AGENCIAS Y EL PAÍS
Tras su paso por el festival de San Sebastián, el film uruguayo "El cuarto de Leo" salta al festival de Biarritz, otro evento de prestigio. El festival comienza hoy, haciendo, como siempre, foco en Latinoamérica.
Decenas de películas y documentales, encuentros con cineastas y escritores, conciertos, exposiciones es lo que circulará por el festival de Biarritz al sur de Francia. Además de los directores de las diez películas en competición (entre ellas La Nana, del chileno Sebastián Silva, La sangre y la lluvia, del colombiano Jorge Navas, El cuerno de la abundancia, del cubano Juan Carlos Tabío), viajarán a Biarritz una veintena de jóvenes realizadores de América Latina, lo que confirma la buena salud del festival.
La "crisis financiera que ha golpeado a otros festivales no ha afectado al de Biarritz, que recibirá más creadores latinoamericanos y más público que nunca", declaró el director del XVIII Festival de Cine y Culturas de América Latina de Biarritz, Marc Bonduel.
"Esto se debe a que esta región del sur de Francia, que es la que financia el festival, tiene lazos muy importantes con América Latina, y quiere seguirlos desarrollando y abriendo puentes hacia la región", explicó. Biarritz, que concluye el 4 de octubre, "es un festival de gente apasionada por Latinoamérica, con muchas ganas ya sea de descubrir o de reencontrarse con su cultura", añadió.
Entre los diez largometrajes en carrera figuran también El cuarto de Leo, del uruguayo Enrique Buchichio, Los paranoicos, del argentino Gabriel Medina, Os famosos e os duendes da morte, del brasileño Esmir Filho, La Pasión de Gabriel, del colombiano Luis Alberto Restrepo y Cinco días sin Nora, de la mexicana Mariana Chenillo.
De la región Centroamérica, que no suele estar presente en el festival, dada su incipiente industria cinematográfica, participará La Yuma, de Florence Jaugey, una francesa radicada en Nicaragua, donde fundó en 1990 una casa de producción, señaló Berjon.
Paralelamente, hay un galardón que ha sido creado por Unión Latina para el mejor documental, para el que compiten 15 filmes, entre ellos Los que se quedan, de los mexicanos Carlos Hagerman y Juan Carlos Rulfo, hijo del extraordinario escritor Juan Rulfo. También optan por ese premio la brasileña Garapa, de José Padilha, La revolución de los pingüinos, del chileno Jaime Díaz Lavanchy, María y el nuevo mundo, del venezolano George Walker Torres y El árbol olvidado, del colombiano Luis Rincón.
Berjot destacó en particular la notable calidad del documental Pueblos unidos, de los mexicanos Felipe Casanova y Miguel Ángel Díaz, y de Mi vida con Carlos, una producción chileno-española realizada por German Berger-Hertz. Están también en liza Pecados de mi padre, del argentino Nicolás Entel, la producción cubano-boliviana La chirola, de Diego Mondaca, Criada, de la argentina Lorena Muñoz y Fragmentos de una búsqueda, de Pablo Milstein y Norberto Ludin.
Berjon subrayó asimismo la creciente participación de Francia en la cinematografía latinoamericana, con tres coproducciones de documentales: Villa El Salvador, con Perú, La tierra sin mal, con Paraguay, y Madre(s) Tierra, con Ecuador.
Pero las actividades no se terminarán en lo exclusivamente cinematográfico. El capítulo dedicado a las letras latinoamericanas estará protagonizado por el escritor peruano Santiago Roncagliolo, el mexicano Juan Villoro y los argentinos Eduardo Berti y Ernesto Mallo.
Se rinde homenaje también a la fotografía de la región, con exposiciones de la panameña Rachelle Mozman y del chileno Antonio Quintana.
Pujante: "El cuarto de Leo" es uno de los diez films en competencia por el premio mayor.