Publicidad

Andrea Frediani: "Para la gloria de una persona, muchas tienen que morir"

Compartir esta noticia
Andrea Frediani. Foto: Leonardo Mainé

ENTREVISTA

El reconocido historiador italiano llegó a Uruguay y habló sobre historia, la figura de Julio César y su novela "La sombra de Julio César"

Andrea Frediani. Foto: Leonardo Mainé
Andrea Frediani. Foto: Leonardo Mainé

Hay personajes de la historia tan importantes que sus vidas se escribieron en libros. Y la novela histórica permite contar momentos, los íntimos como los conocidos, de algunas de esas personalidades.

Para el historiador y profesor italiano Andrea Frediani, uno de los divulgadores más destacados de su país (también un best seller con más de un millón de ejemplares vendidos y reconocido con el Premio Selezione Bancarella), la vida de Julio César ya se había contado en tantas ocasiones que cuando le ofrecieron escribir un libro sobre el dictador, se negó.

"Sentí que tenía que decirse algo que no se haya contado antes", le dijo Frediani a El País en una charla en el Instituto Italiano de Cultura durante su primera visita a Uruguay la semana pasada.

El reconocido historiador, especializado en historia militar y medieval, descubrió que nunca se había contado la amistad de Julio César con Tito Labieno. “Ese es un hecho muy importante en la vida de César, porque se convierte en su mejor amigo y en un momento determinado se vuelve su peor enemigo. El motivo de ese cambio fue lo que me motivó a escribir la novela”, dijo Frediani.

De la vida de César se conocen muchos momentos porque él se encargó de contarlos, pero, claro, desde su perspectiva. El historiador recuerda que César escribió dos libros: Comentarios de las guerras de las galias y Comentarios de la guerra civil, y que la última parte de Las guerras gálicas está inconclusa. “Es el momento en el que César decide ir contra la República, cruzar el Rubicón y cuando Tito Labieno, quien era su general, lo abandona. No conocemos la naturaleza de su amistad, y en la tradición de las novelas históricas, mi misión era entrar entre las noticias de la época para rellenar los espacios con imaginación”, dijo.

Portada del libro "la sombra de Julio César" de Andrea Frediani. Foto: Difusión
Portada del libro "la sombra de Julio César" de Andrea Frediani. Foto: Difusión

Sobre su novela, la figura de Julio César, y la importancia de conocer la historia, es esta charla con Frediani.

—¿Por qué es tan importante conocer la historia?

—Porque, para empezar, podemos conocer quiénes somos. Después para evitar cometer errores del pasado. Eso no siempre sucede porque tendemos a olvidarnos. Ahora está lleno de neonazis que no saben lo que pasó en la Segunda guerra mundial. Son atraídos por los símbolos, los íconos pero no saben lo que ocurrió. Desafortunadamente las personas no estudian y se olvidan, así que estamos condenados a cometer siempre el mismo error.

—¿Cómo se puede escribir sobre la infancia de César, antes de ser el político conocido?

—Es cierto que no sabemos la infancia de muchos generales de Roma, pero de César sabemos suficiente porque venía de una familia famosa. Su madre, Aurelia, era una mujer conocida, y César es uno de los personajes de los escritos de Plutarco, uno de los grandes biógrafos de la antigüedad, aunque no toda su vida está retratada allí. Por eso me tomé algunas libertades en La sombra de Julio César. Por ejemplo, el primer encuentro de César con Tito Labieno cuando ambos son niños. Se podría decir que Tito era el alter ego de César, por eso él es La sombra de Julio César, y el segundo libro es El enemigo de César.

—Así que esta saga, Dictador, no es solo sobre César, también sobre Tito Labieno.

—Sí, y también de otros personajes como el hijo del general, Quinto Labieno quien es un personaje muy interesante que merecería un libro para sí mismo. Era un hombre muy violento y malo. Tras la muerte de César trabajó para los persas y se convirtió en el general que conquistó Siria para el emperador persa. Hay otros personajes que apenas son mencionados por César en sus libros. Eso es bueno para un escritor porque cuando tienes un personaje muy conocido, es complicado inventarle algo. Hay muchos personajes que no han tenido tantas menciones, y con ellos puedes crear historias sobre sus vidas. Eso es muy estimulante para un escritor, porque existieron pero no se los conoce.

Andrea Frediani. Foto: Leonardo Mainé
Andrea Frediani. Foto: Leonardo Mainé

Pero también hay mucha información sobre César gracias a historiadores de la época y de años posteriores.

—Sí, pero hay veces que la información se pierde, o se modifica como ocurrió con algunos textos en la Edad Media cuando los monjes tradujeron, mal, algunos pasajes. Por ejemplo, cuando César cruza el Rubicón dijo la famosa frase: “il dado è tratto” (la suerte está echada). Pero autores de la antigua Roma escribieron sobre ese episodio y César no dijo esa frase. Eso fue el error de un copista en la Edad Media que, sin saber latín, olvidó escribir una letra. La frase correcta es “desafiamos la suerte” que tiene otro significado. Sabemos muchas cosas de César por el propio César. Por supuesto que no todo es cierto. Por ejemplo en el segundo libro de esta trilogía, se habla de un motín de sus tropas; y en ningún libro César habla sobre eso. Lo sabemos por otros autores que intentaron acallar.

—En una entrevista dijo que sin Julio César, Europa sería musulmana. ¿Por qué?

—Es una frase contundente, pero hay una razón. Julio César contribuyó a construir el imperio romano porque la República estaba en crisis y Roma estaba por ser destruida por sí misma. Pero César decidió dejarle el imperio a Octaviano Augusto, su sobrino, lo que fue una decisión sabia porque construyó un imperio tan fuerte que resistió 15 siglos. No hay que considerar solo el lado occidental del imperio, también está el de oriente con la actual Estambul; y resistieron casi hasta que Cristobal Colón llegó a América. Ese lado, el imperio bizantino fue construido contra los árabes y turcos; y sin ese imperio, esos pueblos hubieran podido conquistar Europa. No tengo dudas.

La sombra de Julio César es el inicio de la creación de un ícono histórico.

—No necesariamente un ícono es bueno. También hay malos. La mayoría de los generales son ambiciosos y se dice que si matas un hombre eres un asesino, pero si matas toda una civilización, eres un conquistador. Es increíble, pero para que Julio César pudiera cumplir con su ambición, muchas personas murieron. Por ejemplo, no podemos decir del genocidio de la galia porque de eso no se habla, pero es muy probable que haya ocurrido. Para la gloria de una persona, muchas personas tienen que morir. En la historia, los grandes hombres que conocemos: Napoleón, Alejandro Magno o Julio César dejaron muchas muertes.

—¿Por qué la fascinación con esos hombres?

—Porque creo que muchas personas quieren ser como ellos por el poder. El poder es una sensación genial, es mejor que el sexo. Todos se sienten atraídos por el poder, y no es extraño porque, incluso hoy hay muchas personas que prefieren aparentar y no ser. Por ejemplo, la gente hace muchos sacrificios para aparentar ser linda, pero no hacen el mismo sacrificio por ser inteligentes.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Editorial Planeta

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad