Cole Sprouse reveló que su madre se gastó todo el dinero que ganó junto a su gemelo cuando eran pequeños

Cole y Dylan Sprouse fueron, desde finales de los noventa hasta principios de los 2000, los gemelos preferidos de la televisión estadounidense. Entraron al mundo de la actuación cuando tenían solo ocho meses y pasaron por varias series conocidas: Cole, por ejemplo, interpretó a Ben Geller, el hijo mayor de Ross en Friends, y al niño que Adam Sandler adopta en Un papá genial.

Sin embargo, el estrellato definitivo les llegó a los 12 años, cuando fueron fichados por Disney y tuvieron su propia serie: Zack y Cody: Gemelos en acción, que duró tres temporadas e incluso tuvo su propia película para Dsiney Channel.

Sin embargo, pocos saben que todo el dinero que ganadon durante esa prolífica etapa fue derrochada por su madre, quien era adicta a las drogas y al alcohol. Así lo reveló el propio Cole durante su paso por el podcast Call Her Daddy, disponible en Spotify.

En el episodio, publicado la semana pasada, el actor reveló que junto a su hermano gemelo se convirtió en la principal fuente de ingresos de sus padres, Matthew Sprouse y Melanie Wright. "Mi madre nos puso a actuar con solo ocho meses porque necesitábamos dinero", explicó.

"Mi hermano y yo pasamos por una larga batalla legal cuando teníamos como 10 años, y, finalmente, le dieron la custodia a mi padre", dijo, y añadió que su padre "solo" quería que sus hijos tuvieran una "infancia normal".

"Perdimos todo lo ganado en Friends y Un papá genial", aseguró, antes de aclarar lo siguiente: "Mi madre era maravillosa y muy artística, pero era la persona más irresponsable que te puedas imaginar con el dinero. Creo que era la consecuencia de algún tipo de mezcla de adicción e inestabilidad mental, y probablemente esa sea la mayor herida de mi vida".

Luego de tanto considerarlo, el padre de los gemelos terminó aceptando que siguieran en el mundo del espectáculo, y así les llegó su contrato con Disney. Años más tarde, Cole recuerda esa oportunidad como un "salvavidas": "Nos dio estabilidad, consistencia y una rutina; algo que mi hermano y yo necesitábamos en ese momento".

Sobre el final del episodio, reveló que, a pesar de todo lo sucedido, no se arrepiente de nada: "Mis padres no tenían demasiado, y ahora yo tengo una vida financiera estable. Es el resultado de trabajar 30 años e intercambiarlo por mi infancia, pero no me arrepiento. Si me dieran a elegir, probablemente lo haría de nuevo".