mi atención. También me encanta el personaje. No había interpretado nada parecido. Ella pasa por un terrible torbellino emocional y circunstancial, tiene muchos matices para una actriz. Entre más investigaba acerca de lesiones cerebrales y pérdida de memoria, más interesante me parecía, pues la personalidad puede cambiar en muchas direcciones. La historia tenía un enorme potencial que Michael (Michael Sucsy, director de Grey Gardens) y yo tratamos de expresar con tacto".
Pero a diferencia de Te amaré por siempre, aquí había un sustento científico real sobre el que apoyarse. No es solo cuestión de saber llorar ante cámaras, aparentemente. Por eso McAdams investigó en el tema de la pérdida total de memoria y acudió al asesoramiento de un neurólogo de California a quien la producción contrató para que estuviera presente durante el rodaje. Y, además, tuvo un encuentro con la pareja cuya historia inspiró el guión, aunque la película tenga unas cuantas diferencias.
"Creo que buscaba alguna forma de expresarme a mí misma", contó sobre lo que la llevó a la actuación y a buscar distintos papeles. "Encontré este canal en los deportes. Pero no era algo completo. Y descubrí que en realidad estaba nerviosa, como si los deportes me retuvieran. Pero cuando descubrí la actuación sentí que me impulsaba hacia adelante. Los nervios me respondían bien en el escenario. Cuando patinaba mis rodillas temblaban y sentía que me iba a desmayar. Simplemente no era lo adecuado para mí".
La actriz vive actualmente en Canadá, donde se filmó esta película. Cuenta que prefiere mantenerse allí por la forma cotidiana de vida, mucho más tranquila que la de Los Angeles, donde vive buena parte de las grandes figuras del cine. "No necesito tener automóvil, nunca lo tuve, así que puedo moverme por la ciudad en bicicleta. Es un lugar bastante pequeño, así que también encuentro un sentido real de comunidad aquí. No sé... Entre más tiempo paso aquí, menos razones tengo para alejarme". De hecho, el bar en el que aparece en Votos de amor trabajando como camarera es el bar al que va habitualmente para desayunar.
Si bien todavía no se puede decir que sea toda una figura de Hollywood, como ella misma deja claro al hablar de su vida cotidiana, ha tenido una carrera de perfil alto. Trabajó con el británico Guy Ritchie en las dos Sherlock Holmes (o más bien en la primera y solo el inicio de la segunda), también con Nick Cassavettes en la película Diario de una pasión, con el maestro del terror Wes Craven en Vuelo nocturno y con Woody Allen en Medianoche en París. "(Allen) es muy abierto a cualquier cosa sobre la que quieras hablar, si tienes una idea la puedes platicar con él. Sé que hay una gran tradición acerca de Woody, creo que es interminablemente gracioso. Es una persona muy divertida. Incluso cuando no trata de serlo... Pues sí, pienso que es adorable y disfruté inmensamente trabajar con él. Fue un trabajo de ensueño".
Y por delante tiene dos trabajos con otros dos directores nada despreciables. Por un lado ahora está filmando Passion, a las órdenes del gran Brian De Palma. En ella interpreta a una ejecutiva joven que planifica una brutal y desmedida venganza contra la persona que le robó una poderosa y lucrativa idea. El otro proyecto es con el prestigioso Terrence Malick y se filmó el año pasado. Sin embargo, el director de El árbol de la vida le ha pedido que guarde silencio hasta que no se anuncie el estreno. Pero antes, está este drama romántico.
De la Tv al cine
El realizador Michael Sucsy, de treinta y nueve años, debuta en la dirección de una película para cine en esta oportunidad. Antes había hecho el telefilm Grey Gardens y prepara dos más para la pantalla chica. "Me sorprende que no fuera actor en algún momento. Pero fue asistente de director, así que también entiende el ritmo para lograr sus tomas. Nunca repite las tomas. Nunca se pasa del presupuesto. Trabaja muy bien", contó la actriz sobre él.
Bromas que sustentaron la actuación en pantalla
La relación con su coprotagonista, Channing Tatum, tuvo mucho peso en la química que desarrollan ante cámaras. Según contó la actriz, era frecuente que él le hiciera bromas de todo tipo durante la filmación, cosa que ayudó a suavizar el vínculo entre ellos y permitirles mostrarse con más naturalidad ante las cámaras. "Cada día había algo nuevo", contó. "Encontré postes en mi trailer, ya sabes, estos enormes postes de construcción. No los pequeños que ves en la calle, sino los grandes... enormes conos de tráfico estacionados a la mitad de mi puerta. Abrí mi trailer y dije, "Ok, voy a necesitar ayuda con esto". También puso un árbol en mi automóvil un día… Llegué a mi auto y había un enorme árbol en el asiento del pasajero. Mi chofer dijo, "No sé qué ocurrió. Estaba sentado aquí y de pronto Channing metió un árbol en el auto". Es muy divertido. No toma nada demasiado en serio. Sin embargo, es todo corazón. Creo que es un verdadero romántico. Le comentó a Michael, el director, que ama el amor y demuestra eso cada día".
Claro que lo que se verá en pantalla tiene poco y nada que ver con esa clase de chistes, pero ya se sabe que, en ocasiones, la buena relación entre dos actores influye decisivamente en lo que luego los espectadores pueden ver en el cine. El contrapeso de Tatum fue sumamente importante para desarrollar el drama: "De algún modo la película funciona retrospectivamente, es decir, empieza cuando están enamorados y después esto desaparece para ella, así que siempre representó un reto para mí no perder mi vínculo con Channing. Interpretar que ella trata de hacerlo y que hay esperanza. Esto fue difícil".