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"Dinastía", clásico de los ochenta que volvió con nueva impronta y es tendencia en Netflix

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Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión

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La llegada de la cuarta temporada puso a la serie entre lo más visto de la plataforma; aquí un repaso por lo que tiene de distinto la nueva versión

Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión
Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión

La década de los ochenta fue próspera para series acerca de dramas familiares, cuyas miserias se emitían por televisión cautivando a la audiencia. Dallas o La belleza y el poder fueron éxitos entre el público, aunque nada se comparaba con Dinastía, un emblema de esos años.

Además, ganó varios premios y hasta generó su propia serie derivada, centrada en los Colby, parientes de los Carrington, la compleja y disfuncional familia de potentados alrededor de la cual gira Dinastía.

Su patriarca es Blake, dueño de una importante empresa de energía que tiene algunos negocios oscuros, además de muchos líos familiares que es lo que más le importaba a la serie.

Imagen de la serie "Dinastía". Foto; DIfusión
Imagen de la serie "Dinastía". Foto; DIfusión

La protagonizaban, entre otros, John Forsythe, Linda Evans y Joan Collins, y dejó varios momentos inolvidables entre caídas por escaleras, caballos desbocados y hasta una masacre durante una boda en Moldavia. Los guionistas encontraban formas ingeniosas de deshacerse de algún personaje y el tono era el un teleteatro caro y con exteriores.

Cerca de cuatro décadas después de aquella Dinastía, ahora llegó su reinicio que ya tiene una cuarta temporada en Netflix y, como era de esperarse, ha estado entre lo más visto de la plataforma. Es una nueva evidencia de que siempre hay tiempo para ver los pormenores de los ricos y famosos. Sobre todo cuando hay secretos, mentiras, miserias y traiciones a descubrir.

Tráiler de la serie "Dinastía".

Las nuevas generaciones podrán verla como un cruce de caminos entre Revenge, Gossip Girl, Succession y Pretty Little Liars. Pero, vamos, todo eso ya estaba en la vieja Dinastía.

Aquella glorificaba la unidad familiar aunque la parentela se tratara mal, bastante en algunos casos, pero increíblemente se mantenían unidos.

Eso no ha cambiado en este renacer. Y al tratarse de personajes similares, las discusiones acaloradas, cachetadas y riñas tampoco desaparecieron, aunque sí se adaptaron a los tiempos que corren.

Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión
Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión

Los personajes que hicieron grande a Dinastía siguen aquí, ahora con caras nuevas, un elenco más joven, diverso y una impronta más feminista . Aunque su esencia, una historia de “amor y lujo”, como le exigió Aaron Spelling a los creadores de la serie, Esther y Richard Shapiro se mantiene intacta.

Es cierto que la Dinastía original se centraba en gran medida en la rivalidad de los personajes femeninos, enfrentados a menudo por un hombre. Esta nueva versión mantiene el foco en las mujeres, y su rivalidad, pero a través de una mirada diferente, quizás más actual.

El feminismo está ahí con mucho girl power ya que Cristal y Fallon, las protagonistas luchan por destacarse el negocio familiar. Son ambiciosas, fuertes y quieren estar en la toma de decisiones.

Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión
Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión

Lo que se mantiene, además de los comentarios mordaces y los golpes bajos, es la ropa, uno de los puntos fuertes desde su estreno, allá en 1981. Es que no habría Dinastía sin los vestuarios del último grito de la moda, las marcas famosas y los variados lujos. No faltan aviones privados, mansiones, autos de alta gama, choferes y mayordomos.

Otra marca distintiva que tiene esta nueva versión es el humor. La Dinastía original tenía un trasfondo muy serio, ya que no había mucho espacio entre pelea y pelea para momentos distendidos. Si bien esta nueva versión es ciertamente un drama, hay matices cómicos para equilibrar un poco las escenas dramáticas que no faltan y están presentes desde el primer episodio.

Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión
Imagen de la serie "Dinastía". Foto: Difusión

Otro signo que marca un cambio entre las dos versiones es lo diversa que se volvió la serie. Originalmente, Steven, el hijo del protagonista Blake Carrington era gay y fue uno de los primeros personajes abiertamente homosexuales en la pantalla chica, aunque la familia no lo aceptaba.

Ahora la relación entre padre e hijo es completamente diferente. Steven es aceptado con orgullo por su familia.

Y la diversidad no solo está presente en la sexualidad de algún personaje, también en el origen de los mismos. Por ejemplo Cristal, que antes tenía el rostro de Linda Evans, ahora es latina, seguramente para reflejar la diversidad cultural actual en Estados Unidos.

Al igual que en la serie original, el elenco cambia bruscamente entre una temporada y la siguiente, y un personaje puede tener un rostro distinto sin que nadie se altere por eso. Por ejemplo el personaje de Cristal lo interpreta en la primera temporada Nathalie Kelley, en la segunda Ana Brenda Contreras y desde la tercera, Daniella Alonso. Mientras que el de Alexis Carrington, en las dos primeras temporadas tiene el rostro de Nicollette Sheridan y desde la tercera el de Elaine Hendrix.

Más allá del cambio de actrices, la mayor diversidad y la actualización de su historia, el corazón de Dinastía se mantiene inalterable a fuerza de peleas y discusiones acaloradas.

Con cuatro temporadas ya disponibles en Netflix, y una quinta ya confirmada para estrenarse el año próximo, Dinastía seguirá expandiendo su historia, como pasó en su versión original.

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