Pasaron veintitrés años, pero el best seller de Ken Follet terminó por ser adaptado a la televisión. Desde hoy y todos los domingos (con repetición los martes) a las 23 horas en el canal TCM, se verá esta miniserie de ocho episodios con un presupuesto de 40 millones de dólares y producción de Ridley Scott (director de Blade Runner, Thelma y Louise y otras).
La novela original ha sido objeto de una larga lucha de intereses para ser adaptada al cine o a la televisión. Es que vendió más de 14 millones de copias, tiene unas 900 páginas que siguen largas intrigas políticas y eclesiásticas en la Inglaterra del siglo XII durante la construcción de una catedral. Sin embargo, Follet se mostró siempre firme a la hora de exigir que no se redujera su trama a las dos horas de una película.
Ridley Scott fue quien convenció a Follet de que se podía hacer una miniserie y para ello comprometió a su empresa Scott Free Films. Cuando se emitió en Estados Unidos tuvo una gran repercusión entre la crítica y el público e incluso fue nominada a nueve Emmy y tres Globos de Oro.
La extensísima trama se ambienta en la ficticia ciudad inglesa de Kingsbridge (que se recreó en escenarios de Austria y Hungría) durante el siglo mencionado y arranca con el hundimiento del Barco Blanco, y con él, la muerte del heredero al trono británico, lo que desencadena un período de guerra civil conocido como Anarquía y que efectivamente aconteció. El episodio de esta noche se llama, justamente, Anarquía.
Hay dos grandes líneas argumentales. Una es la que protagoniza el padre Phillip (Matthew Macfadyen), un monje bueno que quiere construir una catedral para su pueblo y que se enfrenta al corrupto obispo Walderan (Ian McShane). La otra gran línea argumental es la de un albañil llamado Tom (Rufus Sewell) que quiere sacar adelante a su familia luego de la muerte de su esposa. Hay también una historia de amor mezclada en todo esto, cosa que enreda más las tramas y agrega historias y personajes que atraparon la atención de lectores de todo el mundo.
Pero además del presupuesto y de la fama del material de base, uno de los aspectos más destacados de esta producción es el elenco. Entre otros está Donald Sutherland como un conde que apoya a la princesa como heredera del trono; y los mencionados McShane y Sewell.
Hasta 1989, cuando se publicó esta novela, Follet era más conocido como autor de thrillers que de ficciones históricas como las que luego se volvieron más frecuentes en su voluminosa bibliografía.
Hasta hoy la novela sigue siendo la más vendida de todas sus obras e incluso fue incluida en el 2007 en el Club del Libro de Oprah. Ese mismo año, además, editó Un mundo sin fin, cuya adaptación está en la mira de los mismos productores.