La uruguaya que deslumbró en "La Voz Argentina", hizo un cambio de rumbo y lanzó un disco que suena a película

Florencia Bonavida necesitó apenas un minuto para conquistar a los coaches de La Voz Argentina. En 2022, la uruguaya se plantó en el escenario con una versión magnética de “Cha Cha Muchacha”, a guitarra y voz, teñida de R&B. Mientras reinventaba la melodía del clásico de Rada y la envolvía en un clima de entrega total, las cuatro sillas se dieron vuelta: Soledad Pastorutti, Lali Espósito, Mau & Ricky y Ricardo Montaner.

“Cuando uno recibe a gente como tú, los oídos le hacen fiesta”, celebró Montaner. “Sos una artista: te paraste con una tranquilidad y una seguridad poco usual”, aportó Lali. Tras los elogios, la cantante —que firma como Boni— eligió el equipo de Espósito. Y le fue bien: avanzó hasta la quinta etapa, la de los shows en vivo.

Hoy, al recordar aquella noche, sonríe. “Me encantaba la idea de ir con algo de mi país, como quien cae de visita a la casa de alguien y lleva un regalito”, dice. Cantante y psicóloga, agradece la oportunidad, pero admite que llegó al programa en un momento particular. Había audicionado por primera vez en 2019, pero el ciclo se pospuso un año y, en 2021, por la pandemia, se realizó solo con artistas argentinos.

Cuando la llamaron en 2022, aceptó, aunque con algunas reservas. “Yo había empezado a componer en 2020, así que ya era otra persona. Al final fui y estoy muy contenta con mi decisión”, destaca.

Esa experiencia se narra en Avant première, su disco debut. Allí no solo registra la interpretación tan personal de “Cha Cha Muchacha” que deslumbró en televisión, sino que continúa la historia. “Volver a casa”, la canción que describe su regreso a Montevideo, aborda el cierre de esa breve pero intensa etapa. “Ya no puedo jugar más, / Fue divertido hasta que no, / Pero quiero volver a casa”, canta sobre el ritmo sutil e insistente de un reggaetón que define como un “perreito sad”.

El tema, uno de los puntos altos del disco, también carga con una fuerte cuota emocional: revisita el dolor por la muerte de su padre, que ocurrió cuando ella estaba a punto de volver de un viaje a París. De ahí nace la frase: “Siguen matándome las ganas de encontrarte en Montevideo otra vez”.

No es la única presencia familiar en el álbum. Junto a su hermano, el cantante Bonet, compuso “Bailar sola”, dedicada a su madre. “Elegimos cantarle a esa cualidad que admiramos de ella: bailar sin necesitar a nadie”, comenta. “Es el baile como rebeldía, como mecanismo para afrontar las cosas de la vida”.

Su madre protagoniza el video de la canción, que además de cerrar el disco completa el visualizer disponible en YouTube. Bajo la dirección de Kevin Webster, la cantante reafirma el concepto de Avant première: un preestreno cinematográfico que se emparenta con el gesto de lanzar un primer disco.

Boni, que en 2021 lanzó el EP Impuntual, llegó a su debut con un sonido tan personal y cautivador como el que celebraron los coaches de La Voz Argentina. Se mueve con comodidad entre el pop y la música urbana, con un fraseo que respira la libertad del soul, el jazz y el R&B. “Plot Twist”, que relata los vaivenes de una relación entre dos opuestos complementarios, es un buen punto de entrada a su obra.

Foto: Darwin Borrelli.

Otras dos muestras de la frescura que domina Avant première son el funk bailable de “Volcán” y “Mufa”, una ingeniosa invitación a las segundas oportunidades que incluye guiños a “Pasos al costado” de Turf, la película argentina La suerte está echada y un recitado de “Mi vida es un erial”, del poeta español Bécquer.

Boni, que el año pasado ganó un Graffiti a mejor canción pop por “Cine francés” —una colaboración con Lucas Cary que anticipaba el concepto de Avant première—, llegará el sábado 6 a la Sala Zitarrosa para presentar su disco en el marco del ciclo Marea.

Las entradas se venden por Tickantel, entre 550 y 750 pesos. Será una buena oportunidad para ver el magnetismo que define su presencia en vivo y para que la artista despliegue, por primera vez en un escenario, el universo cinematográfico que sostiene su primer disco.