Keanu Reeves está pensando en dejar el cine para ocuparse de lleno a cuidar a su hermana Kim, enferma de leucemia, anuncia la revista People en su último número. Reeves está muy preocupado por el fracaso de las terapias a las que se sometió la hermana y que al principio pareció que daban resultado. Para estar más cerca de Kim, el protagonista de Matrix trasformó su mansión de Hollywood en un hospital y durante el rodaje de su última película, Constantine, comenzado hace un mes, se lo vió muy deprimido y hasta desatento, cosa muy rara en él. Reeves, que el 2 de setiembre cumplió 39 años, todavía no se repuso del golpe anímico que le supuso la muerte de su novia, Jennifer Sume, ocurrida hace cuatro meses en un accidente automovilístico que había sido precedido pocos meses antes por la muerte del bebé de la pareja.