Publicidad

Rosario Ortega, o cómo celebrar los 90 y hacer suyas las canciones de Shakira y Calamaro

La cantante y compositora argentina Rosario Ortega charló con El País sobre "Track", un disco de versiones que homenajea a los noventa.

Compartir esta noticia
ortega.jpg
Rosario Ortega, cantante y compositora argentina.
Foto: Milos Nasio

Era un buen momento. Rosario Ortega siempre disfrutó de las versiones, de los covers, de poner el cuerpo al servicio de las canciones de otros; venía de lanzar su segundo disco, Otro lado (2020), y antes de empezar a pensar en el siguiente, precisaba un cambio de aire. Entonces eso que siempre le había dado vueltas en la cabeza, esa inquietud de grabar un repertorio ajeno, se le apareció como una posibilidad firme y clara.

Era un buen momento y así, con la complicidad del productor Mariano Otero, con una playlist colaborativa que empezó con 100 canciones y terminó recortada a solo seis, la cantante y compositora argentina Rosario Ortega hizo Track. Definido como un proyecto “entre discos”, con seis piezas que lo dejan en el límite entre el álbum y el EP, es una celebración a la música que la moldeó, un viaje al centro de la tierra del rock en español de los 90 y su aura de MTV Unplugged.

Lo primero, dice Ortega en charla con El País, fue un corte temporal preciso, de 1989 al 2000. Lo segundo fue probar todas las canciones elegidas de ese período, cantarlas, tocarlas, ver cómo se sentían, qué letras interpelaban. “Después empezamos a buscar un sonido, una paleta de colores, a los músicos”, dice la cantante. Al final, lo que unió todo fue “el color”.

En Track están “Track Track” de Fito Páez, “Cómo te extraño mi amor” de Café Tacvba en versión junto a Goyo Degano de Bándalos Chinos; “Todo lo demás también”, de y con Andrés Calamaro; “Abismo” de Illya Kuryaki & Valderramas, “Tú” de Shakira junto a Juan Ingaramo, y “Engaña” de Gustavo Cerati.

“Era un requisito que suene a propio, buscar un color que suene como si fuese una canción original”, dice Ortega, que a veces menciona puntualizaciones —la variación armónica en “Tú”, el movimiento en algunos acordes del tema de Calamaro, el abordaje de computadora en “Abismo”— pero que siempre vuelve a la idea del color. Es ahí donde Track se juega: en una personalidad de una elegancia ligera, que reinventa temas con la habilidad de hacerlo parecer un oficio sencillo.

¿Cuándo la hija de Palito Ortega y la corista de Charly García fue consciente de su estilo, de su propia voz? “Me parece que cuando hice mi primer disco, supongo”, dice sobre aquel debut que fue Viento y sombra, hace 11 años. “Hay muchísima música que escucho y escuché, y algo —que puede llegar a ser un fraseo o una vuelta de melodía— va quedando, y quise tratar de hacer música que resuene en mí y que no trate de emular. Lo fui descubriendo a lo largo de los años, y no puedo manejar lo que sale. Es un sello, es inevitable, algo muy propio que no podés pensar tanto. Es algo que tenés muy adentro y que sale, hagas lo que sea que hagas”.

Con 37 años, Ortega, que presentará Track el 16 de junio en Buenos Aires, le aplica esa naturalidad a todo, y no busca explicaciones a los ocho años que pasaron entre sus dos discos solistas. “Quizás nunca tuve esa presión interna”, dice. “Yo necesitaba, me imagino, madurar algo adentro mío”.

Track, con su belleza pulcra, es otro gesto de madurez, un paso a lo que vendrá.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad