Paseo con 17 dinosaurios revive la era Jurásica en la Rural del Prado

ANA PAIS

Desde la calle Buschental se escuchan los bramidos de los dinosaurios. Los galpones de la Rural del Prado, grises y enormes, parecen frágiles para contener a las prehistóricas bestias. Como en Jurassic Park.

Los organizadores de Mundo Jurásico podrían haber elegido un museo o centro cultural para instalar la muestra. Sin embargo, el predio de la Asociación Rural del Uruguay, con la agenda desocupada en estas fechas, es ideal para aportar expectativas a los niños y adultos que se acercan a un encuentro cara a cara con 17 dinosaurios en tamaño real.

Las reproducciones de esqueletos que se exponen en la entrada llamarían poco la atención de los visitantes, de no ser por los sonidos que provienen de atrás de una tela negra que casi llega al techo.

El bien delimitado recorrido empieza con algunos de los dinosaurios menos conocidos y más amistosos, como el anquilosaurio. Entre césped, árboles y rocas, cada animal prehistórico tiene su propia descripción en un cartel claro y breve.

La directora del Consejo de Educación Primaria, Edith Moraes, destacó ayer en la inauguración el "valor didáctico de la muestra" y anunció que los organizadores entregarán 55.000 entradas para escolares de Canelones y Montevideo.

Pero a pesar de los esfuerzos pedagógicos, el atractivo de Mundo Jurásico son los dinosaurios animados. Algunos apenas se balancean mientras emiten su sonido característico, pero otros pueden hacer hasta 28 movimientos distintos.

Abrir y cerrar la boca, parpadear y mover los ojos, mover la panza como si estuvieran respirando, y pararse en dos patas, son algunos de los trucos que hacen tan reales a estos aparatos electrónicos.

En la muestra hay tres escenas que pueden comprometer el sueño de los más pequeños o más asustadizos. Una es el ataque de un alosauro a un iguanodón, el cual tiene una herida ensangrentada con la forma de la garra del depredador.

En otra parte del recorrido, un deinonico se apronta para abalanzarse sobre un triceratops, también herido en el suelo, mientras su pequeña cría observa la escena y se lamenta.

De hecho, el deinonico, ágil depredador coprotagonista en la segunda película de la saga del director Steven Spielberg, mira con ferocidad tanto a su futura presa como al público.

La atracción máxima de la exposición, el dinosaurio más famoso que todo visitante espera ver, es el Tiranosaurio Rex. Uno bebé y otro joven hacia el final del recorrido hacen que uno dude si los $ 200 de la entrada valieron la pena.

Hasta que unos pasos más adelante un T-Rex de unos seis metros de altura por 14 de largo, que ruge con la boca bien abierta, asusta a más de un desprevenido y le da el cierre ideal a este paseo por la prehistoria y el cine.

Horarios, entrada y consejos

Mundo Jurásico abre hoy en el predio de la Rural del Prado (entrada por Buschental) hasta el 13 de julio, en el horario de 10 a 18.

Las entradas se venden en los locales Redpagos y en la puerta. Valen $ 200 las generales, $ 150 con tarjeta Visa en tres pagos y si son cuatro o más personas, y $ 130 para grupos escolares de 20 o más niños. Los menores de 3 años entran gratis.

Los niños más pequeños o asustadizos pueden impresionarse por el realismo de los movimientos y sonidos de los dinosaurios animados.

Como la exposición está en los galpones de bovinos y ovinos, se recomienda ir abrigado.

Al final del recorrido hay una pequeña cantina. Allí se exhiben algunos dinosaurios sin terminar de armar, para que los niños y adultos puedan ver cómo funcionan por dentro. También hay controles que permiten accionar cada uno de sus movimientos.

En 2007 la exposición estuvo en la Rural de Palermo, Buenos Aires, donde recibió 600.000 visitantes. Un año antes había estado en Santiago de Chile.

EL PAÍS

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