Lauren Wasser es modelo desde que nació. A los 24 años un tampón la infectó con elsíndrome del shock tóxico. La encontraron a 10 minutos de morir; perdió media pierna y la mitad de un pie.
Es la historia de la semana. Wasser es una hermosa modelo rubia de 24 años. Sus padres también fueron modelos y ella se dedica a la profesión desde que es una niña. Además de la pasarela es una aficionada a jugar básquetbol y hacer largos recorridos en bicicleta.
Según un informe del sitio Vice.com, el 3 de octubre de 2012 comenzó la tragedia que cambiaría su vida. Ese día se sentía engripada y estaba menstruando; como siempre usó un tampón que cambió tres veces en el día, cumpliendo con no superar las 8 horas de uso tal y como sugiere el prospecto del producto femenino.
La modelo fue a un cumpleaños del que se marchó pronto por sentirse mal. Cuando llegó a su apartamento en Santa Mónica se derrumbó en la cama. La despertaron los ladridos de su perro y los golpes en la puerta. La Policía la visitó a pedido de su madre, que estaba internada luego de una cirugía y no podía comunicarse con ella. Al levantarse Lauren vio orina y caca de su mascota por el lugar; estaba tan confundida que no sabía cuánto tiempo había pasado.
Llamó a su madre y le dijo que necesitaba seguir durmiendo. Al día siguiente la Policía volvió con una amiga. Su madre no había quedado convencida. Le salvó la vida: la modelo estaba desmayada en el piso, si hubieran llegado 10 minutos más tarde, hubiera muerto de infección.
Con 41 grados de fiebre, un infarto y los órganos obstruidos, fue hospitalizada. Ante el desconcierto del equipo médico de qué podría estar generando una infección tan invasiva, a un especialista se le ocurrió la posibilidad del tampón. Encontraron uno en su cuerpo. Los tampones pueden generar síndrome del shock tóxico, una infección bacteriana que puede causar la muerte si la persona es portadora del estafilococo: casi el 20% de la población la tiene.
El problema es que varias marcas que fabrican y venden estos productos cambiaron el algodón por materiales sintéticos y el uso de gel, lo que es una fuente ideal para cultivar estas infecciones. Mientras la madre iniciaba una demanda contra la firma y el supermercado que se lo vendió a su hija, sus amigos se acercaban a despedir a su amiga que estaba en coma, con la cabellera afeitada e inconsciente.
Cuando despertó se sintió hinchada y se vio repleta de tubos, no podía caminar y sentía ardor en los pies. Se habían engrangrenado. Lauren dice que nunca había sufrido de un dolor igual.
A los pocos días la opción era amputar las piernas: ya no podía moverlas. Luego de mucha desesperación perdió media pierna y los dedos del pie salvado. La planta es completamente sensible y le cuesta mucho caminar. Los médicos le dijeron que es probable que a los 50 años tuvieran que amputarle la otra pierna.
A pesar de la tragedia, la modelo encontró dos formas de sobrevivir. Junto a una amiga, la fotógrafa Jennifer Rovero, tomaron fotos de su recuperación e investigaron qué tan informadas están las mujeres sobre el riesgo de usar tampones. Solo algunas saben que las cajas portan una pequeña advertencia. También está luchando para ganar la demanda y reclamar que estos productos vuelvan a hacerse de algodón, un material mucho más seguro para la salud de quienes los usan. Según indica la nota de Vice, sigue jugando, ocasionalmente, al básquet.

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