Redacción El País
Fue en la década de 1990. Las telenovelas vivían su momento de apogeo y el uruguayo Osvaldo Laport, ya un consagrado en el mundo de la producción latinoamericana, veía cómo se le abrían las puertas de Europa. ¿Del otro lado? La mano de Silvio Berlusconi, quien durante un largo tiempo impulsó su carrera y falleció hoy a los 86 años.
En 2021, Laport dio detalles de su historia con Silvio Berlusconi, que se dio muchos años antes de que fuera el primer ministro de Italia y una figura de impacto en la política global, y entonces se ganó el mote del "niño mimado" del empresario de los medios.
¿Pero qué pasó entre ellos?
Según contó el oriundo de Juan Lacaze, eran los comienzos de los noventa y él había terminado de filmar la telenovela Pobre diabla, que protagonizó en el país vecino junto a Jeannette Rodríguez. "Y me llama la secretaría privada de Berlusconi, me lo pasa, y me ofertan hacer una fotonovela para Italia con Luisa Kuliok. Viajo a Buenos Aires, una noche estaba hospedado en el Sheraton y él me dice que me quería en Cosecharás tu siembra, pero había otro actor grabando. 'Quiero uno más joven. Pero despreocupate, se le va a pagar todo el contrato'. Tuve angustia, no sabía si éticamente estaba bien. El actor era Víctor Laplace. Todo se arregló y yo hice finalmente la telenovela. Viajé mucho a Italia", relató hace dos años en entrevista con Clarín.
"Gané el premio Telegatto, por ejemplo, el Emmy de allá, y compartí jornada hasta con Sharon Stone. Tres líneas de butaca antes que yo estaba Dustin Hoffman. Yo quería al menos tocarlo, recuerdo que estiré tanto el brazo que le toqué el saco", contó y aclaró: "Épocas anteriores a la política, los cruceros, las mujeres".
En otras notas, Laport recordaría que Berlusconi fue uno de los "capitales extranjeros" que respaldó la exportación de la ficción argentina en aquella época, y recordó la popularidad que aquel respaldo le dio a nivel mediático en suelo italiano, donde se convirtió en toda una celebridad, con un club de fans que aun se mantiene activo.
"En ese momento, en Italia éramos Napoleón y yo. Era tremendo. Viajábamos 15 o 20 días y grabábamos copetes para Navidad, me disfrazaban de huevo de Pascua, de Papá Noel, del Rey Mago", contó en Los Mammones (América).
Sin embargo, lo que la televisión unió, la política logró separar. Según el propio Laport, aquel vínculo con Berlusconi —de quien aclaró que no llegó a ser amigo, si bien el empresario tenía particular apego por su trabajo— se terminó cuando este intentó conseguir el respaldo público del uruguayo en su campaña como político. "Le dije que no, por principios", contó a Clarín. "En ese momento yo pensaba que el artista no debía estar involucrado en política. Ahí levantó todas mis telenovelas".