Maxi de la Cruz reveló por qué sufrió en su primera experiencia televisiva trabajando con su padre

Redacción El País
Maxi de la Cruz fue uno de los invitados a El hijo de…, el podcast de Magnolio conducido por Pablo Gobba. Allí habló con sinceridad sobre lo que implicó crecer siendo “el hijo de Cacho de la Cruz”, y el vínculo que mantiene con su padre, a quien considera un referente.

“Nunca sentí ninguna presión ni por parte de él ni en la gente por ser hijo de Cacho. Me pasa todo el tiempo que en la calle me dicen ‘Cachito’ y no me molesta. No lo siento ni como que me toman el pelo ni que soy menos. Es un honor”, expresó.

Hoy es conductor de Tu cara me suena y humorista de La culpa es de Colón, ambos por Teledoce. Además ha forjado una notable carrera en teatro tanto en Uruguay como en Argentina, donde también tuvo un pasaje por el Bailando con un gran desempeño.

En la charla, recordó que desde chico tuvo la posibilidad de ir al canal a ver cómo trabajaba su padre, y que siempre mantuvieron una comunicación fluida.

“Hablábamos mucho y hasta el día de hoy charlamos seguido. Ayer, mientras mirábamos Tu cara me suena me decía, 'bien esto, fíjate esto otro'. Lo recontra aprovecho. ¿A quién no le gustaría estar sentado al lado de Cacho y recibir consejos? Y no le erra”, afirmó.

Foto: Captura de Instagram @maxidelacruzok.

Sobre sus primeros pasos en televisión, explicó que comenzó con el programa infantil Las Tortugas Ninjas en Canal 12. “Al principio, mi viejo estuvo atrás como productor porque armó el proyecto para vender todo el merchandising que tenían los dibujitos. Metíamos los chivos y el programa fue tomando forma de a poco”, relató.

Esos comienzos al frente de cámara y de la mano de su padre no fueron fáciles: "Al principio lo sufrí pero desde el lado de director y marcándome cosas. Yo por primera vez hacía algo en tele, no sabía cómo moverme, cómo pararme frente a cámara, si hablaba mal y muy rápido, no se me entendía", arrancó contando.

"Los primeros programas los sufría porque me marcaba, me marcaba, pero lo tenía que hacer", reconoció.

Sin embargo, dijo que luego siempre le dio libertad: "Siempre me dejó hacer y equivocarme, que me diera de bomba contra la pared. Nunca sentí que tenía la pata arriba del viejo, o que me frenara".

Foto: Captura de América

En medio de la charla, Maxi recordó una divertida anécdota que vivió cuando decidió mudarse a Buenos Aires con su pareja. “Le conté a mi viejo que quería probar suerte allá y enseguida me dio para adelante”, contó.

Sin embargo, el entusiasmo chocó con la realidad cuando fueron a ocupar el departamento que Cacho de la Cruz tenía en la capital argentina.

"Estaba alquila y allá se estila no pagar más y ocupar. Le dije, 'hay gente que no se va'. Mi padre no tenía idea y tuvo que pagar para que se fueran. Salieron y cuando fuimos, habían destruido todo", recordó.

Contó entre risas que su mujer lloraba y le decía que no se podían quedar ahí, porque para colmo, no había ni luz natural, aunque estaba muy bien ubicado.

"Fue un proceso duro pero gracias a mi viejo que me hizo el aguante, empecé a moverme y abrir camino", concluyó.