Richard Massone es argentino, director del Tihany, y se apasiona hablando del espectáculo Abrakadabra, que desde el sábado se instala en el Velódromo para quedarse hasta el domingo 12 de julio. "Este megacirco es el espectáculo itinerante en este momento que mueve más tonelaje: el Velódromo está quedando chico: posiblemente se usen los exteriores también.
Son muchas toneladas: 36 semirremolques. Y se necesitan mínimamente 14 mil metros cuadrados. Y el Velódromo es un poco menos: estamos bastante apretaditos. Pero para parte importante, que es el castillo, la carpa, el área del show, el lugar está magnífico. Es en la estructura que rodea el circo donde tenemos problemas de lugar. Lo vamos a solucionar".
Es que no es fácil instalar allí una carpa cuyo escenario abarca 700 metros cuadrados y su fachada de 90 metros cuadrados, ocupando el total de los materiales que arriban en 45 contenedores, con un equipo fijo de 120 personas, incluyendo unos 60 artistas de 25 nacionalidades. "En la ciudad donde va genera unos 150 puestos de trabajo temporales. Solo para montar la lona y la estructura interior, se contratan 120 empleados. Hay mucho que montar, porque es un circo lleno de detalles, primoroso, un verdadero castillo mágico. Cuando entras todo cambias por las luces Led, todo alfombrado, 800 sillas forradas de terciopelo rojo, numeradas. Es un teatro", agrega el mago Richard, cuya historia personal compite en asombro con la historia del fundador del circo.
"El Tihany no tiene picadero, no tiene pista redonda. Es un gran escenario: toda su vida, desde su nacimiento, hace 70 años, revolucionó el circo porque le sacó la pista y le puso un gran escenario, cada vez más grande, panorámico. Y eso marcó una gran diferencia con los otros espectáculos circenses", explica el director y mago.
Y sigue: "Este espectáculo fue creado en Las Vegas, y hace 10 años que recorre toda América: se trata de un show que une tecnología e ilusionismo al mejor estilo de Las Vegas, con grandes efectos mágicos, y también el circo tradicional, con los actos circenses que podemos ver en los grandes festivales de circo del mundo. Son actos elegidos, que han ganado premios en festivales internacionales, de primer nivel. Y algo que siempre caracterizó a Tihany, el ballet, siempre en su historia esta compañía se caracterizó por tener un ballet profesional, 16 bailarinas, en su mayoría europeas, con producciones coreográficas, escenografías móviles, transformando el show circense en algo parecido a un Lido de París. O sea que el público ve dos o tres espectáculos en uno, porque además de circo tiene ilusionismo y baile. Son tres disciplinas del entretenimiento que generalmente hay que verlas por separado, y aquí están unidas, amalgamadas", puntualiza este conocedor del tema.
Massone no recuerda con precisión cuánto hace que el Tihany no llegaba a esta ciudad. "En Montevideo creo que estuvimos la última vez allá por el 85, hace 30 años, más o menos, instalados en una manzana vacía a una cuadra de la rambla, un sitio donde ahora está edificado. Y antes, en el 81, estuvimos en los alrededores del Centenario".
Y puesto a comparar aquellos shows con el que se verá ahora, afirma: "La calidad no cambió, siempre tuvo atracciones internacionales. Su creador fue un judío húngaro, que de muy joven inició su profesión de mago en Montevideo, porque un tío lo trajo cuando terminaba la Segunda Guerra. Él volvió a Hungría y luego ya crecido volvió a Latinoamérica y abrió su gran circo, que era muy pequeño. Grande en ideas. La diferencia con el espectáculo actual es grande: en la presentación cambió, como cambió todo el circo, desde los actos a la tecnología, los materiales, no había luces robotizadas ni pantallas Led. Y las disciplinas también cambiaron, hubo una superación con los años: si antes daban en un número dos vueltas en el aire, hoy dan cuatro".
Nacido en Rosario, Argentina, Massone desconoce el motivo por el cual la magia lo atrapó desde pequeño. "Cuando tenía 12 años, allá por 1963, mi abuela me llevó al Circo Tihany. Y cuando vi a Tihany hacer magia, hasta hoy lo recuerdo como algo impactante, y despertó en mí, de una manera enfermiza, mi pasión por la magia. Yo quería ser un mago como Tihany. Y empecé a aprender, y me hice finalmente profesional. Y después la vida me puso a Tihany en el camino, y hace 35 años que trabajo en él. Por eso es la tercera vez que vengo a Montevideo".
"Yo llegué al circo como mago suplente del propio Tihany, porque él era un hombre que viajaba mucho. Él es un genio del mundo circense, muy talentoso: hoy tiene 99 años y vive en Las Vegas. Hace más de 12 años que ya no viaja. Está bien pero está viejito. Él era un hombre que enseñaba mucho, sin enseñar. Junto a él aprendí de todo. Y él se dio cuenta que tenía que pasarle la bola a alguien. Y por mi inquietud, mi curiosidad, me empezó a enseñar más de la profesión circense. Luego empecé a tomar responsabilidades de publicidad, de logística. Y a la vez dejé de ser el mago sustituto y pasé a ser el oficial, y el sustituto pasó a ser él. Porque yo estaba en mi plenitud: y así fue que cambiamos los papeles".
UN CIRCO QUE MEZCLA EUROPA, BRASIL Y ESTADOS UNIDOS
Show estadounidense para público latinoamericano
Tihany es un circo sin animales que abarca más de una geografía a lo largo de su historia. "Si bien Tihany es una corporación estadounidense, nació en Brasil, o sea que es una mezcla, porque a su vez fue creado por un mago europeo, Tihany, en base a ideas de shows del Viejo Continente. Hace 60 años Europa era un gran referente en materia de este tipo de espectáculos, como ahora es Las Vegas. Las Vegas no es solo referente de juego: hoy en día los mejores espectáculos de show business les están casi todos allí. Por eso hace más o menos 15 años nos instalamos en Las Vegas. O sea que ahora estamos en Estados Unidos, pero antes su sede era en Brasil, pero siempre pensando en nuestro público, que no es el americano", comenta el director de Tihany.
"Nuestro público es el latinoamericano. Este espectáculo está montado para Latinoamérica: nosotros hicimos el espectáculo en Las Vegas, bajamos a California, a Texas y entramos a México. Nosotros no recorremos Estados Unidos: el latinoamericano es muy receptivo a este tipo de show", dice Massone que en los shows aparece montado en un Rolls Royce modelo 1950.
El circo tiene una larga relación con el Río de la Plata. A las veces que vino a Uruguay, por ejemplo, y a sus giras por Argentina se suma hasta una película promocional Sucedió en el fantástico Circo Tihany que Enrique Carreras dirigió en 1981 y estelarizada por Tristán y Susana Traverso y con una participación de Mariano Mores.
Las entradas para el Tihany valen entre 200 y 1.300 pesos y se venden en Red UTS. Los menores de dos años no pagan, pero no tienen derecho a asiento, teniendo que permanecer en la falda del responsable.

Después de 30 años llega a Montevideo y se queda hasta el 12 de julioCARLOS REYES