MATÍAS CASTRO
Con la presencia del actor Luis Brandoni y del director argentino Héctor Olivera, más una concurrida mesa redonda sobre la educación audiovisual en Uruguay, la sexta edición del festival Piriápolis de Película (organizado en el Argentino Hotel, con entrada gratuita) tuvo este sábado dos puntos fuertes.
Brandoni se hizo presente en el festival por un doble motivo. Por un lado participó de un homenaje al fallecido director Alejandro Doria, con quien había trabajado antes. El actor destacó a Doria como el mayor exponente del humor grotesco, "un género propiamente nuestro en el cine", según sus propias palabras.
El acto en que hizo este comentario se realizó hacia las 20.30, previo a la proyección del film Cien veces no debo, una película satírica protagonizada por el propio Brandoni, Andrea del Boca (cuya presencia se esperaba en el festival, pero que no se concretó por razones de último momento), Federico Luppi y Norma Aleandro. El propio Brandoni estuvo presente, poco después del homenaje a Doria, para presentar con el director Héctor Olivera la película La patagonia rebelde.
También el sábado se exhibió un interesante documental llamado El telón de azúcar. Dirigido por Camila Guzmán (hija del prestigioso realizador Patricio Guzmán), se enfocaba en el retrato de una serie de cubanos que fueron niños en los años setenta y que eran jóvenes cuando se acabó el amparo de la Unión Soviética. Este documental, que se distribuirá en DVD por el sello Buen Cine, presenta una mirada distinta sobre la realidad de la isla.
Por la mañana se había realizado el panel "Reflexiones sobre la educación audiovisual en nuestro país", en el que participaron representantes de distintos institutos de enseñanza de audiovisual e incluso algunos productores y realizadores como Esteban Schroeder.
Tras seis años de ediciones ininterrumpidas, con esta actividad el festival parece apuntar a convertirse en un espacio de encuentro que va más allá del público que asiste. De hecho en julio los organizadores anunciaron el armado de una suerte de feria de empresas vinculadas al área audiovisual, instalada dentro del festival. Finalmente esta feria no se concretó, pero el plan no se descarta para el año próximo.
Un jurado integrado por Esteban Schroeder, la argentina Lelia González y el crítico Raúl Gadea, premió cuatro cortometrajes. El Mejor Corto fue No me ama, de producción argentina pero filmado en Piriápolis. Corredores de verano se llevó el premio a Mejor Corto Uruguayo, mientras que otros dos cortometrajes nacionales se llevaron menciones: Hablarte solo y Pehuajó.