Fue uno de los programas más destacados de la exportación televisiva española de la década de 1990. La fórmula implacable incluía competencias en vivo, música y un tono distendido que lo convirtió en un tremendo plan familiar frente al televisor. Se estrenó en 1995.
Mañana, a las 21.00 y a 15 años de su última emisión, Canal 12 estrena la nueva temporada de Grand Prix, un big show, que vuelve a tener como anfitrión a su clásico conductor, Ramón García, una cara conocida en Uruguay gracias a ¿Qué apostamos?, otro éxito español que acá emitió Canal 10 y lo conducía con Ana Obregón.
De Grand Prix se había retirado en 2005 luego de 11 años; en ese entonces el ciclo se emitía en Uruguay por Canal 4.
Las últimas temporadas, las de 2007 a 2009 a cargo de la cadena Forta y con una audiencia que no superó el millón de televidentes, las condujo Bertín Osborne.
Por eso, el regreso de García al programa, fue saludado como un acontecimiento. Estará acompañado por Michelle Calvó y Cristinini, las asistentes del ciclo.
En estos años 238 pueblos españoles de entre 5.000 y 10.000 habitantes han competido en cámara. Por allí pasaron más de 7.000 participantes.
Si bien eran tiempos previos a las redes sociales y los servicios de streaming, la vuelta del Grand Prix, dicen, fue uno de los reclamos de los espectadores a las cadenas de televisión. Esta temporada, que se emitió en Televisión Española, entre junio y setiembre de 2023, tuvo un promedio de más de un millón y medio de espectadores: había un público esperándolo.
En cada episodio se enfrentan dos pueblos españoles. Esta temporada serán Aguilar de Campoo (Palencia), Alfacar (Granada), Brión (Coruña), Cervelló (Barcelona), Colmenarejo (Madrid), Los Montesinos (Alicante), Tineo (Asturias) y Yepes (Toledo). Los cuatro mejor puntuados clasifican a las semifinales; y esos ganadores a la gran final. Esta noche compiten Colmenarejo contra Alfacar.
Más allá del tiempo que ha pasado y los cambios en la escenografía, la dinámica del concurso sigue siendo la misma. Durante más de dos horas, las dos localidades se enfrentan a las diferentes pruebas que se les presentan. El que gane más desafíos pasa a la próxima ronda, así hasta la final. Y si bien el premio económico nunca tuvo mucha relevancia durante el concurso, está destinado a mejorar el pueblo ganador.
Claro que el público, más que al ganador, recuerda las caídas, los golpes y porrazos de los participantes en las pruebas, un recurso que también está en America Ninja Warrior, un producto bastante distinto.
Además del cambio estético y la vuelta de García, la otra novedad es la “vaquilla”. Desde siempre el vacuno ha sido el símbolo del programa, aunque ya no es más uno real que se pasea por el imponente estudio, sino una persona disfrazada.
“Lo que teníamos claro es que no podíamos quitar la vaca, pero no la podíamos tener real en el plató por la nueva ley de protección animal. Entonces, pensamos en buscar una fórmula para mantener la esencia de la vaquilla, que es molestar. Va a participar en muchos juegos”, comentó García a El Mundo antes del estreno de esta temporada, la decimoquinta.

Además habrá nuevos personajes, como Niko y Willbur. El primero es un dinosaurio cuyo propósito será molestar a los jugadores, y el otro es un atleta que tiene que hacer la demostración de cada prueba, antes que los vecinos de cada pueblo.
Y aquellos desafíos conocidos, como Los bolos, La patata caliente, Los troncos locos, y El diccionario (donde participaban los alcaldes de cada localidad), se combinan con nuevas como La Guardería, La Gymkana, El perrito piloto, Las abejas a lo loco y Escala como puedas.
Más allá de los cambios y las novedades, Grand Prix es un espectáculo donde no falta el humor y el entretenimiento gracias a los extravagantes desafíos que mezclan ingenio, habilidad y destreza física. También es una forma de celebrar lo diverso de esa nación y de fomentar el trabajo en equipo ya que muchas veces se requiere la colaboración y coordinación de varios participantes para superar las pruebas.
Así que mañana regresan los juegos, las caídas y las risas españolas a la televisión local.