Salma, un salto hacia América Latina

2007-07-12 00:00:00 300x300

EL MERCURIO E. GARRATT VIÑES

Salma Hayek tiene casi siete meses de embarazo. Y con esa pronunciada figura maternal, el metro y medio más sexy de Hollywood se pasea por las oficinas de la Metro Goldwyn Mayer en Los Ángeles pensando en producir películas con latinos.

Su vida como embarazada y futura madre en septiembre, no es lo único que está por comenzar. También está iniciando una nueva etapa con su naciente estudio de cine: Ventanazul. No confundir con Ventanarosa, donde se preocupa de la TV, especialmente de su exitosa serie de moda para la cadena ABC, Betty, la fea.

"En Ventanazul estamos tratando de hacer películas de toda clase de géneros", dice Hayek. Y explica que el objetivo del naciente negocio es potenciar en Hollywood películas con talento latino (actores, directores, guionistas), pero que están destinadas a un público universal. Por eso estarán habladas en inglés.

En su faceta de productora y mecenas, acaba de fichar al joven director chileno Nicolás López, de 24 años, para que dirija un excéntrico filme de ciencia ficción, que costará U$S 15 millones y que tendrá actores "A" de Hollywood. La película se ambientará en el futuro, donde tras un cataclismo nuclear, el mundo termina destruido. Una bella joven de 24 años es entrenada para viajar en el tiempo, al pasado. ¿Su misión? Detener el nacimiento del loco dictador que sellará el destino de la humanidad con su cóctel radiactivo. ¿Cómo lo hará? Evitando que el padre del dictador engendre a semejante monstruo. ¿El problema? La heroína, virgen y entrenada en el rigor de las privaciones, se enamora de su objetivo. Una especie de `Terminator` romántico.

-¿Qué cosas le atrajeron del proyecto como para ficharlo en Ventanazul?

-Vi Promedio Rojo y me gustó mucho. A pesar de ser una comedia, el tratamiento de los personajes es muy inteligente. Nicolás ve a las nuevas generaciones desde un punto de vista muy original. Sus películas tienen un lenguaje propio. Tengo la impresión de que este joven chileno dejará una marca más allá del mercado latino, es decir, a nivel global.

-¿Y por qué se arriesga con un novato?

-Lo que pasa es que estoy muy emocionada de trabajar con Nicolás. Me gusta mucho su sensibilidad y sentido del humor. Me atrae mucho su pasión por el cine. Es increíble que a pesar de que sólo tiene 24 años, haya visto tantas películas. Nicolás entiende al cine desde diferentes puntos de vista: histórico, narrativo, técnico. Esto, aunado con un gran talento natural, lo hace sobresalir.

Una chance como la que ella le da a Nicolás López es lo que Salma Hayek hubiera esperado para ella misma cuando tenía 24 años y luchaba por ganarse un lugar en el show business. En 1991, Salma estaba en Hollywood, llena de entusiasmo e ingenuidad. Atrás había dejado el papel que la puso en el mapa en México: el de la sufrida heroína de la teleserie de Televisa, Teresa.

DECIDIDA. Salma, desde que vio a los siete años la versión de los años `70 del filme Charlie y la fábrica de chocolate, soñó con ser actriz. Pero sus padres se oponían. Querían que su hija tuviera un trabajo estable. Pero por más que la obligaron a buscar otros caminos para su vida, Salma terminó cumpliendo su sueño: actuar.

En 1991, en Los Ángeles, creía que lograría dar el gran salto. Apareció en series olvidables como Street justice y otras menores. En todas hacía el mismo rol: el de mujeres sensuales o de la vida, con una o dos líneas de diálogo. "La verdad es que en Estados Unidos no hay muchos papeles para actrices latinas", se quejaba.

Salma mordía el polvo, de nada le estaban sirviendo las clases que había tomado con la renombrada Stella Adler, mentora de talentos como Marlon Brando. Y en 1993 tocó fondo. Tanto sentía que había fracasado en su viaje al sueño americano, que iba a volver a México. Incluso se quejó en la TV en el show de Paul Rodriguez. Pero ese día todo cambió. Para suerte de ella, el director Robert Rodriguez y su señora de entonces, Elizabeth Avellán, estaban viendo ese programa justo en el momento en que Salma hablaba de sus malos pasos por Hollywood. Fue el golpe de suerte que necesitaba. Rodriguez se fijó en ella y dijo "ésta es la chica que necesito". Y la fichó para La balada del pistolero, con Antonio Banderas (1995), el latino hot de ese momento. Fue el despegue de Salma hacia la lista "A" de Hollywood.

Robert Rodriguez quedó encantado con su descubrimiento y le dio un pequeño papel en su siguiente filme: Del crepúsculo al amanecer (1996). Ahí interpretó a la sensual Santanico Pandemonium, una chupasangre que deslumbraba a George Clooney y Quentin Tarantino con una erótica rutina de baile con una boa. "Salma es como mi amuleto de la suerte", ha dicho Rodriguez sobre su musa latina, a quien presionó en 2002 para que estuviera en la secuela de La balada del pistolero, Érase una vez en México.

Le debía todo a Robert (Salma es incluso la madrina de los hijos del director), pero había un sueño más importante. Producir y protagonizar Frida, su proyecto más personal. Porque por falta de papeles y tras los muchos portazos recibidos, ella había decidido hacer un papel a su medida y lo hizo.

Pero Salma quería algo más. Ya en 1999, con su productora Ventanarosa, había producido la película El coronel no tiene quien le escriba, basado en la novela de García Márquez.

No le fue tan bien, pero Hayek esperó, paciente, aprendiendo cómo funcionaba el negocio hasta que dio el golpe con la serie para ABC, Betty, la fea. "Este éxito de 2006 fue importante para expandir la compañía", dice su socio José Tamez. "Pero antes de Betty teníamos siete años trabajando duro. Produjimos tres películas para cine y dos para televisión. Vendimos algunos programas de TV que nunca llegaron al aire por diferentes motivos, pero que representaron un gran aprendizaje como productores".

"La idea de hacer Ventanazul nació de una conversación entre Rick Sands (ejecutivo de la Metro) y Salma Hayek", sigue Tamez. "Actualmente hay mucho interés de parte de los estudios hollywoodenses por hacer proyectos para el mercado latino de los Estados Unidos, pero se han encontrado con el problema de que hay muy pocos ejecutivos en el área del entretenimiento. El talento latino frente y detrás de las cámaras se puede importar, pero la experiencia a nivel más alto en Estados Unidos, no. Nosotros tenemos experiencia. Eso, unido a su talento como productora y su popularidad mundial, despertaron el interés de Metro Goldwyn Mayer para crear juntos una compañía especializada en el mercado latino".

Este es un enorme salto para la actriz que era encasillada en roles de meretriz o chica hot. Ahora ella decide.

Las dos primeras películas

La idea de Hayek es producir tres películas al año con su nuevo estudio. Empezará con la del chileno Nicolás López, que lleva el título provisorio 178 y que el director ha definido como "algo así como mi propia Volver al futuro". Aunque se trata de una historia de ciencia ficción, la actriz y productora descarta que sea una opción general para su empresa. "La fantasía y la ciencia ficción son géneros con un gran atractivo universal", dice. "Estamos buscando proyectos que satisfagan a nuestro público hispano, pero al mismo tiempo lo trasciendan".

Por eso también piensan cruzar intereses a la hora del rodaje. Aunque en el elenco existan actores de perfil internacional, la filmación se hará en Chile, siguiendo en parte su experiencia con Frida. En su manera de ver, ese camino puede llevar a "crear un producto único, con un sabor muy especial".

La otra película anunciada por Ventanazul es La banda, de la mexicana Issa López (autora del éxito de taquilla mexicano Niñas mal) y con la propia Hayek haciendo de una dueña de casa cesante que opta por convertirse en cantante de bodas.

Según la joven cineasta mexicana, el equipo de Hayek estaba buscando a creadores que manejaran la comedia y se encontraron con ella. A fines del año pasado López se reunió con Salma y echaron a andar el proyecto. "Se trabaja muy bien con ella, es una mujer brillante y tiene la intención de hacer acercamientos con el cine mexicano", dijo.

El sueño de llegar a "Frida" se extendió por siete años

El mayor reto que enfrentó Hayek en Hollywood fue Frida, evocación de la vida de la gran pintora mexicana, producida e interpretada por Salma. Para ella era la manera de probar que se podía pasar con éxito la frontera entre EE.UU. y América Latina. El proyecto le llevó siete años.

"Tienes un sueño y piensas en eso, envuelves a otra gente en este sueño y eso hace que se convierta en algo mejor y entonces cuando está hecho, lo dejas de lado y tienes el coraje de soñar un nuevo sueño. No comparo las cosas que hago. Sólo sé que lo voy a disfrutar. Esa es la gran lección que aprendí de la señora Kahlo", dice quien quedó rendida al final de aquel rodaje. "Soy disléxica y me agoté en muchas escenas". Por eso fue a filmar su siguiente película, con Robert Rodriguez, sin haber leído el guión.

La unión de la bella y la fea: Victoria Beckham participará en "Uggly Betty"

Los cruces con los que Salma Hayek piensa potenciar los trabajos que produce, llevará a Victoria Beckham a la muy exitosa serie Ugly Betty que, como es bien sabido, adapta la telenovela Betty la fea. Según el diario London Life, la integrante del resucitado grupo Spice Girls no se quedará en la gira de once conciertos que iniciarán el 7 de diciembre en Los Ángeles.

La esposa del futbolista David Beckham también firmó contrato con Hayek para participar en la serie, y recibirá ciento cuarenta mil dólares por cada capítulo en el que participe. Según trascendidos, Victoria hará de ella misma, razón por la cual se animó a aceptar.

El anuncio se produjo enseguida de que la versión colombiana de la serie emitiera su capítulo final en Estados Unidos. Lo ocurrido con La fea más bella a fines de junio fue una reconfirmación del extraordinario diálogo que la historia tiene con la audiencia. El último capítulo de la telenovela tuvo un promedio de siete millones y medio de espectadores, razón por la cual Univisión se ubicó por encima de las principales televisoras (CBS, Fox, NBC y ABC) en el horario central de la noche.

Por eso mismo, Hayek se mantiene apegada al personaje y viene trabajando en la producción de la segunda temporada de Ugly Betty.

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