Con cierto retraso se estrena en Montevideo (ya se la había visto, fugazmente, en algún festival) esta película que es otra confirmación de la madurez del cine iraní. Anterior a El círculo, posterior a El globo blanco, los otros dos films del mismo director Jafar Panahi estrenados en nuestro país, este Espejo se parece sobre todo al último título mencionado, especialmente en lo que tiene que ver con la elección de un personaje infantil (recurso característico de toda una zona del cine de Irán, y en particular de la obra del maestro Abbas Kiarostami, en una historia de quien se basaba El globo blanco) como protagonista y eje que permite lanzar una ojeada implícitamente crítica al mundo adulto.
La historia es engañosamente simple. Una niña espera a su madre a la salida de la escuela, la mujer mayor se demora por algún motivo, y la chica decide volver sola a su casa, a través de una Teherán que casi no conoce. Por supuesto se pierde, pero su deambular sin rumbo sirve para que la película levante el cuadro coral, entrañable y muy rico de una ciudad abigarrada y vital.
A cierta altura hay incluso una vuelta de tuerca que aporta un elemento que también Kiarostami ha sabido utilizar con particular eficacia: la ruptura de la ilusión, la proclamación consciente de que eso que estamos viendo en la pantalla es una película y que el director nos está llevando de la mano (o de la cámara) para que veamos ciertas cosas. En los primeros tramos de El espejo, la niña protagonista "actúa" un personaje a quien el libreto le ha adjudicado unos determinados comportamientos y hasta un brazo enyesado. A cierta altura esa actriz infantil se rebela y declara estar harta de la película que está haciendo. No quiere actuar más y resuelve, como su personaje, volver por su cuenta a casa. A partir de ahí el estilo del film cambia: ya no estamos ante una película con tomas elaboradas y un encuadre cuidadosamente pensado, sino (al menos en apariencia) ante la espontaneidad del registro improvisado e inmediato. El director del "film dentro del film" decide seguir a su pequeña actriz rebelde, y lo hace como si ésta no se diera cuenta de que está siendo filmada, como una suerte de persecución al azar por las calles de la ciudad.
Por supuesto, no es difícil sospechar que esa espontaneidad ha sido también cuidadosamente planeada, pero de todos modos el efecto de autenticidad y frescura que comunica a su espectador sigue siendo muy real. Hay por supuesto una primera habilidad del director y libretista Panahi en la elección de su tema: como en otros films de Kiarostami o del propio autor de esta película, la inocencia infantil proporciona una conveniente coartada para algunas preguntas indiscretas acerca de la sociedad iraní que acaso a un adulto le costarían más dolores de cabeza. No es casual, por cierto, que los films más recientes del propio Panahi (como El círculo, que cuestionaba la situación de la mujer bajo el Islam), del más escéptico Kiarostami o de Mohsen Makhmalbaf, un musulmán sincero que es también un agudo crítico social, hayan tenido más de un encontronazo con una censura controlada por los sectores más conservadores de los Ayatollahs. Cuando esos cineastas trabajan con personajes adultos, parecería que las cosas se les complican. A los niños preguntones se les disculpan más cosas.
La otra virtud del film es específicamente cinematográfica: una capacidad para vincular permanentemente al personaje con su entorno, en un rodaje en exteriores que incorpora a actores no profesionales, tipos elegidos en el lugar mismo donde ocurren los hechos, en la tradición del mejor neorrealismo italiano. Mientras la cámara persigue a su niña entre gente, vehículos, calles y mercados, los micrófonos recogen sonidos ambientales, diálogos entrecortados (y entreoídos), retazos de una realidad que está más allá de lo que la lente registra y que el espectador debe ordenar por su cuenta. La vida, en suma, reflejada con mucha convicción a través de la peripecia de esta niña-espejo.
CRITICA I GUILLERMO ZAPIOLA
EL ESPEJO
Ayneh
Director. Jafar Panahi.
Libreto. Jafar Panahi.
Fotografía. Ferzat Jadat.
Montaje. Jafar Panahi.
Productores. Mahid Nikkah-Azzad, Jafar
Panahi.
Elenco. Mina Mohammad Jani, Kazem
Mochdehi, M. Chirzad, R, Mazdeni, T.
Samadpur.
l Irán 1997.