MATÍAS CASTRO
LA FARÁNDULA
Los únicos muertos que descansan en paz son los comunes y corrientes. Los que provienen de la farándula, lamentablemente, no pueden hacerlo. Si tuvieron una vida agitada, su muerte seguirá siendo revuelta por todos. El caso de Anna Nicole Smith es emblemático y tal vez el más escandaloso, pero no es el único.
Heath Ledger, el actor australiano que apareció muerto en Nueva York el 22 de enero, sigue dando que hablar. Ayer se comenzó a hablar de que tuvo una hija no reconocida. Parece que todo surgió de una relación que tuvo a los 17 años con una chica 8 años mayor que él. Es decir, todo comenzó cuando era un adolescente irresponsable e inconsciente, se podría decir. El plato está servido para todos los que se relamen ante cualquier descubrimiento más o menos escandaloso sobre la vida de alguna celebridad fallecida. y para peor, en este caso, todo sale de declaraciones del tío del actor, llamado Haydn Ledger.
Pero no es la tragedia de la muerte lo que atrae este tipo de revelaciones. Por el contrario, lo que las atrae es el hecho de la muerte con apertura de nuevas y maravillosas posibilidades para aves carroñeras. Y como no será difícil adivinarlo, lo que está detrás de todo esto es la herencia de Heath.
Según se ha leído en varios medios, muchos de los familiares del último Guasón del cine, se han comenzado a pelear en las últimas semanas. Kim, el padre de Heath, le pidió a sus hermanos, entre los que está Haydn, que no hablen más sobre su hijo ante la prensa.
Cuando un muerto da dinero, también da la posibilidad de comprobar realmente de qué madera están hechos los que lo rodeaban. Estas historias son feas, pero dan de comer a muchos medios, y siempre atraen lectores. Estas aves de rapiña surgen porque hay quienes les dan micrófonos, y quienes los escuchan.