Un director que vive en el cine

Actriz. La británica Emily Mortimer habla sobre su trabajo con Martin Scorsese en el film 3D "Hugo", que se estrena este viernes en cines Le inventaron un personaje para ella, que no estaba en el libro | Actriz. Mortimer considera que "Hugo" es incluso más seria que "La isla siniestra" aunque el director la pensó para todo público "El cine es la forma en que (Scorsese) se relaciona con el mundo", afirma

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NEW YORK TIMES | NANCY MILLS

"En manos de Martin Scorsese, una película familiar puede ser más seria y desgarradora que una de horror", asegura Emily Mortimer. Ella bien lo sabe.

En La isla siniestra (2010) de Scorsese, ella interpretó a una mujer que asesina a sus hijos. Y en Hugo también de Scorsese y basada en el libro infantil de Brian Selznick The Invention of Hugo Cabret (2007) y que se estrenó en Estados Unidos el 23 de noviembre, ella interpreta a una alegre vendedora de flores.

Ambientada en el París de los años 30, Hugo narra la historia de un huérfano (Asa Butterfield) que vive en los muros de una estación de ferrocarril y se encarga de que los relojes estén a tiempo. También está en una búsqueda para desentrañar un secreto que le dejara su difunto padre (Jude Law).

"En La isla siniestra mi personaje es muy oscuro", explica Mortimer, entrevistada por teléfono desde Los Ángeles, "pero encontré la ligereza en ella. En la superficie, mi personaje en Hugo es una persona feliz, positiva, que lleva color a la vida de los demás con sus flores. Pero perdió a un hermano y quizá a un amante en las trincheras de la I Guerra Mundial".

A Mortimer, que cumplió cuarenta años, le gusta interpretar personajes con profundidades ocultas.

"Se me ocurrió pensar que dentro de cada asesino de niños hay un florista", afirma. "Y dentro de cada florista hay un asesino de niños".

"Hugo es una película llena de pérdidas y dolor", continúa Mortimer, "y en cierto sentido es más seria que una película como La isla siniestra. No es el Scorsese ligero. Él sólo hizo una película que es adecuada para niños, pero que está dirigida a todos. No la hizo tonta para facilitar que los niños la digirieran".

Hija de John Mortimer, abogado y escritor británico, autor de las historias que inspiraron la serie de televisión Rumpole of the Bailey (1978-1992), ella es gran admiradora de Scorsese.

"De todos los genios que he conocido, él es el menos intimidante", asegura. "El siempre está interesado en lo que sucede a su alrededor. Le encanta hablar y habla mucho. Con él nunca se tienen esos silencios incómodos como sucede con muchos genios. El cine es la forma en que Scorsese se relaciona con el mundo", continúa. "Cuando él era chico, tenía asma y su padre lo llevaba al cine en plena noche. Él miraba hacia fuera y se sentía salvado por la delicia, la aventura y las locuras que encontraba en las películas".

Después de trabajar con Scorsese en La isla siniestra, Mortimer gustosamente aceptó un papel pequeño en Hugo para volver a trabajar con él.

"Mi personaje no está en el libro, pero entiendo por qué lo agregaron", revela. "Existe para mostrar un lado más humano del inspector (Sacha Baron Cohen), para que éste no sea un villano unidimensional".

Es una observación modesta típica de Mortimer, que desde que empezó a actuar como estudiante en la Universidad de Oxford ha tratado de desviar la atención que recibía su persona.

"En Inglaterra, algunas personas me consideran simplemente la hija afortunada y privilegiada de alguien famoso, alguien a quien todo se lo sirven en bandeja de plata", afirma Mortimer. "Fue difícil convencerme a mí misma de que no es así. Era el sentimiento de culpa de los privilegiados, que es difícil de superar".

en hollywood. Mortimer también siente que recibe un tratamiento especial en Hollywood. "Aquí, tener acento británico es una ventaja injusta", asegura Mortimer. "En muchos sentidos nos dan el beneficio de la duda".

Pero ella no se da a sí misma ese beneficio, a juzgar por la descripción que hace de sí misma: "Siento que soy una actriz británica con el pelo ligeramente grasoso".

Obviamente, los demás no estarían de acuerdo. Ella ha reunido más de cincuenta créditos en cine y televisión desde que empezó a trabajar en 1994. Estos papeles van desde una de las citas a ciegas de Hugh Grant en Notting Hill (1999) y Katherine en Love`s Labour`s Lost (2000) de Kenneth Branagh, hasta el interés romántico del inspector Clouseau (Steve Martin) en La pantera rosa (2006) y su continuación de 2009.

"No me han encasillado", afirma Mortimer complacida. "Desde muy pronto me di cuenta de que la forma de sobrevivir como la hija de alguien famoso era estar en un millón de cosas diferentes. Así que me convertí en un blanco móvil".

Sus primeros años en la actuación fueron difíciles, recuerda.

"Hice muchos programas malos de televisión y muchas películas malas en Inglaterra", admite Mortimer. "Yo considero que el inicio de mi carrera fue Lovely & Amazing (2001)".

Escrita y dirigida por Nicole Holofcener, esa cinta independiente atrajo mucha atención sobre Mortimer e impulsó su confianza.

"Yo no asistí a la escuela de actuación", revela, "así que no sabía qué es `estar en el momento`. Y me sentía inadecuada".

Lovely & Amazing le cambió todo, especialmente una de sus escenas. Después de haber hecho el amor con un actor famoso (Dermot Mulroney), Elizabeth (Mortimer), aspirante a actriz, se para desnuda enfrente de él y le pide que evalúe con toda franqueza los puntos buenos y malos de su cuerpo.

"Yo había escrito el discurso junto con Nicole para ajustarlo a mi cuerpo", indica Mortimer. "En el momento en que empecé a decir mis parlamentos, me di cuenta de que yo era tan vulnerable, valiente, estúpida y ridícula como el personaje al que estaba interpretando. Me quedé ahí parada y sentí lo que era `estar en el momento`. Eso me ha mantenido andando desde entonces. Me dio muchísima confianza".

grandes directores. Desde entonces, Mortimer apenas ha dejado de trabajar, muchas veces en proyectos de gran prestigio. Woody Allen la eligió para interpretar a una chica rica que se enamora de un extranjero (Jonathan Rhys Meyers) en Match Point (2005), y fue la pareja de Ryan Gosling en Lars and the real girl (2007). Ese mismo año, también apareció en 30 Rock, en el papel recurrente de Phoebe, novia del personaje de Alec Baldwin, un papel que retomaría con mucho gusto.

Actualmente está por empezar el rodaje de una serie de HBO, que aún no tiene título, creada por Aaron Sorkin y ambientada en la sala de redacción de una televisora.

"Jeff Daniels interpreta a un locutor irascible pero brillante, y yo soy la productora", explica Mortimer.

"Voy a tener una agenda muy exigente", continúa. "Como actriz de cine, no me di cuenta de lo implicada que iba a estar. A los actores de cine se les mima, al grado de que les dan una bolsa de papel con dinero para sus gastos cada fin de semana. Nos transportan a todas partes y nos llaman por teléfono para despertarnos y estar listos. Nos tratan como niños totalmente inútiles, en los que no se puede confiar que hagan nada por sí mismos".

"Pero como que yo soy de esos", admite con un suspiro. "Me quedó a la perfección. Esto requiere que yo sea más adulta. Estoy teniendo que lidiar con muchas más cosas de lo que había hecho antes. Pero mis hijos pueden pasársela en el remolque".

haciendo planes. La producción se llevará a cabo en Nueva York, lo que le permitiría a Mortimer pasar todas las noches en su casa de Brooklyn, al lado de su esposo, el actor Alessandro Nivola, y sus hijos.

"Será posible que Alessandro trabaje mientras yo estoy haciendo esta película", comenta. "Haremos que nuestros familiares vengan a ayudarnos".

Mortimer y Nivola se conocieron al rodar Love`s Labour`s Lost y se casaron tres años después. Desde entonces han hecho malabarismos con sus respectivas carreras y sus dos hijos. En general con buenos resultados, considera ella.

"Ninguno de nosotros ha tenido que rechazar un papel para que el otro pudiera trabajar", afirma Mortimer. "Los tiempos más difíciles que pasamos fueron cuando yo estaba rodando Transsiberian (2008) en Lituania y Alessandro estaba haciendo The Eye (2008) en Albuquerque. Los dos fueron trabajos muy largos y no pudimos vernos tanto como queríamos".

En ese tiempo sólo tenían un hijo, Sam, que ahora tiene ocho años. Su hija, May Rose, cumple dos años en enero.

"Como soy de Inglaterra y la mitad de mi familia está allí, los niños están acostumbrados a viajar", explica la mamá. "Nuestras familias son muy cercanas y nos unimos más para pasar esas cosas".

"Mi esposo hace la mitad", agrega Mortimer. "Tratamos de ayudarnos en todos los aspectos de la vida para que los dos podamos tener una carrera y una familia. Es cuestión de arreglárnoslas... aunque a veces apenas puedo mantener la cabeza fuera del agua".

Un reparto que combina jóvenes y consagrados

"Hugo" narra la aventura de un niño astuto e ingenioso, cuya búsqueda para descubrir un secreto que le dejó su padre lo transforma y también a todos los que están a su alrededor, para terminar llevándolo a un lugar "seguro y tierno" que puede llamar su hogar. Para la película Martin Scorsese logró reunir un gran reparto que combina nuevos talentos junto a respetados actores del teatro y cine que incluyen a Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen (Borat, Bruno), Asa Butterfield (El Niño con el Piyama de Rayas, El Hombre Lobo), Chloe Moretz (El Diario de un Chico en Apuros, Déjame Entrar), Ray Winston (Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, The Puniser), Emily Mortimer (La Isla Siniestra, La Chica de Lars), Helen McRory (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1 y 2, Harry Potter y el Misterio del Príncipe), el legendario Christopher Lee (La trilogía de El Señor de los Anillos y grandes películas clásicas de terror), Richard Griffith (Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas, cinco películas de la franquicia de Harry Potter), Frances de la Tour (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1, Alicia en el País de las Maravillas), Michael Stuhlbarg (Un Hombre Serio, la serie de HBO Boardwalk Empire) y el británico Jude Law (Contagio y las dos recientes Sherlock Holmes). basado en agencias

"Me atrajo la vulnerabilidad del niño solo"

Al crecer en un sector de la ciudad de Nueva York conocido como "La Pequeña Italia" en los `40s y `50s, Martin Scorsese encontró una conexión profunda dentro de las salas de cine de esa época, no sólo con la experiencia de ver las películas sino también con un acercamiento a su padre, quien se sentó con él en el auditorio, fomentando el naciente amor del futuro cineasta por este tipo de arte. Así que cuando el prolífico productor Graham King (quien había colaborado previamente con Scorsese en Los Infiltrados, El Aviador y Pandillas de Nueva York) le envió la novela de Brian Selznick La Invención de Hugo Cabret, al galardonado director le encantó el relato. "En particular, me atrajo la vulnerabilidad del niño solitario," dice Scorsese.

"El hecho que Hugo viva solo dentro de las paredes de esta máquina enorme que es la estación de trenes y que trata de establecer esa conexión con su padre, el cual ha fallecido. Me dieron el libro hace cuatro años y al leerlo hubo una conexión inmediata con la historia del niño, su soledad, su asociación con el cine, con la máquinas y la creatividad. Los objetos mecánicos en el filme, incluyendo cámaras, proyectores y robots, hacen posible que Hugo se comunique nuevamente con su padre. Y los objetos mecánicos hacen posible que el cineasta Georges Méliès se relacione otra vez con su pasado y consigo mismo". basado en agencias

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