CARLOS REYES
El jueves próximo a las 19 h en el Instituto Goethe se presentará un curioso libro. "Juan Pou Orfila. Crónica de una pasión pedagógica" cuenta la historia de un singular médico uruguayo, y a través de ella describe toda una época.
Como se han señalado los organizadores de la presentación, si se hace una encuesta sobre la calle 26 de Marzo seguramente muchos no saben qué sucedió ese día, pero la ubican perfectamente en el plano de Montevideo. De la calle Juan Pou y Orfila -ubicada en un barrio apartado- tampoco se tiene muy presente qué evoca ese nombre, y además, no existe a nivel social un reconocimiento sobre la figura de ese personaje.
Fue ante ese vacío que el doctor Ricardo Pou Ferrari (1948) emprendió la ardua tarea de rastrear los pasos de su biografiado, quien fue médico, profesor universitario, humanista y antepasado del propio autor. De este modo, compuso un prolijo libro de más de 300 páginas que es a la vez una reivindicación, un homenaje, un reencuentro y una detallada pintura de época.
"Puede parecer un poco de soberbia -comentó Pou Ferrari a El País- porque es un tío abuelo mío el personaje de esta historia, pero yo he trabajado antes sobre otras biografías de otros personajes, y en esta oportunidad me interesó mucho indagar en su vida, porque Pou Orfila fue un personaje de alto relieve en la cultura nacional. Él nació en Colonia del Sacramento en 1876, casualmente el mismo año que abrió la Facultad de Medicina, hijo de un catalán que había huido de España por republicano y estaba muy comprometido con su causa. El padre era un hombre de muy buena formación y a los 11 años mandó a su hijo a España a estudiar francés, latín y geografía. Al volver de Europa va al colegio valdense de La Paz, donde se estimulaba el conocimiento de los idiomas, la filosofía y la lógica. De hecho, terminó siendo un políglota: hablaba además de español, francés, alemán, portugués y latín".
Fue en esa dirección que más allá de su carrera como médico, destacó como pedagogo y propulsor de disciplinas como la matética (ciencia de la ordenación) y la amartografía (término acuñado por él), que designa a la disciplina que tiene por objeto el estudio de los errores.
Más allá del biografiado, la publicación presenta detalles de la sociedad uruguaya de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, partiendo de una familia instalada en Colonia y con fuertes lazos en la otra orilla del Plata, cuyos miembros apostaron a los valores intelectuales por encima del éxito económico.
Surge así progresivamente de esta biografía (que cuenta con numerosas ilustraciones y un minucioso índice onomástico) un doble retrato individual y colectivo, que pinta de cuerpo entero de Pou Orfila, discípulo dilecto de Santiago Ramón y Cajal, quien a su vez lo puso en contacto con la escuela de medicina alemana. Esta característica también hizo de este médico uruguayo una figura excepcional, en un entorno dominado por la impronta francesa.
El libro cuenta con una bibliografía de Pou Orfila que cuenta a 150 publicaciones, hecho que da cuenta de la fecunda labor intelectual de este médico que cultivó las más variadas áreas del saber.
Pou Ferrari, también médico y también humanista -como su antepasado Pou Orfila-, ha publicado varios trabajos sobre historia de la medicina en el Uruguay, entre ellos Juan B. Morelli en la historia de la medicina uruguaya (2004), Luis Pedro Lenguas (2005) y Augusto Turenne, pionero de la obstetricia social en América Latina (2006), y desde hace dos años que trabaja sobre su próximo biografiado, Enrique Pouey.
La pasión por la música como nexo generacional
Juan Pou Orfila. Crónica de una pasión pedagógica será presentado por el doctor Antonio Turnes, que fue secretario del Sindicado Médico y que también un estudioso de la historia de la medicina uruguaya. Él hará un comentario del libro y luego Élida Giancarelli va a ejecutar algunas obras de Beethoven, puesto que Pou Orfila era muy adicto a la música, y siempre tenía su gramófono al lado de la mesa del comedor.
Pou Ferrari rescata entre los estudiosos de la historia de la medicina en el Uruguay al profesor José Pedro Barrán, aunque subraya que "uno como médico es un poco más susceptible cuando hablan de sus colegas, cuando se los considera de forma crítica".