Qué imágenes están llegando a la infancia y que formatos de vínculo se están compartiendo?”, cuestiona Leticia Passeggi, directora, compositora y cantante del grupo Encanto al Alma, cuando cuenta sobre el armado de su nuevo espectáculo. El grupo —uno de los proyectos para niños más prestigiosos del país— se presenta hoy y mañana en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre, cada día con doble función, una a las 16.00 y otra a las 18.00. Quedan entradas a la venta por Tickantel a 500 pesos.

Formado en 2005, el cuarteto actualmente está compuesto por Agustín Alén, Virginia Pereyra y Daniel Bentancur. Juntos llevan adelante una propuesta de canciones infantiles que cuenta con cinco discos editados y 10 espectáculos realizados; el año pasado fue reconocido con el premio Florencio en la categoría Mejor Recital para Niños, por el espectáculo El Plan Colibrí.

Entusiasmada, Passegi cuenta que acaban de retornar de México, donde hicieron una gira de 15 días por varias ciudades. “Fue una linda experiencia. La receptividad del pueblo mexicano es impresionante, hubo mucho eco de la propuesta que estábamos llevando y los niños, que son superexpresivos, se coparon en las funciones. Fue muy gratificante”, dice en charla con El País.

“De nuestra parte se generó una grupalidad linda y sostenedora y ni que hablar de todo el conocimiento de la cultura y la geografía que absorbimos. En la zona donde fuimos había muchas montañas y a mi me impactó mucho la fuerza de los colores, quedaban impregnados en la retina”, recuerda.

En su obra, Encanto al Alma busca fortalecer valores como el cuidado a la tierra desde la primera infancia, y valorar los estilos musicales propios de nuestra región. Para eso, en esta oportunidad y bajo la dirección de Richard Rivero, el espectáculo Encantos de Nuestra Tierra trabajará de manera lúdica elementos de la cultura ancestral, como la milpa -el sistema de cultivo conjunto del maíz, poroto y calabaza-, y valores como la paciencia.

Presentarán canciones ya conocidas de su repertorio como “El Abrazo” y “Zapatitos para un Gigante”, y también temas de su último disco Encantos de nuestra Tierra. “Cuando hicimos el disco, en las sonoridades siempre estaba atravesada la temática relativa a la tierra, y cuando hablamos de la tierra hablamos del planeta, del sustrato, del plantar, pero también de nuestra tierra como una cuestión regional, no necesariamente uruguaya, sino rioplatense o latinoamericana”, señala Passeggi.

A través del juego, de cuentos y canciones, trabajarán con un nuevo personaje como hilo conductor del espectáculo. “Hicimos una investigación, buscando la rítmica y ciertas sonoridades para que estuviera presente lo ancestral. Y en ese camino siempre aparecía lo femenino. A partir de ahí visualizamos a una abuelita, con quien irán tejiendo una relación de aprender a cultivar y saber esperar el tiempo del cultivo”, cuenta.

El espectáculo está pensado para niñas y niños de dos a ocho años y por lo tanto, iluminación y sonido adecuados son estudiados y trabajamos como un elemento fundamental. “Es algo que cuidamos mucho, porque estamos trabajando con la primera infancia, para muchos niños y niñas será la primera vez que van a un teatro, por eso nunca estarán las luces apagadas y cuidamos el volumen para que sea agradable a los oídos. Además, es la etapa donde todo lo que tiene que ver con el simbolismo y el pensamiento mágico está súper desplegado”, puntualiza.

Por otro lado, el grupo también busca, a través de las canciones, los cuentos y lo escénico, despertar la imaginación a través de lo sensorial. “En, por ejemplo, sentir el agua a través del sonido, generar una conexión con los elementos desde un lugar profundo, genuino y nutritivo de conexión con la tierra, porque cuando nos conectamos con algo, podemos valorarlo, y cuando valoramos naturalmente lo vamos a cuidar”, dice la cantante sonriendo.

Foto: Silvina Maraboto

A propósito de la respuesta a la cuestión planteada inicialmente, Passeggi entiende que los niños, expuestos hoy día cada vez más temprano a las pantallas, necesitan estos espacios de compartir un espectáculo en vivo junto a la familia, donde se construye presencia y vínculo. “Trabajamos con algo que es muy profundo y uno quizás se preguntaría, ‘¿pero los niños van a entender? Y sí, entienden todo, son muy sensibles a estos temas”.

En el grupo, cuenta, hay un trabajo interno que también se hace para que lo que se transmita sea genuino. “En estas instancias hay algo de la sanación del niño interno y de la conexión con nuestra humanidad y con el amor que no es un bla bla bla romántico, sino algo muy vívido y muy laburado internamente por nosotros que estamos en el proyecto y eso es lo que nos convoca y nuclea. Creo que por eso el propósito se sostiene en el tiempo”.

A respecto de las dos fechas de este fin de semana, invita: “va a ser una hora de espectáculo con música en vivo, con actuación, juegos, títeres y todo va a ser muy, muy cuidado. Vamos a tocar las canciones más queridas y será una linda oportunidad para compartir”.