Shakira estuvo dos días en Carmelo

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Ayer la cantante colombiana publicó en su cuenta en Twitter que había vuelto a Colombia. El fin de semana, desde el viernes, había pasado en Carmelo en el hotel Four Seasons, como invitada a la boda de su amiga argentina Gabriela Vaca Guzmán con el hijo del banquero Jorge Brito. Para entrar a Uruguay Shakira habría pasado previamente por el aeropuerto de Carrasco, mientras que Brito y Vaca llegaron en sus respectivos aviones privados. La familia de Brito es, además, propietaria del Four Seasons.

De acuerdo a lo que informaron los medios argentinos, Shakira se alojó en una de las cuarenta suites y aprovechó a tomar el sol al borde de la piscina, hasta el sábado cuando se concretó la boda. Según las crónicas, Shakira acompañó a los novios en el altar aunque logró evitar la fuerte presencia de prensa que estaba apostada a la puerta de este casamiento. La ceremonia terminó con una exclusiva fiesta para 300 personas en una carpa en el predio del hotel.

Aunque no hubo fotos oficiales de la colombiana en el evento social, hubo gran cobertura de "sociales" de los novios y de los demás participantes de la ceremonia.

En su cuenta de Twitter Shakira se aseguró de no divulgar nada sobre este paso. Entre viernes y domingo publicó tres veces en Twitter y anunció ahí que está nominada en cinco categorías a los premios Lo Nuestro, y además dos adelantos de su inminente DVD en vivo en París. El "tweet" de ayer hacía referencia a que estaba en Colombia. "Ya estoy en mi patria! Recibiendo regalitos de mis fans! Gracias por acompañarme siempre! Los quiero", publicó textualmente.

Su principal ocupación del día de ayer fue impulsar el lanzamiento del libro de su padre, titulado Al viento y al azar. Éste recopila historias de ficción y ensayos sociopolíticos. Shakira además escribió un prólogo: "El amor que siento por mi padre y que profeso, no al azar, pero sí de cara al viento, jamás ha sido ciego, puesto que sólo basta con ver el material del que está hecha su alma para quererle aún más... Karabem me sigue inspirando, tanto como para hacerme cometer la imprudencia de convertirme, esta vez, en su editora. De Al viento y al azar me conquistó todo: la rebeldía en algunos de sus textos, la anarquía en su estructura, y más aún, la honestidad brutal en sus páginas".