"Madagascar 2": otro paso de una saga taquillera

Tras el azaroso escape del zoológico contado en la primera película, los protagonistas de Madagascar 2 regresan con una nueva idea. La película arranca con el grupo de animales abandonados en las playas de Madagascar. Deben salir de ahí cueste lo que cueste.

Con su característica disciplina y rigurosidad militar, los pingüinos emplean sus conocimientos para reparar un viejo aeroplano varado en la isla. Lo logran y bautizan la línea, como corresponde, con el nombre "Aerolíneas Pingüino". El accidentado vuelo termina llevando al grupo hasta África, donde aterrizan, por supuesto, accidentalmente.

Todo parece prometer una vuelta a los orígenes, al lugar donde pertenecen. Sin embargo, hay un pequeño detalle: todos fueron criados dentro de un zoológico y poco y nada conocen sobre la vida en la naturaleza y la famosa ley del más fuerte. Como ocurría en la primera película, el más atribulado por estas cuestiones del instinto es Alex, el león.

La versión original cuenta con las voces de Ben Stiller el comediante Chris Rock, Sacha Baron Cohen (el gran humorista que filmó Borat).

Los directores vuelven a ser Eric Darnell y Tom McGrath, quienes tienen entre sus méritos el haber dirigido, por separado, Hormiguitaz y algún capítulo de Ren y Stimpy. El estilo visual que habían marcado para la primera película, en la que casi caricaturizaban a los animales, recurriendo a formas angulosas, sigue presente. Su intención inicial había sido la de imitar el aspecto que tenían dibujos clásicos de grandes de la animación como Chuck Jones y Tex Avery. "Nos inspiramos en la animación clásica de los años 30 y 40, en donde el humor provenía del movimiento y la animación de los personajes. Pensamos que nuestra película debía tener ese mismo tipo de humor de trazo grueso, de slapstick", comentó Darnell en una entrevista. "Nuestros personajes no son reales, están muy estilizados, y eso nos permite divertirnos a la hora de diseñar su aspecto y sus movimientos. Son de inspiración bidimensional pero los hemos creado en el mundo tridimensional de las computadoras", agregaba.